El Gobierno da el pistoletazo de salida para tramitar los presupuestos generales del Estado de 2025

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y María Jesús Montero, vicepresidenta y ministra de Hacienda.

REUTERS/Ana Beltrán

Foto del redactor Alberto R. AguiarFoto del redactor Alberto R. Aguiar
  • El BOE publica este jueves una orden ministerial de Hacienda con las normas para desarrollar los presupuestos generales del Estado.
  • Los distintos departamentos de la Administración tienen hasta el próximo 8 de julio para comunicar sus necesidades presupuestarias, según este documento.

Ya lo avisó hace unos días la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El Gobierno tiene ya publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden ministerial con la que dicta las normas para confeccionar las cuentas públicas del año que viene. De este modo comienza la tramitación de los presupuestos generales del Estado (PGE) para 2025.

El calendario es caprichoso. El BOE de este jueves 27 de junio ha publicado esta orden del Ministerio de Hacienda de cara a las cuentas del año que viene, pero el trámite será largo y todavía tiene que llegar a Cortes. Por lo pronto, la orden da hasta el 8 de julio a los distintos departamentos de la Administración General del Estado (AGE) para que comuniquen sus necesidades presupuestarias.

El año pasado, la primera medida que aprobó el Gobierno recién constituido —tras la sesión de investidura de Pedro Sánchez— fue la aprobación de esta orden ministerial. Fue a mediados de noviembre. Sin embargo, la confección de aquellos PGE —los que hubieran correspondido a este 2024— acabó decayendo, y se prorrogaron las cuentas del año pasado.

La confección y aprobación de unos Presupuestos para este 2024 decayó precisamente por el adelanto electoral en Cataluña. Sin embargo, algunas fuentes gubernamentales consultadas por La Información apuntan que en esta ocasión el escenario es bien distinto. De cara a las futuras cuentas hay bastante trabajo avanzado.

De hecho, Hacienda espera buena disposición de los distintos grupos parlamentarios, al tiempo que desde el Ejecutivo se espera satisfacer la mayoría de las demandas que acaben llegando, alcanzando pactos y cerrando acuerdos "al margen de otros debates políticos". El escenario político catalán sigue lleno de incertidumbre, pero la tramitación de los PGE ahora parece algo más sólida.

Serán unas cuentas cruciales. Lo plantea la propia orden ministerial conocida hoy en su preámbulo. "Los PGE para 2025 serán los primeros tras la entrada en vigor del nuevo marco europeo de reglas fiscales", recuerda el texto, que abunda en que "el cumplimiento de la senda de gasto neto aparece como la regla fiscal principal".

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

Hace unos días el propio Sánchez presumió en el Congreso de que Bruselas hubiese excluido a España del procedimiento de déficit excesivo: "Estamos expandiendo la economía, haciendo crecer la economía, creando empleo y consolidando las cuentas públicas", adujo entonces el presidente.

Los Presupuestos, promete la orden, "darán continuidad a la política económica responsable y coherente del Gobierno", "con una reindustrialización del país estratégica e inteligente que genere empleos de calidad, así como el blindaje y refuerzo del Estado del Bienestar y la defensa de la justicia social, de la cohesión territorial, de la igualdad de género y de la sostenibilidad medioambiental".

Así, la orden también detalla algunas prioridades que se pretenden plasmar en las futuras cuentas: desde "finalizar el proceso de modernización de nuestro tejido productivo asociado a los fondos Next Generation", desplegando su adenda y los PERTE, a mantener "la apuesta por una transición ecológica justa" o poner "la innovación y la ciencia como ejes vertebradores" del modelo productivo.

Un gran desafío será seguir saneando las cuentas de cara a seguir cumpliendo en los próximos años con la senda de déficit marcada por Bruselas.

Que España saliese la semana pasada del procedimiento de déficit excesivo no implica que sus cuentas estén saneadas. Lejos de ello, la tesorería cerró 2023 con un déficit del 3,6% y una deuda pública en el 107,7% del PIB, la cuarta más alta de la Unión Europea, solo detrás de Grecia, Italia y Francia, según Eurostat.

En marzo, de hecho, la deuda tocó un nuevo máximo histórico, alcanzando los 1,61 billones de euros. Un récord que incrementa los riesgos para la economía española.

La losa de la deuda lleva tiempo siendo uno de los problemas de la economía española. Si en 2019 la deuda suponía el 95,5% del PIB de España, para marzo de 2021 se había disparado al 125,3%, y ahora roza el 108%. Las estimaciones del Ejecutivo apuntan a que la senda descendente de la deuda continuará: prevé que baje del 106,3% en 2024 al 105,4% en 2025 y al 104,4% en 2026.

Aunque los datos de deuda y déficit son mejores que los que había en 2022, cuando la deuda pública alcanzó el 111,6% del PIB y el déficit llegó al 4,7%; siguen estando por encima de los niveles acordados con Bruselas en el Pacto de Estabilidad que entra en vigor este año, y que marcan un máximo del 60% para la deuda y del 3% para el déficit.

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