Así quiere Japón llevarte en ascensor a Marte antes de 2050

Jenny McGrath
| Traducido por: 
Dibujo conceptual de la Corporación Obayashi para su propuesta de ascensor espacial.
Dibujo conceptual de la Corporación Obayashi para su propuesta de ascensor espacial.

Cortesía de la Corporación Obayashi. 

  • Los ascensores espaciales podrían abaratar y acelerar el transporte de mercancías a otros planetas. 
  • La Obayashi Corporation, con sede en Japón, anunció en 2012 sus planes de empezar a construir uno para el año que viene, pero se acumulan los problemas. 

Imagina un larguísimo cable de conexión entre la Tierra y el espacio que pudiera ponernos en órbita por un coste mínimo y llevarnos a otros mundos a una velocidad récord. Esa es la idea detrás de los ascensores espaciales.

En lugar de tardar entre seis y ocho meses en llegar a Marte, los científicos calculan que un vehículo así podría llevarnos allí en tres o cuatro meses, o incluso en 40 días. El concepto de ascensor espacial no es nuevo, pero la ingeniería de una estructura de este tipo no sería tarea fácil. 

Hay muchas otras cuestiones, además de la tecnología, que se interponen en el camino de hacer este sueño realidad. Por eso, la ambición de construir uno de verdad es bastante reciente. La empresa japonesa Obayashi Corporation dice que cuenta con los conocimientos necesarios. 

Japón quiere construir un ascensor espacial para 2050 

La torre Skytree de Japón es alta, pero ni de lejos es tan grande como un ascensor espacial. REUTERS/Kyodo

Reuters

Conocida por construir la torre más alta del mundo, la Tokyo Skytree, la Obayashi Corporation anunció en 2012 que alcanzaría llegaría aún más alto con su propio ascensor espacial. La empresa ha dicho que su intención es empezar la construcción de ese portento de la ingeniería en 2025, con un coste aproximado de 100.000 millones de dólares, con la intención de que empiece a funcionar en 2050. 

Yoji Ishikawa, autor del informe y miembro del departamento de creación de tecnología del futuro de la empresa, ha contado a Business Insider cómo avanza el proyecto. Asegura que es probable que la empresa no inicie la construcción el año que viene, porque en la actualidad todavía se está dedicando a la "investigación y el desarrollo, el diseño preliminar, la creación de asociaciones y la promoción". 

Muchos han dudado incluso de que una estructura así sea posible. Christian Johnson, experto que el año pasado publicó un informe sobre ascensores espaciales en la revista científica Journal of Science Policy and Governance. "Es una idea un tanto descabellada", asegura. 

"Dicho esto, hay algunas personas que son verdaderos científicos que creen realmente en esto y quieren que suceda", dijo también Johnson. 

Una ruta más barata al espacio

Los ascensores espaciales son un concepto que consiste en crear una atadura entre la Tierra y el espacio orbital.
Los ascensores espaciales son un concepto que consiste en crear una atadura entre la Tierra y el espacio orbital.

getty images

Lanzar seres humanos y objetos al espacio en cohetes es extremadamente caro. Por ejemplo, la NASA ha calculado que cada una de sus cuatro misiones lunares Artemis le van a costar 4.100 millones de dólares.

La razón es algo llamado la "ecuación del cohete". Se necesita mucho combustible para llegar al espacio, pero el combustible es muy pesado, así que necesitas todavía más combustible para elevar el objeto y mandarlo fuera de la Tierra. "Así se crea el círculo vicioso", explica Johnson. 

Un ascensor espacial no necesitaría cohetes ni combustibles. Según algunos diseños, los ascensores espaciales transportarían la carga a la órbita en vehículos electromagnéticos llamados "escaladores". Estos vehículos podrían alimentarse con energía solar o con microondas, eliminando la necesidad de combustible a bordo. 

En su informe para la Corporación Obayashi, Ishikawa escribió que este tipo de ascensor espacial podría ayudar a reducir el coste de mercancías al espacio a 57 dólares por libra (0,45 kilos). Otras estimaciones para ascensores espaciales en general han situado el precio en 227 dólares por libra. 

Por comparación, enviar algo al espacio con el Falcon 9 de SpaceX cuesta 1.227 dólares por libra (unos 3.000 euros por kilo). Ese es uno de los precios más bajos del mercado, y sigue siendo unas cinco veces más elevado que las estimaciones más conservadoras para los ascensores espaciales. 

Además del coste, esta tecnología tiene otras ventajas. No hay peligro de que exploten y podrían ser vehículos de cero emisiones, dijo Johnson. A un ritmo relativamente pausado de 124 millas por hora (200 kilómetros por hora), los ascensores de la Corporación Obayashi viajarían más despacio que los cohetes, pero tendrían menos vibraciones. 

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No hay suficiente acero en la Tierra para construir un ascensor espacial

Los vehículos conocidos como trepadores transportarían mercancías y personas entre planetas.
Los vehículos conocidos como trepadores transportarían mercancías y personas entre planetas.

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En la actualidad, uno de los mayores obstáculos para construir un ascensor espacial es encontrar un material adecuado para fabricar el cable de sujeción o el tubo por el que iría la mercancía o los humanos que quisieran llegar al otro lado. 

Para soportar la tensión a la que estaría sometido, el cable tendría que ser muy grueso. Sobre todo si se fabrica con materiales típicos como el acero. "Si se intenta construir con acero, haría falta más acero del que existe en la Tierra en estos momentos", explica Johnson. 

El informe de Ishikawa sugiere que la Obayashi podría utilizar nanotubos de carbono. Un nanotubo es una capa enrollada de grafito, el material que se utiliza en los lápices. Es mucho más ligero que el acero y menos propenso a romperse bajo tensión. Eso implica que el ascensor espacial podría ser mucho más pequeño, asegura Johnson. Pero hay un inconveniente. 

Los nanotubos son muy resistentes pero diminutos, de una milmillonésima parte de un metro de diámetro. Tampoco son muy largos. El más largo que han conseguido hacer los investigadores es de medio metro

Para que el cable llegue a la órbita geosíncrona —donde los objetos se mantienen sincronizados con la rotación de la Tierra— y mantenga el equilibrio, el cable tendría que medir al menos unos 35.000 kilómetros, según el informe de Ishikawa. 

"Así que no estamos ahí", explica Johnson. "Pero eso no significa que no sea posible". En su lugar, aconseja el experto, los investigadores deberían desarrollar un material completamente nuevo. 

Otros obstáculos

El ascensor espacial de la Corporación Obayashi se acoplaría a un puerto terrestre situado en alta mar.
El ascensor espacial de la Corporación Obayashi se acoplaría a un puerto terrestre situado en alta mar.

Obayashi Corporation

Sea cual sea el material que se utilice, aún quedan otros problemas. Por ejemplo, la correa de sujeción de un ascensor espacial estaría sometida a una tensión tan increíble que sería propensa a romperse, según Johnson. Un rayo podría vaporizarlo. 

También hay que tener en cuenta otras condiciones meteorológicas, como los tornados, monzones o huracanes. Situar la base de amarre en el ecuador reduciría la probabilidad de huracanes, pero tendría que estar en mar abierto para evitar los ataques terroristas, según el experto. 

Además, se necesitarían muchos viajes para compensar el elevado precio de la construcción.  Y esto no es más que arañar la superficie de los retos que hay por delante. No pueden ser todos resueltos por una sola empresa, según Ishikawa. "Necesitamos asociaciones", asegura, "y diferentes industrias". 

"Por supuesto, recaudar fondos es esencial", asegura. 

Son muchos obstáculos para superar la fase inicial de construcción y tenerlo listo para 2050, una promesa casi imposible. "No es nuestro objetivo ni nuestra promesa", avisa Ishikawa, "pero la empresa sigue aspirando a esa fecha. Creo que esas estimaciones de tiempo son un poco optimistas, incluso suponiendo que hubiera un gran avance mañana". 

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