Tus dientes están diseñados para durar toda la vida: un dentista explica cómo cuidarlos mejor

pareja en el baño, dientes,
Foto del redactor Cristina Fernández Esteban

Redactora Colaboradora

  • Con más de la mitad de los españoles sin alguna pieza dental es normal pensar que los dientes no te acompañarán toda la vida.
  • Sin embargo esta maravilla de ingeniería biológica está diseñada para durar, según explica el dentista e investigador Samer Zaky.

Más allá de una bonita sonrisa tus dientes te ayudan a comer y hablar. Por lo que te conviene que duren todo lo posible. Aunque no siempre es así. Según la última Encuesta de Salud Oral en España de 2017 en la población mayor de 14 años al 57,2% de los españoles le faltan piezas no sustituidas por prótesis y el 39,7% lleva fundas, puentes o cualquier otro tipo de prótesis. 

Como era de esperar, la conservación de todos los dientes es mayor en los más jóvenes. El 74,2% del grupo de 15 a 24 años mantiene toda su dentadura frente al 2,6% de los mayores de 85.  La pérdida parcial o total de piezas dentales, conocida como edentulismo, va más allá de lo estético, puesto que puede afectar a la hora de masticar, al cierre de la boca o afectar a los dientes que quedan, que se desplazan hacia el hueco abierto por la ausencia de piezas.

Diseñados para funcionar toda la vida

Aunque parezca lo contrario, los dientes son una poderosa herramienta de tu cuerpo diseñada para permanecer toda la vida.

"El secreto de la longevidad de los dientes reside en su durabilidad y en cómo están anclados a la mandíbula: imagina un martillo y su empuñadura. Para cada diente, la durabilidad y el anclaje son funciones de la compleja interfaz entre seis tejidos diferentes; cada uno por sí solo es una maravilla biológica", explica Samer Zaky, profesor asistente de investigación en ciencias orales de la Universidad de Pittsburgh (EEUU).

Como indica en The Conversation este dentista que abarca la odontología clínica y la investigación sobre regeneración craneofacial para lograr la durabilidad, "el secreto está en el esmalte, la dentina y la pulpa".

El esmalte es la capa protectora que cubre la parte visible del diente por encima de la encía. Es el tejido más duro del cuerpo, que "actúa como un escudo contra el impacto constante de la masticación".

Muchas de las cosas que se suelen hacer lo desgasta, desde morderte las uñas a masticar hielo o usar los dientes para abrir una botella. Quizá lo hagas sin saber que este no se regenera, por lo que una vez perdido "desaparece para siempre".

También es la primera parte a la que atacan las bacterias que se acumulan en los dientes mal cepillados o sin cepillar. Estas generan ácidos que "disuelven fácilmente los minerales del esmalte".

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La dentina es el cuerpo resistente del diente. Es un tejido vivo que se localiza justo después del esmalte y que alberga la pulpa, cuya función principal es proporcionar vitalidad al diente. Rica en células, vasos sanguíneos y nervios, es la encargada de alertar de que algo en va mal: es entonces cuando sientes dolor y toca ir al dentista.

"Si se detecta a tiempo, la mayoría de los tejidos naturales del diente se conservarán y es probable que la pulpa recupere su estado saludable", asegura Zaky. "Si se detecta demasiado tarde, la pulpa muere lentamente".

¿Qué implica esto? En palabras del especialista un diente muerto no tiene defensa contra una mayor invasión de caries. "Sin una fuente de hidratación, la dentina seca tarde o temprano se romperá bajo las fuerzas de la masticación constante. Además, un diente que ya ha perdido una parte importante de su estructura natural debido a caries, preparación de la cavidad o instrumentación del conducto radicular se debilita y tiene una longevidad limitada".

Cómo mantener tus dientes con la edad

Los años se notan, también en tus dientes. Toda una vida de morder y machacar hace que estos se desgasten. Este debilitamiento favorece los problemas dentales. Aunque se perciba como una cuestión de niños, los adultos también tienen caries. No cuidarlas pone en peligro tu boca

"Cuanto antes se detecten, más se podrá preservar la integridad del diente", afirma Zaky. "Dado que el proceso comienza sin dolor, es imperativo visitar al dentista con regularidad para mantener a raya esos gérmenes insidiosos".

Por supuesto imprescindible no descuidar la salud bucal en casa. Cepillarse los dientes y usar hilo dental es una forma simple y efectiva de mantener a raya a las bacterias. Con ello evitarás caries e infecciones orales que pongan en peligro tu sonrisa.

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