Manual de instrucciones para convertir la ciencia en startups

Convetir la ciencia en startups de éxito. A este díficil objetivo han consagrado sus esfuerzos durante esta semana la Fundación La Caixa y la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA).

Ambas instituciones han llevado a cabo un taller formativo de introducción a la innovación y transferencia tecnológica en biomedicina y salud orientado a investigadoras e investigadores que trabajan en el campo del cáncer en España.

A lo largo de tres jornadas, que se han desarrollado en formato online y presencial, ASEICA y la Fundación La Caixa han proporcionado al personal investigador en cáncer herramientas para impulsar la transferencia científica de resultados y descubrimientos hacia aplicaciones tecnológicas y clínicas. 

El curso ha acabado este viernes con una última sesión dedicada a cuestiones como la financiación de los proyectos empresariales que pueden surgir de las investigaciones de los expertos y casos de éxito.

“Los resultados científicos de los investigadores e investigadoras en cáncer de este país tienen un gran potencial para la generación de propiedad intelectual, creación de compañías de base tecnológica, y en general, para la innovación y transferencia de conocimiento", ha subrayado Marisol Soengas, presidenta de ASEICA. 

Sin embargo, remarca, falta formación específica en este ámbito. Por esta razón, la asociación ha decidido establecer esta colaboración entre ambas entidades. 

"Nos parecía importante que las personas participantes en el taller recibieran formación y comentarios directamente de profesionales en el campo, por lo que agradecemos a la Fundación La Caixa su decidida apuesta por apoyar la organización de esta formación interactiva", recalca la presidenta de ASEICA.

Por su parte, Alexandre Esteban, responsable de proyectos de innovación en salud de la Fundación La Caixa, ha explicado que la entidad ha apostado "firmemente" por el apoyo a la innovación biomédica, "desde el lanzamiento en 2015 del programa CaixaImpulse junto a Caixa Capital Risc, con el fin de contribuir a la transferencia de resultados científicos a la sociedad". 

El programa, coordinado por el investigador Toni Celià-Terrassa, miembro de la junta directiva de ASEICA, ha formado a diez investigadores e investigadoras principales (líderes de grupo) en diferentes etapas de su carrera en laboratorios que estudian los mecanismos para comprender mejor el cáncer. 

Estos investigadores son Arantxa Tabernero (INCYL, Universidad de Salamanca); Álvaro C. Ucero (Hospital 12 de Octubre, CNIO); Pedro P. Medina (Universidad de Granada); Ceres Fernández (IDIS Santiago de Compostela); Gabriel Fernández Calvo (UCLM); Mónica Martínez Fernández (Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur); Carlos del Fresno (Instituto de Investigación Sanitaria Hospital la Paz-IdiPAZ); Jorge Barbazán (IDIS); Pilar Eroles (Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA); y Mar Orzáez (Centro de Investigación Príncipe Felipe CIPF).

Entre los ponentes, por su parte, han estado Óscar Alegre (RCD Legal); Maribel Berges (Affirma Biotech); Pablo Cironi (Caixa Capital Risc); Gustavo Fuster (Hoffmann Eitle); Beatriz Llamusí, (ARTHEx Biotech); Eva Loste (Ubik Media); Albert Mascarell, (Biotech Venture Builder); Valle Palomo (IMDEA Nanociencia); Carolina Pola (Stab Therapeutics); Sandra Rodríguez (CNIO) o Damià Tormo (Columbus Venture Partners).

"Los inversores tenemos sentimientos: os pido que nos entendáis también un poco a nosotros"

Precisamente ha sido Cironi el encargado de recordar a los investigadores algunos conceptos básicos sobre el mundo de la inversión. Es socio de Caixa Capital Risc, el brazo inversor en capital riesgo de Criteria Caixa, que es a su vez un holding con el que la entidad busca aumentar su patrimonio.

"Los inversores tenemos sentimientos, tenemos que pedirle también dinero a alguien, tenemos que responder ante alguien. Os pido que nos entendáis también un poco a nosotros. Lo principal que buscamos a la hora de invertir es que el investigador tenga siempre un cierto nivel de compromiso con el proyecto", ha comenzado explicando. 

Cualquier proyecto, ha ahondado el experto, empieza con la propuesta de valor, sigue con el plan de desarrollo, es decir, cómo, quién y cuándo se va a hacer lo que está previsto que se haga, y culmina con el temido plan financiero. 

Cironi le ha quitado algo de solmenidad al concepto: "Esta última no es la parte más importante. Buscamos saber que lo que se dice tiene sentido. Al final, lo que comprobamos es la credibilidad del emprendedor".

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En cuanto a la financiación, otro de los grandes temas en el mundo de las startups, para Cironi todo es una cuestión de pensar con algo de perspectiva: "Hay que saber siempre a quién voy a hablar y por qué. Tengan claro que cuando los inversores entramos en un proyecto, lo que queremos saber es cuándo y cómo vamos a salir".

Por ello, cualquier aspirante a emprendedor debe prepararse para tener reuniones casi inacabables con montones y montones de preguntas por parte de los fondos. Es un trance necesario: "La idea es generar confianza, credibilidad y el convencimiento de que son los compañeros adecuados de viaje", ha subrayado Cironi. 

El inversor no ha evitado otro tema especialmente sensible: la valoración. "Es muy difícil decir cuánto vale una idea, sobre todo al principio. Lo que se suele hacer es calcular cuánto dinero necesita la empresa para llegar al siguiente punto y a partir de ahí se hacen cálculos", ha explicado el inversor, que ha recordado que conviene dejar a un lado los sentimientos al hablar de negocios.

"Hay quien se lo toma por lo personal cuando le dices que la idea en la que lleva trabajando 20 años, transformada en empresa, solo vale, por ejemplo, dos millones de euros. Pero una cosa y otra no tienen nada que ver, hay muchos condicionantes".

Los errores a evitar en el momento de emprender

No es el único error que pueden cometer los aspirantes a emprendedores. Para Cironi, este es el decálogo de fallos a evitar por los investigadores una vez se lanzan al implacable mundo del ecosistema emprendedor:

1. No vendan el producto en vez de vender la empresa, ni viceversa.
2. No hagan falsas promesas ni exageren.
3. No metan prisa al inversor.
4. No intenten impresionar a nadie, sean naturales.
5. No prometan objetivos poco realistas.
6. Sean transparentes en la comunicación.
7. No oculten los riesgos ni los ignoren.
8. No hagan planes de negocio demasiado inconcretos.
9. No crean que diluirse es malo por definición.
10. Cultiven las relaciones con el tiempo.

Hay quien ya ha pasado por todo esto. Es el caso de Beatriz Llamusí, jefa de Ciencia de Arthex Biotech, un spinoff de la Universidad de Valencia que está explorando tratamientos genéticos.

Coincide en mucho de lo planteado por Cironi: "El momento más agónico fue cuando intentamos levantar la serie A. Nos vimos al menos con 50 fondos, y algunos se echaron para atrás después de un año entero hablando con ellos. El comentario de muchos era que si habíamos probado nuestra tecnología en humanos. ¡Con lo difícil que es eso! Pero que los inversores den feedback es importante".

Valle Palomo, de IMDEA Nanociencia, un instituto dedicado a la aplicación de esta tecnología, subraya otra dificultad más: "A la hora de presentar el proyecto, una de las dificultades es el lenguaje. En ciencia pedimos y si te lo dan, te lo dan. A nosotros nos pasó que querían saber quién más estaba invirtiendo en nosotros. Si no sabes que se necesita tiempo para tratar con los inversores, te puedes desesperar".

Sandra Rogríguez, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, resumió el sentir de los investigadores presentes en la formación: "El objetivo es montar estas empresas no es hacerte rico, sino mejorar un poco la calidad de vida de los pacientes y, si se puede, de la gente en general".