Con la subida de los precios, ¿es más barato teletrabajar o ir a la oficina?

Da la impresión de que nunca llueve a gusto de todos. En mitad del debate sobre qué resulta más útil de cara a los trabajadores y las empresas, el teletrabajo o acudir a la oficina, ha entrado en juego un nuevo factor que no es ni mucho menos baladí: la subida de los precios. Llegados a este punto, ¿es más barato teletrabajar o ir a la oficina?

Aunque parezca una pregunta sin demasiada relevancia, lo cierto es que responderla y actuar en consideración puede ser clave a la hora de organizar las finanzas anuales. Tanto es así, que muchos expertos han decidido tomar cartas en el asunto e intentar descubrir qué opción resulta más económica para los empleados. Los resultados, en muchos casos, sorprenden. 

El precio de teletrabajar

No cabe duda de que teletrabajar tiene sus ventajas, e incluso parece que, según expertos, no reduce el nivel de productividad de las compañías. Sin embargo, la subida de precios en muchos aspectos básicos de la vida ha provocado que mucha gente se pregunte si realmente resulta rentable de cara al bolsillo, sobre todo si se utiliza calefacción o aire acondicionado habitualmente.

Según un informe de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, los hogares en los que se trabaja desde casa gastan de media un 49% más en electricidad y un 45% más en calefacción que aquellos en los que sus habitantes salen fuera a trabajar. Por no hablar de que, en ocasiones, es necesario invertir en adaptar las condiciones de la vivienda para convertirla en un puesto laboral. 

Sin embargo, a pesar de estos probables desembolsos, lo habitual es que salir de casa para ir a la oficina resulte más caro que la alternativa del teletrabajo. Según los datos del Centre for Economics and Business Research (CEBR), los trabajadores británicos, sin ir más lejos, gastan un promedio de 146 libras al mes en transporte para ir a la oficina, y emplean entre 30 y 46 minutos de tiempo. 

Además, los expertos apuntan a que no solo el precio de la gasolina o el transporte público supone una gran inversión, tampoco hay que olvidar el dinero que se gasta en comer y beber, ya sea en forma de cafés o desayunos y almuerzos fuera. Por ejemplo, algunos estudios señalan que los españoles gastan de media cuatro veces más en el bar que en el mantenimiento de sus coches. 

Flexibilidad vs. dinero

Con todo, parece que la gente, en especial los trabajadores más jóvenes a partir de los llamados millennials, tienen claras sus prioridades en este sentido. 

Según señalan desde la Escuela de Negocios de Harvard, el 60% de los empleados da prioridad a la flexibilidad horaria y los considerados beneficios adicionales que al dinero que ganan cada mes. 

De hecho, y a pesar de que la subida de precios es un problema mundial, en muchos lugares como Estados Unidos muchas empresas están teniendo serios problemas para que sus trabajadores regresen a la oficina después de la pandemia. Una situación que, al menos a medio plazo, no tiene pinta de ir a cambiar en absoluto.