Preeclampsia: todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad del embarazo que conlleva riesgos para la madre y para el bebé

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  • Se trata de una enfermedad propia del embarazo y de las más graves que pueden desarrollarse al gestar ya que entraña riesgos para la madre y el bebé.
  • La preeclampsia conlleva presión arterial elevada y posibilidad de daño renal o hepático. Se estima que afecta al 5% de los embarazos.

Un 5% de las mujeres españolas sufrirá preeclampsia durante el embarazo. Un enfermedad en la que la presión arterial se eleva y aparecen signos de daño hepático o renal tras la semana 20 de gestación. Menos frecuente, la preeclampsia posparto, que se presenta, después de dar a luz, casi siempre dentro de las siguientes 48 horas.

La salud cardiovascular en la mujer se ve comprometida en distintas etapas de si vida. El riesgo aumenta con la menopausia, pero los cambios del embarazo también contribuyen a ello. El peso ganado así como los cambios hormonales pueden añadir tensión adicional al corazón y a los vasos sanguíneos, explica la Asociacion Estadounidense del Corazón (AHA). Hipertensión, diabetes gestacional, preeclampsia o incluso ictus son afecciones que pueden aparecer a causa de ello. 

Además, las dolencias que surgen durante en este periodo pueden tener efectos duraderos en la salud de la mujer durante toda su vida. Como es el caso de la preeclampsia, que puede duplicar las posibilidades de insuficiencia cardíaca infarto o ictus décadas después.

Preeclampsia: qué es

“Suele detectarse en el segundo o tercer trimestre de la gestación, debido al aumento de las cifras de tensión arterial. A veces puede estar acompañada de cefaleas, edemas o dolor abdominal, pero la mayor parte de las veces suele ser asintomática”, explicó en 2019 la Dra. Laura Muñoz Saá, especialista en Ginecología y Obstetricia del Campus de Madrid de la Clínica Universidad de Navarra  con motivo de una jornada científica en torno a esta afección organizada por la clínica.

La preeclampsia se diagnostica por la presión arterial alta persistente que se desarrolla durante el embarazo, asociada a una pérdida de proteínas por la orina. Es precisamente esta presencia de la proteína lo que la diferencia de la hipertensión gestacional, la cual no conlleva riesgos hepáticos o renales.

Una tensión arterial mayor a 140/90 repetida durante el embarazo es síntoma de preeclampsia.
Una tensión arterial mayor a 140/90 repetida durante el embarazo es síntoma de preeclampsia.

Se trata de una enfermedad que conlleva riesgos importantes para la madre y para el bebé. La preeclampsia afecta la placenta, los riñones, el hígado, el cerebro y otros órganos y sistemas sanguíneos de la progenitora. En casos muy severos esta puede sufrir fallo renal o hepático o hemorragia cerebral, enumeró Muñoz. 

La enfermedad puede hacer que la placenta se separe del útero, y provocar un parto prematuro o la pérdida del embarazo. Aunque poco frecuente a veces evoluciona a eclampsia y provoca convulsiones. Estas conducen a una pérdida de conocimiento que puede provocar la muerte de la madre y del feto sin tratamiento, advierte el instituto Nacional de la Salud infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver de EEUU.

No obstante en el 75% de los casos la preeclampsia es leve, por lo que la mayoría de las madres darán a luz a bebes sanos y se recuperarán. Sin embargo, se puede pasar a una forma grave en pocos días si no se trata. Por lo que requiere de seguimiento.

No existe un tratamiento para la preeclampsia, más allá del parto. Por lo que en embarazos avanzados es posible que los médicos decidan provocarlo. En etapas tempranas pueden recetarse medicamentos para reducir los riesgos en madre y bebé.

Signos de preeclampsia

El síntoma más evidente es una presión arterial elevada. Para hablar de hipertensión la tensión arterial debe ser igual o superior a 140 mm Hg de sistólica o 90 mm Hg de diastólica, valorada en 2 ocasiones, separadas por un intervalo de 4 horas.

Mas allá de eso, suele surgir sin que se manifieste. Si lo hace pueden sentirse los siguientes síntomas:

  • Edema (retención de líquidos) manifestado por hinchazón de pies y tobillos, manos o cara y rápido aumento de peso.
  • Dolores de cabeza inusuales o persistentes.
  • Problemas visuales como visión borrosa, "moscas" borrosas o destellos de luz.
  • Dolor en la parte superior del abdomen o debajo de las costillas a la derecha.
  • Náuseas y vómitos.
  • Malestar general.

Mujeres con más riesgo

En España, la preeclampsia afecta a aproximadamente el 5% de las gestaciones. El riesgo aumenta sin embargo hasta un 20% en las gestaciones obtenidas mediante técnicas de reproducción asistida, cifran desde la CUN. Además, las mujeres que tienen factores de riesgo, como hipertensión crónica, diabetes mellitus, obesidad, nefropatía o antecedente de preeclampsia en un embarazo previo, la probabilidad de padecer esta enfermedad se eleva hasta el 30%.

En lo relativo a factores de riesgo materno de preclámpsia, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, se consideran mujeres de “alto riesgo” aquellas que tienen al menos un factor de los considerados de riesgo elevado, o 2 o más factores de riesgo moderado, según la siguiente tabla:

Riesgo elevadoRiesgo moderado
Trastorno hipertensivo del embarazo en gestación anteriorPrimer embarazo
Patología renal previaEdad materna ≥ 40 años
Lupus erimatoso sistémicoPeriodo entre embarazos mayor de 10 años
Síndrome antifosfolípidoIMC > 35 kg/ m² (primera visita gestación)
Diabetes MellitusHistorial familiar de preeclampsia
Hipertensión arterial crónicaGestación múltiple
 

En mujeres de alto riesgo, la toma de aspirina en bajas dosis ha sido señalado como un tratamiento seguro durante el embarazo, demostrando su capacidad para disminuir la incidencia de la enfermedad.

En nuestro país el ensayo clínico Preval/Decrease, liderado por el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Torrejón, de Madrid, y la Fundación iMaterna busca identidicar a las embarazadas que podrían beneficiarse de este tratamiento preventivo.

Los riesgos cardiovasculares se mantienen después del embarazo

Tras una preeclampsia sin complicaciones, la presión arterial y el aumento de las proteínas en la orina de la madre suelen regresar a valores normales en las 6 semanas posteriores al parto. 

Sin embargo, los estudios han demostrado que la preeclampsia aumenta los riegos cardiovasculares en el futuro. Las mujeres que la han experimentado son 4 veces más propensas a desarrollar hipertensión y 2 veces más propensas a tener una reducción del suministro de sangre al corazón, que puede provocar ataques cardíacos, coágulos sanguíneos en una vena y accidentes cerebrovasculares, determinó una investigación de 2007.

Estudios más recientes confirman estos hallazgos. En 2023 un trabajo publicado en el European Journal of Preventive Cardiology analizó datos relativos a  más de un millón de mujeres danesas embarazadas entre 1978 y 2017. La preeclampsia multiplicó por 4 las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco y por 3 las de ictus durante los 10 años posteriores al parto. El riesgo seguía siendo del doble entre las mujeres con preeclampsia más de 20 años después de dar a luz.

Ese mismo año otra investigación en The British Journal of Medicine, asoció  las principales complicaciones del embarazo —bajo peso del recién nacido, parto prematuro, preeclampsia, diabetes gestacional y otros trastornos de la presión arterial—  con un mayor riesgo de cardiopatía isquémica.

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