La inflación se acelera en mayo: sube un 3,6% con la rebaja del IVA de los alimentos en suspense

alimentos, supermercado, frutas y verduras
  • La cesta de la compra sube un 3,6% por el precio de la energía y la inflación subyacente también repunta después de haberse moderado en abril.
  • Mayo es el tercer mes consecutivo que los precios se aceleran y alcanzan su nivel más alto desde abril de 2023.

Hubo un tiempo en que España era el país del euro con la inflación más baja... Ese tiempo pasó, y los precios vuelven a calentar la economía (aunque no tanto como antes).

La inflación repunta de nuevo en mayo: la cesta de la compra sube un 3,6%, según el último avance del Índice de Precios al Consumo (IPC), publicado hoy por el INE. Y lo hace con la decisión de mantener la rebaja del IVA a los alimentos todavía en el aire. 

A poco más de un mes de que caduque la rebaja del IVA a los alimentos (el 30 de junio), el Gobierno todavía no ha decidido si prorrogará o no la medida, que afecta al precio del aceite, la pasta, el pan, la harina, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales. 

El Ejecutivo ha dejado claro que esperará al último momento para tomar la decisión (hay que recordar que hay elecciones europeas en unos días), pero este repunte de la cesta de la compra no ayuda a despejar la incógnita.

Mayo es el tercer mes consecutivo que los precios se aceleran y alcanzan su nivel más alto desde abril de 2023, después de haber dado algo de tregua a principios de año.

También vuelve a subir la inflación subyacente, que se sitúa en el 3%, una décima más que en abril, aunque sigue por debajo de la inflación general. Abril fue el mes que la inflación subyacente caía por debajo de la general por primera vez en dos años.

2024 comenzó con un espejismo: parecía que la inflación se calmaba, tras meses agujereando el bolsillo de los españoles: en febrero los precios pegaron un frenazo al 2,8%, desde el 3,4% de enero. Pero en marzo volvieron a repuntar un 3,2% por el encarecimiento de la energía y el retorno del IVA de la luz al 21%, tras casi tres años con la tasa impositiva reducida al 10%.

La cesta de la compra también subió en abril: al 3,3% por la subida del precio del gas y los alimentos, y ahora en mayo aprieta todavía más hasta el 3,6%, 3 décimas más que en abril, por el encarecimiento de la electricidad, tras la subida del IVA de la luz, porque el precio de los carburantes bajó en mayo de este año menos que en el mismo mes de 2023 (lo que se llama el efecto base).

El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, de hecho, defiende que el repunte de mayo se debe a ese efecto base, al comparar los datos de 2024 con unos meses de 2023 en los que la inflación estaba en niveles más bajos. 

En cuanto al repunte de la inflación subyacente, el Ministerio de Economía asegura que se debe al aumento de los precios de los servicios relacionados con el turismo (paquetes turísticos, transporte de pasajeros aéreos, servicios de alojamiento, etc).

Ahora, los precios siguen subiendo, aunque con menor intensidad: el dato de abril supone un avance de una décima respecto al mes anterior, básicamente por el encarecimiento del gas y de los alimentos.

No es una gran noticia: el dato de abril supone un repunte de una décima respecto a marzo. La buena noticia es que la inflación subyacente sí que cae.

Con este avance, la inflación vuelve a calentar la cesta de la compra y continúa superando la barrera del 3%, después del retroceso de 6 décimas que experimentó en febrero y que llevó a la inflación a su nivel más bajo desde agosto de 2023.

No es extraño. Con la crisis del mar Rojo, la guerra de Israel en Gaza y de Rusia en Ucrania, no son pocas las amenazas que inclinaban la balanza hacia un repunte de precios. 

Según el INE, la subida de precios de abril se debe principalmente al encarecimiento del gas, mientras que el precio de los alimentos también ha repuntado más que hace un año. Desde el Ministerio de Economía apuntan a un "efecto base" al comparar los datos con el año pasado, cuando tanto el precio del gas como de los alimentos tuvo un mejor comportamiento.

Y, sin embargo, no todo son malas noticias: es la primera vez en casi 2 años que la inflación subyacente se sitúa por debajo de la tasa general.

Ahorro de dinero

Aunque la inflación general ha subido, la inflación subyacente continúa dando tregua, y retrocede 4 décimas, hasta el 2,9%, por debajo de la tasa general. Si en diciembre subió un 3,8%, en enero lo hizo un 3,6%, en febrero un 3,5% y en marzo un 3,3%.

La inflación subyacente mide cuánto se han encarecido de media los productos sin tener en cuenta la energía y los alimentos no elaborados, es decir, es el equivalente de sacar ambos elementos de la cesta de la compra para calcular cuánto más cuesta consumir cada mes. 

Esta tasa, que no tiene en cuenta los precios energéticos y de los alimentos, es un termómetro que sirve para medir el riesgo de que la inflación se incruste en la economía. ¿Qué significa entonces que la inflación subyacente esté por debajo de la tasa general? Que la tensión de precios estaría desinflándose y baja el riesgo de que se incruste en la economía.

La inflación se ha convertido en un fenómeno más pegajoso de lo esperado. Especialmente ahora que emergen amenazas que podrían provocar un nuevo repunte de precios, como la crisis del mar Rojo, donde los ataques a buques y el desvío de rutas podrían convertirse en un nuevo obstáculo para las cadenas de suministro que termine encareciendo la producción.  

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