¿Por qué no detectó el Servicio Secreto antes al tirador de Trump?

Atentado contra Donald Trump

REUTERS/Brendan McDermid

Kenneth Niemeyer,

Laura Italiano

| Traducido por: 
  • Un francotirador del Servicio Secreto salvó la vida de Trump, pero el tirador consiguió matar a un asistente al mitin y herir a otras dos personas antes de ser abatido. 
  • Los expertos señalan que el calor, el escaso personal y el hecho de centrarse en una zona arbolada cercana pudieron costar unos segundos cruciales.

El francotirador del Servicio Secreto que salvó por poco la vida del expresidente Donald Trump podría haber perdido segundos cruciales debido a múltiples factores, como el calor extremo, la falta de refuerzos y la posible focalización en una arboleda cercana, según ha explicado un antiguo agente especial a Business Insider.

"El francotirador de los Servicios Secretos tomó una decisión increíblemente rápida y salvó la vida de Trump", explica Bill Pickle, el antiguo agente especial a cargo del destacamento del Servicio Secreto de la vicepresidencia de Al Gore. 

"Nuestros hombres son los mejores tiradores del mundo. Es a lo que se dedican", recalca Pickle. 

"Y en menos de un segundo desde el momento en que este chico abrió fuego, el tipo del Servicio Secreto le disparó", explica sobre el francotirador desplegado en el mitin del sábado por la noche en Butler (Pensilvania, Estados Unidos). 

"Pero alguien culpará a ese agente del Servicio Secreto, y dirá: 'Si hubiera sido dos segundos más rápido en detectar al tirador...'", reflexiona el ex agente especial. "La verdadera pregunta puede ser: si hubiera habido más ojos buscando francotiradores en ese edificio, ¿podría haberse evitado toda la situación?".

¿Cómo es que el equipo no vio antes al sospechoso del tiroteo?

Pickle explica que uno de los aspectos en los que se centrarán los investigadores será cómo consiguió el tirador encaramarse al edificio sin que las autoridades se percataran. 

"La otra pregunta es, ¿por qué no estaba asegurada esta azotea y había agentes o fuerzas del orden allí dentro comprobando identificaciones?", añade. 

"¿Cómo se le ocurrió a este chico salir a la azotea y deslizarse por ella?", se pregunta Pickle. "Se arrastró por el tejado a gatas, sobre sus manos y rodillas, y empujó el arma delante de él como en el ejército".

Pero incluso si hubieran visto al sospechoso del tiroteo antes, los antifrancotiradores no siempre tienen la capacidad de actuar inmediatamente cuando detectan una amenaza, según Anthony Cangelosi, un antiguo agente especial que estuvo al frente de los medios técnicos de seguridad del Servicio Secreto para los candidatos presidenciales.

"Tienes que tomar una decisión: '¿Disparo? ¿O no disparo?", resume Cangelosi a Business Insider

"¿Y si descubres: 'Oh, acabo de matar a un chaval de 20 años que quería ver a la persona que estoy protegiendo, y no podía entrar en el recinto, y solo quería subirse a ese tejado para verle'?". Nadie quiere verse en esa situación", explica Cangelosi. 

Cangelosi plantea que el equipo del Servicio Secreto en el acto debería disponer de un "plano del lugar" que incluyera una distribución de la zona y de los edificios circundantes. 

El tirador estaba encaramado en un tejado a unos 150 metros del escenario del mitin de campaña en Butler, Pensilvania.
El tirador estaba encaramado en un tejado a unos 150 metros del escenario del mitin de campaña en Butler, Pensilvania.

getty images

El presunto asesino disparó al menos tres veces desde un tejado situado a 150 metros de donde Trump estaba hablando. Mató a un asistente al mitin e hirió de gravedad a otros dos antes de ser abatido por un francotirador del Servicio Secreto, que se encontraba en otra azotea.

Una bala rozó la oreja derecha de Trump y le ensangrentó la cara.

"Este chico, a 150 metros, hizo un gran disparo", explica Pickle. "No sé si utilizó una mira telescópica", dice a Business Insider. "Pero incluso con esa mirilla hace falta alguien con entrenamiento para apuntar a la cabeza de alguien a 150 metros de distancia, y darle en el borde de la cabeza", asegura. 

"No es un disparo afortunado. Es de alguien que ya ha disparado antes".

El FBI ha identificado al tirador como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park (Pensilvania, Estados Unidos) y ha indicado que todavía están investigando el posible motivo. 

No obstante, por el momento está claro que al menos tres cosas pudieron haber influido en el retraso de varios segundos entre el momento en que Crooks fue visto arrastrándose por el tejado y el momento en que el equipo del Servicio Secreto lo vio y le disparó, según Pickle.

La decisión sobre cuántos francotiradores desplegar puede resultar el factor más crítico, sostiene. "Alguien tomó la decisión de que ese número de francotiradores era suficiente", explica.  "Y obviamente, visto lo visto, se equivocaron porque hubo un chico que fue capaz de subirse a ese tejado y apretar el gatillo tres veces como mínimo".

¿Cuántos equipos del Servicio Secreto se desplegaron?

El Servicio Secreto dispone de equipos avanzados que examinan los lugares y formulan recomendaciones sobre el personal antes de los grandes acontecimientos, según un experto.
El Servicio Secreto dispone de equipos avanzados que examinan los lugares y formulan recomendaciones sobre el personal antes de los grandes acontecimientos, según un experto.

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Las decisiones sobre el personal se habrían tomado en el cuartel general del Servicio Secreto en Washington, basándose en lo que el personal de la agencia sobre el terreno recomiende tras una investigación de varios días en el lugar, explica Pickle. 

"En la práctica, un equipo de avanzadilla realiza un reconocimiento exhaustivo, en el que lo revisan todo y luego recomiendan lo que necesitan", señala.

"Pero si no tienen recursos, la central puede decir que sólo puede enviar un equipo. Y eso no es inusual: si no disponen de recursos, no lo tendrán", explica Pickle.

"Y si no es un problema de recursos, y se disponía de dinero, entonces se trata de un problema de asignación de recursos", explica, lo que significa que alguien subestimó la mano de obra necesaria para mantener a salvo a Trump.

Independientemente de cuántos francotiradores estén presentes, el Servicio Secreto normalmente tiene una "cobertura de 360 grados" de un evento en el que un presidente o expresidente toma la palabra, dice Cangelosi.

Otros factores incluyen el clima.

"Los agentes de seguridad probablemente dirían que estuvimos allí cuatro horas con un calor de 38 grados, y que si hubiéramos tenido otro equipo o un dron de apoyo esto no habría ocurrido", cuenta Pickle. 

También es posible que el equipo se centrara en una arboleda cercana, considerándola el principal riesgo. "Están buscando todo aquello que pudiera ocultar a un asesino potencial", indica Pickle.

"La primera suposición es que si soy un tipo malo, me voy a esconder. La naturaleza humana permite examinar los tejados para asegurarse de que están vacíos, pero luego te centras en la línea de árboles porque crees que el malo va a estar escondido", explica Pickle.

"No crees que el malo vaya a estar al descubierto", añade.

Se avecinan disputas entre agencias y un intenso escrutinio público

El Servicio Secreto dispone de equipos avanzados que examinan los lugares y formulan recomendaciones sobre el personal antes de los grandes acontecimientos, según un experto.
El Servicio Secreto dispone de equipos avanzados que examinan los lugares y formulan recomendaciones sobre el personal antes de los grandes acontecimientos, según un experto.

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Una vez que el asesino abrió fuego, "todo lo que ocurrió allí arriba fue de manual y como debería haber ocurrido", señala Pickle. El equipo de seguridad respondió a los disparos, los agentes de contraataque equipados con trajes y cascos negros se abalanzaron sobre el escenario y los agentes trajeados que se encontraban en la tribuna del mitin sacaron a toda prisa a Trump del escenario.

"¿Pero por qué no se le pudo identificar unos segundos antes?", se pregunta Pickle sobre el tirador.

"¿Fue a causa del agotamiento por estar cuatro horas en un tejado a 38 grados? ¿Estaba el equipo de seguridad vigilando el espeso follaje del lugar, que posiblemente era el mejor sitio para esconderse?", añade.

"Un tejado abierto no es el mejor lugar para esconderse. Si salía a un tejado abierto, estaba preparado para morir", añadió.

"La peor pesadilla para el Servicio Secreto siempre ha sido un pistolero solitario que no ha dado a conocer sus opiniones públicamente y está dispuesto a morir".

Pickle dice que el incidente del sábado será diseccionado durante años y "estará en el programa de formación para siempre."

"Va a ser un fusilamiento circular", anticipa Pickle sobre el señalamiento entre agencias y las teorías conspirativas que se desarrollarán a medida que el intento de asesinato sea escudriñado por el FBI, el Congreso y la prensa y el público.

"Este asunto será analizado durante años, y formará parte del programa de formación para siempre", afirmó.

Cangelosi comenta a BI que "mucha gente habla y las cosas simplemente cambian" dentro de la agencia después de un suceso de esta magnitud.

"Todos queremos respuestas, y las queremos lo antes posible, pero va a llevar algún tiempo", señala Cangelosi. "Ya conocemos al Servicio Secreto; son profesionales. Se cometen errores, y ellos van a ponerles remedio".

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