Soy la primera persona a la que implantaron el chip cerebral de Neuralink, la empresa de Elon Musk: así me ha ayudado

Jyoti Mann
| Traducido por: 
Noland Arbaugh recibió el implante de chip cerebral de Neuralink en enero.
Noland Arbaugh recibió el implante de chip cerebral de Neuralink en enero.

iStock; BI

  • Noland Arbaugh es el primer ser humano al que se le ha implantado el chip cerebral de Neuralink.
  • Este tetrapléjico de 29 años ha hablado con Business Insider sobre el impacto que ha tenido en su vida.
  • Dice que el implante, que le colocaron en enero, le ha ayudado a recuperar la autonomía y a volver a relacionarse socialmente.

Este artículo se basa en la transcripción de una conversación con Noland Arbaugh, el primer paciente humano al que Neuralink implantó un chip cerebral. Se ha editado por razones de extensión y claridad.

No tenía miedo cuando me operaron en enero para colocarme el implante de Neuralink.

Estaba en paz con todo; y en ello tenía mucho que ver mi fe en Dios. Sabía que pasara lo que pasara ese sería el plan de Dios para mí, y eso me tranquilizó mucho.

También confiaba plenamente en el personal que trabajaban en ello, incluyendo al equipo de cirugía y las enfermeras. Eran personas excelentes en sus campos y respondieron muy bien a todas mis preguntas.

Había muchos riesgos, sobre todo por ser el primero en recibir el implante. Lo único que me preocupaba era sufrir daños cerebrales. Eso fue lo que me hizo dudar un poco inicialmente. Les dije a mis padres que si me convertía en discapacitado mental, no querría que siguieran cuidando de mí y que me ingresaran en una residencia. 

Esa fue probablemente la parte más difícil para la que tuve que prepararme antes de la operación.

La idea de renunciar al implante fue muy dura

Aproximadamente un mes después de ponérmelo, algunos de los cables o hilos del dispositivo se salieron del cerebro. Eso no fue culpa de Neuralink. No hay mucha bibliografía ni estudios sobre el tema y sobre cuánto se mueve el cerebro cuando vibra.

El equipo habló con muchos neurocirujanos y llegó a la conclusión de que el cerebro se mueve aproximadamente un milímetro. Después, tras implantarlo en mi cerebro, descubrieron que se movía tres milímetros, es decir, tres veces más de lo que esperaban. Los componentes y las roscas que elaboraron no estaban pensadas para soportar ese tipo de carga, lo que hizo que se retrajeran un poco.

Cuando me enteré de lo sucedido, mi respuesta inicial fue preguntarles si querían volver a intentarlo, desmontarlo e insertar uno nuevo, pero me dijeron que no se lo planteaban en ese momento. Querían ver si podían solucionar lo que había pasado con el software, cosa que acabaron haciendo en lugar de arreglarlo con otra operación. Lo hicieron muy bien.

No me dolió físicamente y no fue peligroso. Pero me dolió emocionalmente, porque pensé que ya no iba a poder utilizar el dispositivo. Estuve bastante deprimido durante unos días, pero suelo aguantar bien este tipo de contratiempos. Tardé unos días, pero me recuperé.

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Utilizo el implante para interactuar con otra gente en redes sociales

Lo he utilizado para enviar mensajes a gente en X, utilizar Instagram, responder a correos electrónicos, jugar a deportes de fantasía, leer cómics en internet y acceder a una web que uso para aprender japonés. También lo utilicé para reservar un hotel cuando visité la sede de Neuralink.

Una vez me quedé dormido mientras lo usaba, y el cursor seguía moviéndose cuando estoy dormido y sigue haciendo clic en cosas. Me dormí durante unos cinco minutos y cuando me desperté, había unas 10 aplicaciones diferentes abiertas en el ordenador. Puedes desactivar el cursor para que eso no ocurra, pero yo no lo hice en esta ocasión.

El dispositivo se conecta a mi ordenador mediante Bluetooth, y hay una aplicación de Neuralink que permite al implante acceder al ordenador, de modo que puedo conectarme y desconectarme de él a voluntad.

A veces, empiezo el día a las 7 de la mañana y utilizo el implante hasta las 11 de la noche. Sé que es mucho tiempo, pero me divierte, así que no me cansa.

Tengo sesiones de estudio con un equipo de interfaz cerebro-ordenador en Maryland de cuatro a ocho horas diarias. Fuera de ellas, tengo sesiones estructuradas en las que dispongo de tiempo personal para utilizar el dispositivo.

Esto nos ayuda a aprender cosas que los investigadores no aprenderían de otro modo, como las distintas formas en que no funciona del todo bien. Puede tratarse de un fallo en el software, por ejemplo, que tienen que solucionar para mejorarlo.

Neuralink

Ha mejorado mi calidad de vida

Me ha permitido volver a conectar con el mundo, mis amigos y mi familia. He mejorado mi capacidad de enviar mensajes de texto y de interactuar con otras personas, por ejemplo en las redes sociales.

Una de las cosas más importantes de ser tetrapléjico es lo impotente que te sientes, así que quería recuperar todo el control que pudiera.

Hubo momentos en los días posteriores al accidente que sufrí en 2016 y que me provocó una lesión medular en los que no quería hacer nada, estaba triste y pensaba: "Esto es horrible". No sabía qué hacer y no sentía que estaba siendo muy productivo.

Pero siempre he sido del tipo de persona que acepta las cosas cómo son y encuentra la manera de seguir adelante, y eso es exactamente lo que hice. No me dediqué a lamentarme, sino que miré hacia delante y pensé: "¿Cómo puedo mejorar mi vida? ¿Cómo puedo mejorar mi vida aunque sea un poco hoy?". Eso ayuda mucho. Me da un impulso y un propósito.

Los dos años posteriores al accidente fueron muy duros. Dicen que a los dos años ya no recuperas el movimiento ni la sensibilidad, y así es básicamente cómo va a ser el resto de tu vida. Fue duro durante uno o dos días, y luego seguí adelante.

El implante me ha dado un propósito al levantarme todos los días y siento que estoy haciendo un trabajo significativo. Siento que lo que hago cada día va a afectar a otra gente para siempre después de esto, y eso es suficiente para mantenerme en marcha todo el tiempo.

Desde que me colocaron el implante de Neuralink en enero, mi calidad de vida ha mejorado notablemente. Desde mi accidente, encontrar diferentes formas de seguir siendo productivo ha sido una ardua batalla. En definitiva, el dispositivo me ha permitido ser más independiente.

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