Telegram, que estuvo a punto de ser bloqueada por un juez, ya empieza a censurar canales en España

Pavel Durov, CEO de Telegram.
Pavel Durov, CEO de Telegram.

Reuters/AG/BSP

Foto del redactor Alberto R. AguiarFoto del redactor Alberto R. Aguiar
  • En marzo, la Audiencia Nacional estuvo a punto de bloquear Telegram en toda España por permitir la difusión de contenidos audiovisuales protegidos sin permiso.
  • Cuatro meses después, la plataforma empieza a colaborar con la industria audiovisual y empieza a bloquear canales de difusión en España.

Telegram estuvo en el ojo del huracán en España hace unos meses aunque la app de chats que fundó Pavel Durov nunca dijo aquello de esta boca es mía.

La plataforma de mensajería instantánea estuvo a punto de ser bloqueada en todo el país a raíz de un auto de un juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. Atresmedia, Mediaset, Movistar Plus y la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (EGEDA) acusaban a la aplicación de permitir el intercambio sin permiso de sus contenidos audiovisuales.

El Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional concedió unas medidas cautelares que pedían las productoras y EGEDA después de que Telegram no atendiera una comisión rogatoria judicial que se había enviado el verano anterior a la sede de la plataforma en Islas Vírgenes. La noticia saltó un viernes por la noche, a última hora del día.

Solo hubo que esperar unas horas para que el mismo juez Pedraz, en un nuevo auto, suspendiese la decisión de bloquear Telegram en todo el territorio y para todos los usuarios. En síntesis, el magistrado entendió, leyendo la prensa, la magnitud de la decisión que había tomado: por proteger la propiedad intelectual se iba a bloquear un servicio de mensajería que usan millones de personas.

Logo de Universal Music Group en la sede de la compañía en Zúrich (Alemania).

Telegram no se pronunció en ningún momento, a pesar de que Business Insider España intentó recabar su opinión. Se daba la circunstancia de que un año antes había vivido un episodio similar con la justicia brasileña, con la salvedad de que las instancias judiciales de ese país bloquearon Telegram provisionalmente por no colaborar en la identificación de usuarios neonazis.

Parecía que ahí había quedado todo. Pero ahora se sabe que Telegram está bloqueando canales en los que se comparten contenidos audiovisuales entre usuarios, y lo hace a instancias de la EGEDA, una de las denunciantes originarias. Es fácil concluir que o bien la justicia española, o bien las demandantes, han logrado que la plataforma colabore.

Eso no despeja un debate que no terminó de cerrarse hace una década y que ha interpelado durante lustros a los internautas españoles. El debate entre la censura y la propiedad intelectual.

El histórico colectivo Rebeldemule, uno de los primeros afectados

Varios de los canales que Telegram ha bloqueado en los últimos días en España pertenecen al histórico colectivo de internet Rebeldemule. Rebeldemule es una plataforma de usuarios que nació hace casi veinte años que reivindica la divulgación de la cultura, que "debe ser libre, barata y estar siempre disponible", como recogían en su manifiesto fundacional en 2006.

Cuando en marzo el juez Pedraz decidió bloquear Telegram, Rebeldemule reivindicó en un comunicado que "compartir bienes culturales seleccionados por su calidad (...) no produce ningún daño social, diga lo que diga la propaganda del Estado".

El colectivo distribuye su colección de obras seleccionadas a través de redes P2P. No en balde, el nombre hace alusión directa al programa eMule que tan popular fue hace algo más de una década. Los usuarios del colectivo siguen siendo fieles usuarios del servicio, aunque en los últimos tiempos estaban alojando contenidos en canales de Telegram como salvaguarda de su hemeroteca.

Así lo explica el propio colectivo en declaraciones a Business Insider España realizadas a través de correo electrónico. "Nos han suspendido cuatro canales de difusión, que eran copias de respaldo de contenidos que ya compartíamos vía P2P".

Rebeldemule también llama la atención al mensaje en inglés que le dejó Telegram: "Hola, aquí Soporte de Telegram. Representantes de egeda.com han presentado una reclamación sobre [dirección del canal] por infracciones de copyright. Le pedimos amablemente que contacten con el titular de los derechos a través de antipirateria@egeda.com para resolver este asunto".

Cuando se intenta acceder a uno de los canales de difusión de Rebeldemule, Telegram lanza el siguiente aviso: "Este canal no está disponible por infracción de derechos de autor".

El colectivo remarca en conversación con este medio cómo Telegram no les ofrece ninguna otra alternativa para presentar un recurso: solo hablar directamente con EGEDA, lo que implica "una relación claramente asimétrica".

Rebeldemule también llama la atención en que Enrique Cerezo y Agustín Almodóvar (hermano de Pablo Almodóvar) son los actuales presidentes y vicepresidentes de EGEDA. "Telegram ha fulminado nuestros principales canales, a petición del presi del Atleti de Madrid y del hermano de Pedro Almodóvar, ese señor tan progre", denunciaba esta plataforma a través de redes sociales.

El cierre en falso de uno de los grandes debates de internet

Se suele olvidar, pero uno de los prolegómenos del estallido del movimiento 15M en España fueron todas las protestas en torno a la ley Sinde, una disposición legal dentro de una norma mayor bautizada con el nombre de la entonces ministra de Cultura socialista, Ángeles Sinde. 

Aquella ley Sinde abría la puerta a que una comisión del Ministerio de Cultura tuviese potestad para cerrar páginas web que vulnerasen, a su entender, los derechos de propiedad intelectual, siempre previa autorización de los juzgados de lo contencioso.

Esa controversia disparó la popularidad en España de movimientos como Anonymous. Sin embargo, la protesta decayó. En abril de 2021 se firmó un protocolo entre la Coalición —una asociación de las industrias culturales— y las operadoras de internet y desde entonces, de forma anual, el Gobierno da la estadística de cuántos dominios web ha colaborado en cerrar.

En 2022, 450. En 2021, 869.

Este debate ha seguido soterrado, pero la presión ha continuado. Javier Tebas, presidente de La Liga, sacó pecho hace unos meses de un auto judicial que, a su entender, le daba alas para perseguir a aquellos usuarios que estuviesen pirateando la señal de las retransmisiones futbolísticas.

Entonces, Business Insider España consultó al abogado especialista en derechos digitales, Carlos Sánchez Almeida, su impresión. El letrado fue sucinto: el auto le pareció más el fruto de un "experimento" para ver hasta dónde LaLiga "puede llegar". 

"Es el tira y afloja que tienen siempre con la Justicia. Escenifican las cosas en los juzgados, montan el número para que los medios, sobre todo los deportivos, publiquen en portada noticias falsas, y con ese ruido pretenden presionar al legislador". "Se llegó a incluir la censura de acontecimientos deportivos en la directiva copyright europea, pero en las negociaciones decayó", recordaba.

Luego llegó la controvertida ley Iceta, por el nombre del exministro de Cultura Miquel Iceta, que transpuso varias directivas —entre ellas la directiva copyright— llevándolas más lejos, lamentaba el letrado. "Aquí todo lo que hay es ruido y noticias falsas publicadas en portada". "Esto no va de combatir la piratería, va de presionar al legislador".

En términos similares se expresaba hace unos meses, coincidiendo con el casi bloqueo judicial de Telegram en España, el abogado David Bravo: "Bloquear Telegram porque hay canales que difunden enlaces a propiedad intelectual de grandes empresas. ¿Por qué no bloquear Internet por exactamente la misma razón?".

"La guerra por el abuso del copyright nunca terminó, simplemente se abandonó porque no hubo relevo de los que la sostenían. Todo está bien si seguimos teniendo TikTok, YouTube y recibimos dopamina por cada like. Esa es la internet que nos quedará. Otra tele", denunciaba Bravo.

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