¿Qué tiempo hará en España en verano de 2024?

Si eres uno más de los millones de personas que se preguntan qué tiempo hará en España este verano de 2024, quédate a leer. Estás cerca de saber si la previsión —que nunca es exacta, sino que
se basa en modelos probabilísticos— apunta a una época estival fresca, al retorno de las abrasadoras olas de calor, a una sequía cada vez más aguda o a las estrepitosas tormentas veraniegas.

La emergencia climática se hace más palpable que nunca: llevamos doce meses consecutivos de récord de calor a nivel global. Según Climática, la temperatura media mundial de mayo de 2023 a abril de 2024 es la más alta registrada hasta la fecha, con 0,73 °C por encima de la media del periodo 1991-2020 y 1,61 °C por encima de la media preindustrial de 1850-1900.

El mapa de la temperatura actual de los océanos que debería aterrorizarte

El pasado verano de 2023 fue el tercero más cálido desde que hay registros en España, solamente por detrás de los de 2022 y 2003, tal y como recoge el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). 

Fue un verano extremadamente cálido en el tercio sur y el Cantábrico occidental, muy cálido en el resto de la España peninsular y Baleares y entre muy cálido y extremadamente cálido en Canarias. Las máximas diarias quedaron en promedio 1,2 °C por encima del valor normal, y las mínimas se situaron 1,4 °C por encima de la media. Fue un verano 1,3 ºC superior al promedio normal.

Además, se produjeron hasta cuatro olas de calor, sumando un total de 24 días —siendo el cuarto verano con más días de ola de calor—. El 10 de agosto se batió el récord del verano: los 46,8 °C registrados en el Aeropuerto de Valencia. Otro dato alarmante fue la temperatura de las aguas costeras españolas, que alcanzaron entre enero y agosto su valor más alto desde que hay datos.

Por otro lado, fue un verano muy húmedo: el decimosexto verano con más precipitaciones desde el comienzo de la serie en 1961, y el tercero más húmedo del siglo XXI, después de los veranos de 2010 y 2018. En Canarias fue el segundo verano más húmedo después del verano de 2015.

Se acumularon en la España peninsular 87,2 mm, valor correspondiente al 124% respecto al promedio normal. Las tres cuartas partes de la lluvia acumulada en verano tuvieron lugar en el mes de junio.

Mirando un poco más atrás, 2022 fue el verano más cálido del último medio siglo. En Europa, 2022 en conjunto fue el año más seco desde que hay registros y un 63% de los ríos tuvieron caudales inferiores a la media. ¿Y qué cabe esperar de este? 

Europa podría "derretirse" este verano

Un reciente reportaje de Euronews recoge los pronósticos, siempre con cautela, con respecto al clima europeo este verano. "Es increíblemente difícil predecir con precisión cómo será el tiempo con meses de antelación, y mucho menos incluso semanas y, a veces, días", repone Tamsin Green, meteorólogo del servicio de previsión Weather & Radar a dicho medio.

Según Green, parece que junio, julio y agosto muestran una tendencia superior al promedio en términos de temperatura en el Viejo Continente, y que es probable que haya puntos críticos en el sur y el este de Europa. Además, aunque permaneceremos en esta fase neutral hasta al menos el comienzo del verano, los efectos de El Niño, como el mayor calor y humedad, aún continúan.

No hay que olvidar que Europa es el continente que más rápido se está calentando. Su temperatura se incrementa el doble de rápido que el promedio mundial, según datos recientes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la agencia climática de la UE Copernicus (C3S).y las olas de calor se incrementan entre 3 y 4 veces más rápido que en otros países del hemisferio norte.

Un informe de la Universidad de Exeter y Greenpeace, señala que por cada grado de calentamiento global, el clima de España se calienta 1,5℃.

"Los últimos diez años han sido los más cálidos jamás registrados, y la mayor parte del calentamiento de la Tierra se produjo en los últimos 40 años", destaca el experto. Por otro lado, el calor extremo durante 2022 mató a más de 61.000 personas en todo el continente, según un estudio reciente.

El pronóstico de Meteored

Samuel Biener también degrana en Meteored el pronóstico veraniego de 2024: según su modelo de referencia, "es muy probable que las temperaturas se sitúen por encima de la media de las fechas en el próximo trimestre en casi toda España". El escenario más probable revela que el interior peninsular sería la zona con más anomalías térmicas. En los litorales y archipiélagos el calor sería moderado.

"Y aquí vamos a intentar ser positivos. Que este escenario sea muy probable a día de hoy no quiere decir que el verano vaya a ser asfixiante o de récord, como el del año pasado", destaca el experto, que menciona que los mapas dibujan valores que podrían estar de 1 a 2 °C por encima de la media en el conjunto del verano en el interior peninsular. 

Tampoco se puede descartar un verano tormentoso, ya parece probable que las temperaturas a 850 hPa (1500 m) sean más altas de lo normal para el próximo trimestre, mientras que la dorsal subtropical podría estar asentada por el oeste o en el Atlántico. 

El pronóstico de Meteored habla de cierta probabilidad de que el verano sea algo más húmedo respecto a la media en las islas occidentales de Canarias, mientras que sería más seco de lo normal en zonas del norte peninsular. Por el momento no se aprecia una tendencia clara en lo tocante a las precipitaciones. 

Desde AEMET vaticinan un verano más cálido de lo normal y con precipitaciones en la media

La habitual predicción estacional del organismo para el verano meteorológico nos habla de temperaturas cálidas para toda España para mayo, junio y julio, con mayor probabilidad en el este peninsular, Baleares y Canarias, usando como el periodo de referencia 1991-2020. 

Para MAYO-JUNIO-JULIO de 2024 hay una mayor probabilidad de que la temperatura media se encuentre en el tercil cálido en toda España, con más probabilidad en la vertiente mediterránea, Baleares y Canarias. (Periodo de referencia 1991-2020). 

Para MAYO-JUNIO-JULIO de 2024 hay una mayor probabilidad de que la precipitación acumulada se encuentre entre el tercil normal y el tercil seco en la vertiente atlántica. En el resto de España la probabilidad de los terciles es la climatológica (Periodo de referencia 1991-2020).

La previsión de Rubén Vázquez, de Meteovigo: un verano un tanto “loco” en los cambios térmicos, en el que Españá verá las dos caras de las anomalías

Como siempre al comienzo de cada estación meteorológica, Rubén Vázquez explica en su blog de Meteovigo cómo cree que será el verano de 2024 en España. El experto vaticina un verano de contrastes, en el que se alternarán episodios de olas de calor con eventos prolongados de temperaturas inferiores a lo habitual en varias fases del verano, sobre todo en la mitad norte.

Varios factores pueden, según Vázquez, incidir sobre este verano: patrones de bloqueo persistentes de la corriente en chorro de configuraciones anómalas —que pueden ocasionar anomalías térmicas importantes y transiciones abruptas—, la baja extensión de hielo marino en el Ártico —más baja que el mínimo histórico de 2012— o la extensión de nieve en el hemisferio norte superior a la media. 

En cuanto a las precipitaciones durante el verano, el pronóstico de Meteovigo es que la primera mitad del verano será muy dinámica y tormentosa tanto en España como en Europa, con alternancia de precipitaciones con franjas en las que imperará la dorsal anticiclónica. Algunas tormentas vendrían de la mano de intensas rachas de viento y granizo de gran tamaño.

Junio sería más inestable, y julio más seco. En la mitad norte de la península habrá precipitaciones por encima de la media, mientras que en el interior las tormentas serán más frecuentes de lo habitual, y con registros por encima de la media en algunas zonas. En el resto de España lloverá lo normal o incluso menos de lo habitual, especialmente en la mitad sur. 

En agosto regresarían las lluvias y la inestabilidad, sobre todo en la mitad norte y Mediterráneo. "En Canarias, veremos precipitaciones dentro de la media o algo por debajo. En Baleares, dentro de la media o algo por encima", apunta Vázquez.

Las temperaturas del verano 2024, según Rubén Vázquez, mostrarán valores por debajo de lo habitual de forma más recurrente de lo habitual en la mitad norte. Al ser un verano de contrastes, estos períodos frescos se combinarán con otros con termómetros muy por encima de la media; cambios abruptos de corte similar a los experimentados esta primavera. 

El verano será diferente en las 'dos Españas': el extremo norte es la zona más proclive a ver anomalías frías, y la parte sur, sufrir valores superiores a los 40° y experimentar olas de calor más largas y frecuentes. Los vientos serán más dinámicos durante junio y agosto.

El retorno de La Niña: ¿cómo afecta a España?

El meteorólogo Mario Picazo avisaba en redes del regreso de La Niña, que ya está "sacando pecho en el Pacífico ecuatorial". Este fenómeno oceánico se caracteriza por el enfriamiento de las aguas superficiales de la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial y por cambios en la circulación atmosférica tropical. Los episodios de La Niña suelen durar entre nueve meses y dos años.

Las principales consecuencias de La Niña Durante son el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el norte —lo que incrementa las condiciones secas el sur de los Estados Unidos y al mismo tiempo provoca un aumento de las precipitaciones e inundaciones en el noroeste del Pacífico y Canadá—, mayor intensidad de la temporada de huracanes en el Atlántico y monzones en Asia. 

Según la NOAA (Organización Nacional Atmosférica y Oceánica), entre junio y agosto, existe un 60% de probabilidad qué las condiciones del Pacífico ecuatorial evolucionen hacia La Niña. Según Mario Picazo, el fenómeno podría ayudar a bajar la temperatura global en 2024 respecto a 2023, "aunque dependerá de otras anomalías de temperatura oceánicas". 

No hay consenso sobre cómo podría afectar este fenómeno a España. Algunos expertos sugieren que podría haber un otoño más seco y estable de lo habitual en la península ibérica, a excepción de la costa mediterránea y el noreste. Por su lado, España puede experimentar inviernos más fríos y húmedos de lo normal bajo el influjo de La Niña. 

Tocará esperar para ver qué sucede. Cómo dice Rubén Vázquez en Meteovigo, la última palabra la tiene siempre la Madre Naturaleza.