La deuda pública sube al 109% del PIB en el primer trimestre y alcanza los 1,61 billones de euros

Banco de España

Reuters

  • La cifra supera los objetivos del Gobierno de no superar el 106,3% del PIB. 
  • La deuda pública sube también las comunidades autónomas, corporaciones locales y Seguridad Social.
  • La deuda a largo plazo representa el 95% del total y el 5% restante es a corto plazo.
  • España es el cuarto país con la deuda más alta de la UE, según los datos de Eurostat. Solo le superan de Grecia (161,9%), Italia (137,3%) y Francia (110,6%). 

La deuda pública de España ha alcanzado un nuevo máximo histórico, igualando casi el anterior y situándose en el 109% del Producto Interior Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2024. Esta cifra, que equivale a 1,61 billones de euros, refleja un aumento significativo respecto al año anterior y supera los objetivos establecidos por el Gobierno, fijados en el 106,3% del PIB

El contexto de la deuda pública

La deuda pública, entendida como el conjunto de obligaciones financieras que el Estado y sus administraciones deben a terceros, es un indicador crucial de la salud económica de un país. Según el Protocolo de Déficit Excesivo, la deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas se situó en 1,613 billones de euros en el primer trimestre del año, lo que representa un aumento del 5,1% en términos absolutos respecto al mismo periodo del año anterior.

La cifra del 109% del PIB es 1,3 puntos superiores al cierre de 2023. Este incremento pone de manifiesto las dificultades que enfrenta España para controlar su endeudamiento en un contexto de desafíos económicos globales. 

Evolución de la deuda por subsectores

AñoDeuda Pública (millones de euros)Deuda (% del PIB)
2007384.66136,3%
20181.173.10797,6%
2023 Tercer trimestre1.583.451109,9%
20241.613.063109
 

El saldo de la deuda de la Administración Central se elevó a 1,474 billones de euros en marzo de 2024, lo que representa el 99,6% del PIB. Este incremento del 6,3% respecto al mismo periodo del año anterior evidencia la presión que enfrenta el gobierno central para financiar sus operaciones y proyectos.

Las comunidades autónomas también han visto crecer su deuda, alcanzando los 329.000 millones de euros entre enero y marzo, lo que equivale al 22,2% del PIB. Este aumento interanual del 2% refleja las dificultades regionales para mantener el equilibrio presupuestario, a pesar de los esfuerzos de consolidación fiscal.

En cuanto a las corporaciones locales, su deuda se situó en 23.000 millones de euros, lo que representa el 1,6% del PIB y supone un 0,4% más que el saldo registrado un año antes. Aunque este sector muestra un crecimiento más modesto, sigue siendo una parte significativa del endeudamiento total.

¿Y la Seguridad Social?

El saldo de deuda de las administraciones de la Seguridad Social se situó en 116.000 millones de euros, el 7,8% del PIB, con un crecimiento interanual del 9,4%. Este aumento es preocupante, ya que pone de manifiesto las dificultades para financiar las pensiones y otras prestaciones sociales en un contexto de envejecimiento de la población.

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Análisis por instrumentos y plazos

La evolución de la deuda también puede analizarse desde la perspectiva de los instrumentos financieros y los plazos de vencimiento. En marzo de 2024, la deuda materializada en valores a largo plazo experimentó un crecimiento interanual del 6,8%, mientras que los préstamos a más de un año se redujeron en un 6,1% respecto a marzo de 2023.

Deuda a largo plazo

La deuda a largo plazo constituye el 95% del total de la deuda pública, siendo especialmente significativo el peso de los valores a largo plazo, que representan el 84,7%. Este alto porcentaje refleja una estrategia gubernamental de financiación que prioriza los instrumentos a largo plazo para aprovechar las condiciones favorables del mercado y minimizar los costos de refinanciamiento.

Deuda a corto plazo

Por otro lado, la deuda a corto plazo representa apenas el 5% del total. Este bajo porcentaje sugiere una menor dependencia de los instrumentos a corto plazo, lo cual puede ser positivo en términos de estabilidad financiera, ya que reduce la necesidad de refinanciar a corto plazo y mitiga el riesgo de volatilidad en los mercados financieros.

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