El ocaso de las discotecas, que cierran en masa: los jóvenes quieren la calle o Internet

Estos son los horarios del ocio nocturno en cada comunidad autónoma de España

Juan Medina/Reuters

  • España ha perdido gran parte de las discotecas por el cambio de costumbres de los jóvenes, debido a Internet, la tecnología y las redes sociales. 
  • La pandemia y el menor poder adquisitivo de la nueva generación son otras de las razones para que no paren de cerrar locales de ocio nocturno. La juventud prefiere bebe en la calle o en casa, y ligar en aplicaciones del móvil. 
  • Los horarios también han cambiado, optando por el tardeo, y en música prefieren los festivales musicales.

Los tiempos cambian en casi todos los ámbitos y el ocio nocturno no es una excepción. Parecía que los pubs y discotecas no solo no desaparecerían, sino que irían a más, pero está ocurriendo lo contrario. Internet, las redes y la tecnología ha hecho que las nuevas generaciones opten por jugar online, beber con los amigos en la calle o en una casa, y ligar en las numerosas aplicaciones

De cualquier forma, las costumbres han cambiado, y los sociólogos y psicólogos dirán si fue solo causa o consecuencia de estos nuevos actores y factores, pero lo cierto es que la juventud española es o parece menos "fiestera" y por supuesto, más tecnológica. 

"Templos" míticos que desaparecieron

Si tienes cierta edad y has vivido o vives en Madrid, Barcelona o San Sebastián, seguro que disfrutaste en Oh! Madrid, Atika, Up&Down, Dixi 724 o Ku. Son discotecas míticas que tuvieron que cerrar tras más de 25 años de actividad en todas ellas. 

Hay un dato revelador: durante la crisis cerraron el 64% de las salas, y aún no había llegado la pandemia, que definitivamente ha dado la puntilla al sector, a pesar de una ligera recuperación, precisamente por el efecto encierro, que dio ganas para salir como antes. Duró poco. La sangría sigue su curso. 

Cierre o transformación

En otros casos, al menos se han podido reciclar, convirtiéndose en restaurantes u otro tipo de local de ocio que ya no es la discoteca nocturna de toda la vida. 

También es una forma de adaptarse a la nueva demanda, más en la línea de franquicias de comida o de pubs mixtos para tomar algo, picar y escuchar música, pero sin la típica barra y pista de baile. 

La legalidad y normas, otro factor importante

No solo la nueva forma de vida y gustos de los jóvenes hacen que cierren tantas discotecas y pubs. Las nuevas normativas que han ido surgiendo y la dureza con la que se castiga al infractor, ha hecho que este ocio nocturno resulte menos atractivo. 

Si con una cerveza te van a parar y darás positivo y tampoco puedes fumar, en casa de alguien podrás hacer ambas cosas. Al final es más práctico y de paso barato, beber con los amigos en un botellón o en una casa particular. Sin entrada, sin la copa a 10 o 15 euros, sin entradas o sin ver si tienes acceso a tal o cual local. 

La diversión se "diurniza" 

Lo que antes parecía exclusivo de la noche, ahora se hace por la tarde o incluso las mañanas de los fines de semana. Basta con reunir a tu pandilla por redes de mensajería y que cada uno lleve algo, en una época donde además los jóvenes tienen menos poder adquisitivo por primera vez que las generaciones anteriores. 

Afortunadamente, la tecnología ha compensado esa circunstancia, sin que haya que gastarse un buen dinero cada noche para socializar. Es lo que se conoce como tinderización. El ligoteo a un clic, o un like. También influye la demografía, ya que la generación anterior ya tenía índices de natalidad bajísimos, con lo que hay mucha menos población en edad de ocio nocturno. 

Una italianización de las costumbres españolas

Si has viajado a Italia u otros países, pero mejor comparar con un país latino muy similar a nosotros, habrás notado que, aunque sí hay discotecas y pubs, lo habitual para salir es lo que se conoce aquí como tardeo, es decir, salir por la tarde, el equivalente allí al afterwork

Los italianos van a terrazas o los abundantes pubs y locales con aperitivo, donde pagas la bebida y puedes comer lo que quieras del bufé. Aquí esto último no es habitual, pero sí cada vez más el tardeo en terrazas y locales donde se mezcla también el picoteo y el copeo, pero sentados y sin música estridente. De hecho, ya supone el 90% del volumen total de bebidas en bares y restaurantes. 

España es país de bares, pero ya menos

Su ratio de bares por habitante sigue siendo muy superior al de cualquier país europeo, incluso más que sumando varios, a pesar de que hay miles de bares menos en los últimos años. En cambio, sí ha crecido mucho el negocio de los restaurantes. 

Los españoles, jóvenes y menos jóvenes, gastan ya mucho más en salir a comer o cenar, que en ir de pubs y discotecas. De hecho, lo que antes era costumbre cenar y luego salir, ahora es realizar tardeo tras salir a comer o bien antes de cenar, sin continuar el ocio por la noche. 

Menos discotecas, pero las mismas ganas de música

En cuanto a la música, los jóvenes no escuchan menos o les gusta menos, aunque también han cambiado, y mucho, los gustos musicales. Ahora prefieren los festivales y locales con música en directo, además del streaming

Pero aún hay una excepción que mantiene el negocio, sobre todo en las zonas turísticas, y es el visitante extranjero o de otros lugares de España, que buscan no solo playa o cultura, sino ocio nocturno, saliendo lo que igual ya no salen en sus lugares de origen. 

Una tendencia europea

Pasa igual en el resto de Europa. En Alemania, por ejemplo, había ante de la pandemia 2.300 discotecas y ahora hay 860, y siguen cerrando. Los empresarios alemanes tienen claro que las nuevas costumbres de los jóvenes es la causa principal

Incluso Berlín, un referente europeo y mundial del ocio nocturno, con algunas de las mejores discotecas, ha decaído mucho, cerrando cientos de pubs y discos. Y muchos de los locales que sobreviven, otrora llenos, ahora medio vacíos, y con un porcentaje alto de generaciones anteriores, en vez de jóvenes. 

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