Los inversores están desesperados por saber si la burbuja de Nvidia, valorada en 3 billones de dólares, está a punto de estallar

Hasan Chowdhury
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Jensen Huang es el CEO de Nvidia.
Jensen Huang es el CEO de Nvidia.

Michael M. Santiago/Getty, MarkHatfield/Getty, Tyler Le/BI

  • Los inversores se encaminan a la junta anual de accionistas de Nvidia de esta semana con mucho menos optimismo.
  • El gigante de los chips ha sufrido un descalabro de 431.000 millones de dólares desde el viernes, tras un repunte que recuerda al boom de las puntocom.
  • Tras crecer 3 billones de dólares y luego perder cientos de miles de millones, los inversores se preguntan: ¿ha pinchado la burbuja?

Cuando Cisco se convirtió en la empresa más valiosa del mundo en marzo de 2000, las alegrías duraron poco.

La burbuja de las puntocom había llegado a su límite y, a pesar de las previsiones que apuntaban a que el hardware del gigante de Silicon Valley era vital para el futuro de internet, su valor se desplomó un 80% en los dos años siguientes.

Ahora, los inversores se preguntan si Nvidia se enfrenta a un destino similar. Los paralelismos son desconcertantes: al igual que Cisco, Nvidia se convirtió en la empresa más valiosa del mundo al superar brevemente a Microsoft la semana pasada con una capitalización bursátil de 3,34 billones de dólares. Al igual que Cisco, los inversores confían en que su hardware sea clave para el futuro de internet.

Tras uno de los repuntes más espectaculares de la historia de la bolsa estadounidense (en enero de 2023 estaba valorada en sólo 364.000 millones de dólares), el CEO del gigante de los chips, Jensen Huang, presidirá su junta anual de accionistas este miércoles habiendo perdido ya el título de empresa más valiosa del mundo.

Desde el viernes, su capitalización bursátil se ha desplomado unos 431.000 millones de dólares, lo que ha provocado inestabilidad en una acción que se ha convertido en uno de los indicadores más sólidos de la locura por la IA.

Algunos CEO como Sam Altman, Satya Nadella y Elon Musk consideran que los chips de Nvidia, conocidos como GPU, son componentes esenciales para impulsar el auge de la IA generativa provocado por el lanzamiento de ChatGPT.

Sin embargo, la fortuna de Nvidia ha cambiado repentinamente tras alcanzar un máximo histórico, por lo que los inversores querrán descubrir si el auge de la IA está a punto de estallar.

 

Nvidia se enfrenta a preguntas difíciles

El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 desató la fiebre por la IA generativa que ha impulsado el ascenso de Nvidia.

El mes pasado, anunció unos ingresos trimestrales récord de 26.000 millones de dólares en el primer trimestre de su año fiscal, un 18% más que el trimestre anterior y un 262% más que hace un año.

En enero, Mark Zuckerberg dijo que tendría 350.000 de las GPU H100 de Nvidia —una de las ofertas más potentes de la compañía— para finales de 2024 como parte de un acopio general de hardware para impulsar las ambiciones de IA de Meta.

CUDA, la plataforma de software de Nvidia, cuenta con una ventaja competitiva gracias a su extensa red de desarrolladores y a su capacidad para hacer que las GPU sean tan sencillas de usar como un sistema plug-and-play, independientemente de lo variada o compleja que sea la carga de trabajo de IA de una empresa.

Pero la enorme influencia de Nvidia ha bastado para inquietar a los inversores.

La compañía ha contribuido por sí sola a un tercio de las ganancias obtenidas por el S&P 500 este año, lo que suscita dudas sobre si una sola acción debería ser responsable de tanto crecimiento.

Peter Bates, gestor de cartera de la estrategia de renta variable selecta global de T. Rowe Price, una empresa de gestión de inversiones, afirmó el lunes a The Wall Street Journal, en medio de la caída del precio de las acciones de Nvidia, que está nervioso por "el peso de la capitalización bursátil de Nvidia".

Manish Kabra, responsable de estrategia de renta variable estadounidense de Société Générale, declaró el lunes al Financial Times que el auge del mercado podría extenderse, pero también "formar una burbuja" en los valores tecnológicos "que aún no existe".

A pesar de todas las preocupaciones, nadie cuestiona la demanda del producto de Nvidia. Las empresas que apuestan por la inteligencia artificial, como Google, OpenAI y Anthropic, siguen enzarzadas en una intensa batalla por la tecnología en su intento de ofrecer el mejor modelo de lenguaje de gran tamaño.

Eso requerirá muchos chips. Pero Nvidia se enfrenta a una creciente amenaza de sus competidores, como el diseñador de chips AMD, que está aumentando sus esfuerzos para producir GPU que rivalicen con las de Nvidia.

Sin embargo, esto no ha frenado las predicciones de que el crecimiento de Nvidia continuará.

Los analistas de Wedbush, entre los que se encuentra Dan Ives, pronosticaron la semana pasada —antes de la reciente caída— que el gigante de los chips seguiría en camino de alcanzar una valoración de 4 billones de dólares.

"Creemos que durante el próximo año, la carrera por alcanzar los 4 billones de dólares de capitalización de mercado en el sector tecnológico estará protagonizada por Nvidia, Apple y Microsoft", señalaron los analistas en una nota de investigación publicada el 20 de junio.

Los inversores que acudan a la reunión de este miércoles se preguntarán cuánto margen le queda aún a Nvidia y si su vertiginosa trayectoria está a punto de llegar a su fin. También esperan que la historia no se repita.

Más de dos décadas después de su apogeo, la capitalización bursátil de Cisco la convierte en la 64ª empresa más valiosa del mundo.

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