'Wake me up when september comes': el BCE vuelve a pedir tiempo muerto y decidirá la próxima bajada de tipos a la vuelta del verano

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

REUTERS/Wolfgang Rattay

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  • El BCE anunció ayer lo que todo el mundo daba por descontado: que mantenía los tipos tal y como están. Que nos despierten cuando llegue septiembre.
  • Los analistas descuentan que habrá nuevos recortes después de verano: por lo menos en septiembre y diciembre.

Casi casi como la canción de Green Day. El Banco Central Europeo (BCE) vuelve a pedir tiempo muerto y se ha puesto la alarma para septiembre: solo entonces sabremos qué pasará con los tipos de interés. Lo dicho: que nos despierte cuando llegue septiembre.

Por lo pronto, los tipos de interés se quedan como están. El Consejo de Gobierno del BCE anunció ayer que los mantenía en el 4,25%... y ya veremos lo que pasa a la vuelta de verano. 

El anuncio no ha sido una sorpresa para nadie: los analistas descontaban que en esta reunión no se movería ficha. Ahora, septiembre es otro cantar, y para entonces se da por hecho que habrá recorte de tipos.

"Las reuniones de política monetaria del BCE en julio suelen ser tranquilas y, como esperábamos, esta no ha sido una excepción", confirmaba Konstantin Veit, gestor de cartera de PIMCO.

No es la primera vez que el BCE se da un break para pensar, como hacen muchas parejas. Ya en julio del año pasado se dio un tiempo para decidir si esa sería su última subida de tipos o si, como finalmente acabó ocurriendo, habría una ronda más.

Los analistas auguran que la próxima bajada de tipos de interés será en septiembre; la segunda desde que el 21 de julio de 2022 dio un volantazo con el mayor endurecimiento en política monetaria de la historia del euro, que dejó el precio del dinero en su nivel más alto en más de dos décadas, desde 2001.

"Tras la bajada de tipos de junio y la decisión de no tocarlos en la reunión de hoy, creemos que el BCE podría llevar a cabo otros tres recortes de tipos de 25 puntos básicos de aquí a finales de año", auguran desde Schroders.

El primero de ellos, de hecho, podría producirse en septiembre, pronostica Veit: "prevemos que el BCE siga bajando los tipos de interés oficiales en las reuniones de proyección de los expertos, y esperamos que el próximo recorte del tipo de la facilidad de depósito se produzca en septiembre".

Ilustración de un empleado surfeando un gráfico economía

Pero el BCE dejó la puerta bastante más abierta que eso ayer. La presidenta del organismo, Christine Lagarde, se cuidó de pillarse los dedos, y básicamente dijo que en ningún momento se han comprometido con una senda determinada de bajadas de tipos, y que todo dependerá de la evolución de los datos. ¿Qué datos? Los de inflación, crecimiento económico o salarios.

Es más, en ese sentido advirtió de que "las presiones inflacionistas internas siguen siendo intensas, la inflación de los servicios es elevada y es probable que la inflación general continúe por encima del objetivo hasta bien avanzado el próximo año". 

El organismo lleva ya más de 3 años tratando de controlar una inflación más pegajosa de lo esperado y llevarla por debajo del 2%, que viene a ser su objetivo de estabilidad de precios. Y aunque los últimos datos de inflación de la eurozona reflejan cierta relajación en mayo, cuando los precios se moderaron al 2,5%, sigue estando por encima de la ansiada meta del 2%.

"La fortaleza del mercado laboral sugiere que el BCE no tiene prisa por recortar más los tipos", observa Veit. Ahora mismo, la tasa de paro en la zona euro está en el 6,4%, la más baja de la historia, y ese dinamismo lleva meses presionando al alza los salarios, que ya en el primer trimestre de 2024 aumentaron un 4,7%, complicando la decisión del organismo.

"El flujo de datos de los próximos meses decidirá la velocidad a la que el BCE eliminará las restricciones adicionales", añade Veit. 

Pero tampoco apoyarían una bajada los datos económicos. Hasta hace poco se pensaba que Europa estaba a las puertas de una recesión, pero parece que lo peor ha pasado. Esta misma semana el Fondo Monetario Internacional (FMI) señalaba que "Europa ha tocado fondo", lo cual no suena muy bien, pero en realidad quiere decir que ya solo queda remontar.

El organismo de hecho mejoró su previsión de crecimiento al 0,9% para la zona euro este año. Una mejora, eso sí, condicionada en parte por una esperada relajación en la política monetaria (así que estamos en las mismas). 

Para el FMI, el problema de la inflación es que aunque el precio de algunos bienes ha empezado a frenarse, el de los servicios continúa presionando (no hay más que ver la subida de los hoteles y paquetes vacacionales). 

Aun así, los analistas siguen descontando 3 bajadas antes de que acabe el año. "Antes de la reunión de septiembre se publicarán muchos datos, que deberían dar confianza suficiente para reanudar los recortes", explica Sandra Rhouma, Economista del equipo de Renta Fija Europea en AllianceBernstein.

"Mi previsión de dos recortes adicionales este año, en septiembre y diciembre, se mantiene sin cambios y, en líneas generales, en sintonía con el mercado. Este ritmo de recortes parece el más apropiado a la luz de la dinámica de los datos y de las perspectivas de inflación", añade Rhouma. Habrá que esperar que nos despierten en septiembre.

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