El truco para mantener la ropa blanca sin lejía

Mantener la ropa blanca a veces llega a ser todo un desafío, especialmente cuando aparecen manchas persistentes o cuando la tela comienza amarillear. 

Quizás, la primera solución que se te viene a la mente es usar lejía, pero la realidad es que es un químico fuerte, peligroso y que puede llegar a dañar la ropa.

Sin embargo, existen elementos caseros efectivos que te ayudarán a mantener tus prendas blancas como nuevas y además son mucho más naturales. 

La aspirina

¿Sabías que las tabletas de aspirina pueden ser tu aliado secreto para mantener tu ropa blanca? Sí, ese medicamento que seguramente tengas por casa puede salvar tus prendas.

Simplemente, tienes que disolver 5 tabletas de aspirina en unos 7 litros de agua caliente y sumergir tus prendas blancas en esta solución durante la noche. 

A la mañana siguiente, coloca la ropa en la lavadora y añade 3 tabletas de aspirina adicionales al ciclo de lavado. Con esta fórmula verás cómo tus prendas recuperan su blancura. 

Además, si te enfrentas a manchas difíciles, puedes crear una pasta triturando dos tabletas de aspirina, agregando unas gotas de agua y aplicándola directamente sobre las manchas antes de lavar la prenda.

El poder del vinagre blanco

El vinagre blanco es otro ingrediente que no puede faltar en tu lucha por mantener la ropa blanca impecable, y que seguramente también tengas en casa.

Para usarlo, agrega media taza de vinagre al ciclo de enjuague en tu lavadora, preferiblemente después del ciclo de lavado regular. Después, lava las prendas en un ciclo caliente para lograr los mejores resultados. 

Otro truco es secar la ropa al aire bajo la luz solar directa siempre que puedas, ya que la luz del sol tiene un efecto blanqueador natural que mantendrá tu ropa brillante y prolongará la vida útil de la tela.

El zumo de limón, un blanqueador natural

Si estás buscando la alternativa más natural para mantener tu ropa blanca, el zumo de limón es la solución perfecta. 

Antes de cargar la lavadora, agrega un cuarto de taza de zumo de limón al tambor si la carga es mediana, o media taza si es una carga más grande. 

Asegúrate de que el jugo de limón esté frío para que la lavadora haga mejor su trabajo. Al finalizar el ciclo de lavado, descubrirás cómo tus prendas blancas han recuperado su brillo y blancura original, gracias a las propiedades blanqueadoras naturales del limón.