Glovo, Uber y Cabify suspenden en condiciones laborales, según un estudio: solo Just Eat se salva

Riders de Glovo, Uber y Deliveroo

Albert Gea/Reuters

  • Una investigación publicada este jueves evalúa las condiciones de trabajo que ofrecen siete plataformas digitales: Just Eat, Glovo, La Pájara, Cabify, Uber, TaskRabbit y MyPoppins.
  • Solo Just Eat demuestra pagar el equivalente al salario mínimo español, mientras que Glovo no puntúa en ninguno de los diez apartados.

Ni Glovo ni Uber ni Cabify garantizan sueldos que lleguen al menos al salario mínimo interprofesional; tampoco garantizan condiciones de trabajo seguras, ausencia de cláusulas contractuales injustas, procesos de gestión equitativos o un procedimiento adecuado para la toma de decisiones que afecten a sus trabajadores.

Son algunos de los resultados que refleja el informe Fairwork España. Puntuaciones 2024: un largo camino aún por recorrer para la protección del trabajo en la economía de plataforma, que ya desde el título denuncia las condiciones laborales existentes en varias plataformas digitales que operan en España, y que trabajan con los conocidos como riders.

En concreto, el estudio, publicado este jueves 13, evalúa las condiciones de trabajo que ofrecen siete plataformas digitales en cuatro sectores económicos: Just Eat, Glovo y la cooperativa La Pájara (de reparto o delivery), Cabify y Uber (transporte de pasajeros), TaskRabbit (servicios de mudanza y mantenimiento en los hogares) y MyPoppins (servicios de limpieza domiciliarios).

Lo hace a través de cinco principios relacionados con un trabajo justo y decente, según el proyecto internacional Fairwork: pago justo, condiciones justas, contratos justos, gestión justa y representación justa.

"El trabajo documental y de campo realizado muestran claramente que la mayoría de esas plataformas están todavía lejos de demostrar, mediante evidencias documentales suficientes, que avanzan hacia esas condiciones de trabajo y de empleo justas", resumen los autores.

De hecho, únicamente Just Eat "ha demostrado facilitar una retribución similar al salario mínimo definido legalmente en España, aunque no un salario vital decente", mientras que las demás no llegarían al equivalente al salario mínimo interprofesional y, por tanto, no puntúan en este apartado. El SMI ha evolucionado de 1.000 euros brutos mensuales en 2022 a 1.080 euros en 2023 y 1.134 euros al mes en 14 pagas en 2024.

Incluso, Cabify y Uber "requieren del desarrollo de jornadas de trabajo semanales de 60-70 horas para que los ingresos obtenidos alcancen el salario mínimo", recoge el estudio, a partir de testimonios de personas que trabajan para estas plataformas.

En cuanto a las condiciones laborales, solo Just Eat y La Pájara —que dejó de operar en enero, pero seguía abierta cuando se realizó el estudio, recuerda El País—, "han mostrado evidencias suficientes de un compromiso con la protección de la salud laboral", ya que aplican medidas preventivas adecuadas, de manera duradera y sistematizada como fijan las legislaciones española y europea, afirman los investigadores.

Las otras cinco no puntúan por este criterio, pero por dos motivos diferentes: "o bien necesitan mejorar ampliamente las medidas de protección existentes" (Cabify y Uber), "o bien necesitan acreditar de forma solvente que han incorporado, desde el principio, prácticas de prevención de riesgos laborales" (Glovo, MyPoppins y TaskRabbit).

Respecto al requisito de una contratación justa, Uber y Cabify parecerían "no estar cumpliendo todas las cláusulas contractuales" (por ejemplo, por una extensión excesiva de la jornada o el incumplimiento de los salarios acordados) o estar "incorporando otras cláusulas discrecionales que responsabilizan económicamente a los trabajadores/as de incidencias en el cumplimiento de sus tareas" (como multas de tráfico o daños en el vehículo).

Los autores también apuntan la utilización de terceras empresas subcontratadas, ya sea de forma minoritaria (Just Eat) o sistemática (Uber y Cabify).

"Tanto en un caso como en otro, las plataformas no pudieron demostrar que supervisan que dichas subcontratas cumplan adecuadamente con la normativa vigente o que garanticen unas condiciones de trabajo y empleo similares a las de la plataforma que subcontrata, dificultando la implantación de una contratación justa", advierten los autores.

"En ocasiones no hay garantía de que quienes trabajan para las plataformas tengan un conocimiento suficiente y adecuado de lo que firman en sus contratos", añaden.

Cabify, Uber, Glovo y MyPoppins tampoco obtienen el punto correspondiente a una gestión justa

En el caso de las tres primeras, "la comunicación interna con la empresa suele ser de carácter unidireccional y orientada, básicamente, a garantizar el control gerencial de la actividad de las personas que trabajan para ellas, con canales de comunicación (no siempre humanos) en los que no se han acreditado evidencias de su utilidad para solucionar los problemas que se registran en su trabajo", señalan.

Por último, la investigación, financiada por Comisiones Obreras (CC. OO.), analiza si hay representación justa, en cuanto a asegurar la libertad sindical y la expresión de la voz colectiva de las personas trabajadoras, así como promover la gobernanza democrática.

"Glovo, MyPoppins y TaskRabbit, al no reconocer la obligación de reconocimiento sindical, no han demostrado haber desarrollado procesos de negociación colectiva formalizados. Estas plataformas no realizan, por tanto, ningún esfuerzo para promover la gobernanza democrática, ni una representación colectiva de los trabajadores/as en la plataforma", concluye.

Una vez evaluados los cinco principios, cada uno con dos subapartados, así quedan las puntuaciones de las siete plataformas digitales analizadas:

  • La Pájara: 8/10
  • Just Eat: 7/10
  • Cabify: 2/10
  • TaskRabbit: 2/10
  • Uber: 2/10
  • Glovo: 0/10
  • MyPoppins: 0/10

Como nota positiva, el documento afirma que, en general, todas "han demostrado estar comprometidas, aunque con un muy amplio espacio de mejora, con prácticas que evitan la discriminación (por razones de género, nacionalidad, orientación…), respetando la diversidad".

El proyecto Fairwork está dirigido por el Instituto de Internet de Oxford, la Universidad de Oxford y el Centro de Ciencias Sociales de Berlín, a partir del conocimiento y la experiencia de varias instituciones en el mundo, incluida, en España, la Universidad Complutense de Madrid.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.