"Mi mayor error financiero fue precisamente una emergencia": cómo usar tu colchón de imprevistos y corregir tu presupuesto cuando algo sale mal

Las emergencias financieras son reflejo de algunos de los mayores errores que cometes con el dinero, como no tener un presupuesto personal, descuidar tu fondo de emergencia o comprar cosas baratas que realmente te pueden salir muy (muy) caras. 

Eso fue lo que le sucedió a Brenda Ibarra, asesora financiera de HelloSafe. 

"Mi mayor error fue una emergencia financiera. Compré un billete barato para ir a visitar a mis familiares en México y resultó que era un billete sujeto a espacio", cuenta. 

Este tipo de billetes te permiten viajar por un precio menor al billete que compras para un día y una hora concreta, porque depende de cuántos asientos disponibles queden en los vuelos a ese destino ese mismo día. Tanto si el avión va lleno, como si hay más personas en tu misma situación pero delante de ti en la fila, te puedes quedar en tierra.

"Y me quedé en tierra", cuenta Ibarra. "No podía volar ya ese día [con ese billete] y no me podía quedar porque al día siguiente nos reincorporábamos a trabajar yo y mi pareja. Tuve entonces que coger otros 2 billetes para poder volar ese día, que me costaron 2.500 euros". 

"En ese momento pensé que iba a estar comiendo pasta con tomate durante un mes", bromea. 

"Me di cuenta de lo valioso que era comprar con tiempo, a un buen precio y un boleto seguro. Pero, sobre todo, que había descuidado mi presupuesto y había dejado en el olvido mi plan financiero y ahora no me queda mucho más presupuesto para acabar el mes", continúa.   

El presupuesto personal, el fondo de emergencia y el plan financiero o la estrategia a largo plazo son de primero de finanzas personales. El presupuesto te permite ser más o menos flexible en las diferentes categorías de gastos que tienes en tu día a día, al mes e incluso al año. 

El fondo de emergencia está ahí para cualquier imprevisto que surja —esta vez, por una mala decisión financiera—. Mientras que el plan financiero te permite ir ampliando o reduciendo ese fondo según tus necesidades actuales, poner el excedente del ahorro a generar rendimientos e incluso a proyectar tus próximos años para tomar mejores decisiones financieras en el presente. 

"Gracias a esta experiencia, volvimos a revisar nuestro plan de emergencia, que lo teníamos al día hasta que compramos nuestra vivienda 6 meses atrás. Retomarlo fue un poco engorroso al principio, pero ya una vez van pasando los meses, te acostumbras a llevar ese presupuesto al día", defiende Ibarra.

La asesora financiera utiliza una plantilla de Excel para organizar su presupuesto mensual. Ahí, distribuye cuánto se va a la vivienda, al ocio, a las próximas vacaciones y al ahorro.

"Tener un presupuesto de ocio me ayuda a saber cuánto puedo gastar cada fin de semana, por ejemplo. Si sólo puedo gastar 30 euros ese fin de semana, son 30 euros, no más. Eso me ayuda a mantener mis finanzas mucho más sanas", explica. 

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