Los conductores chinos exigen coches inteligentes, y eso es lo que están consiguiendo

Tom Carter
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Asistentes al salón del automóvil de Pekín examinan el SU7, el primer coche eléctrico fabricado por la empresa china de teléfonos inteligentes Xiaomi.
Asistentes al salón del automóvil de Pekín examinan el SU7, el primer coche eléctrico fabricado por la empresa china de teléfonos inteligentes Xiaomi.

VCG/Getty Images

  • Los fabricantes chinos de coches eléctricos están dotando a sus vehículos de extras de alta tecnología para atraer a los clientes.
  • Ejecutivos y expertos afirman que los clientes chinos quieren coches más "inteligentes". BYD y Xiaomi apuestan por la conducción autónoma y las funciones inteligentes.

La legión de empresas de coches eléctricos de China se enfrenta a una lucha cada vez más encarnizada por captar clientes, y muchas de ellas están dotando a sus vehículos de características de alta tecnología para seducir a unos conductores que cada vez quieren más coches "inteligentes".

"Las expectativas de los clientes chinos respecto a los coches eléctricos son muy diferentes a las del resto del mundo", declaró Makoto Uchida, CEO de Nissan, en la cumbre sobre el futuro del automóvil organizada por el Financial Times este mes.

En su opinión, los clientes chinos esperan que los vehículos eléctricos sean "inteligentes", equipados con funciones como la conducción autónoma, la integración de smartphones y muchas pantallas, y Nissan se ha visto obligada a adaptar su enfoque y fabricar coches "en China, para China", con el fin de competir con los fabricantes locales.

Destacar entre la multitud

Tras languidecer a la sombra de los fabricantes de automóviles occidentales, japoneses y coreanos durante años, estos fabricantes locales están ahora en auge, gracias en parte al crecimiento masivo de la demanda de coches eléctricos.

Según la AIE, se espera que los coches eléctricos representen el 45% de todas las ventas de automóviles en China este año, y los fabricantes locales representan ya más de la mitad de las ventas totales de automóviles en el país, según datos de Bloomberg.

El paseo triunfal de Tesla en China parece haber llegado a su fin

Este auge ha desencadenado una oleada de competencia y una brutal guerra de precios, con unas 123 empresas automovilísticas luchando por el dominio del coche eléctrico el año pasado.

Para destacar entre la multitud, muchos fabricantes chinos añaden cada vez más tecnología y características inusuales, desde coches que se sacuden para librarse de la nieve hasta vehículos que se transforman en salones.

Paul Li, CEO de la empresa china de tecnología para vehículos eléctricos U Power, explicó a Business Insider que todo esto forma parte de una estrategia para atraer a los consumidores chinos expertos en tecnología, cuyas expectativas son radicalmente distintas a las de los compradores estadounidenses.

"En China, el cliente de coches eléctricos ahora mismo es totalmente diferente a cualquier cliente del mundo entero", afirmó.

Li afirmó que los consumidores chinos esperan "un alto nivel de inteligencia" de los vehículos eléctricos y están dispuestos a pagar más por funciones como la conducción autónoma, la integración de smartphones e incluso drones a bordo.

"La innovación en el mercado chino de coches eléctricos no solo procede de la competencia, sino también de los clientes, impulsados por la innovación. Un mercado sofisticado crea productos sofisticados", dijo Li.

"Dudo mucho que el mercado mundial necesite el mismo nivel de inteligencia", añadió.

Los coches eléctricos de alta tecnología son muy populares

Esta demanda de funciones de alta tecnología ha estrechado la brecha entre los fabricantes chinos de vehículos eléctricos y sus empresas tecnológicas, ya que ambos intentan hacerse con un segmento del floreciente mercado chino del coche eléctrico.

Nio, una empresa china de vehículos eléctricos y competidora de Tesla conocida por su red de estaciones de intercambio de baterías, presentó su propio teléfono inteligente el pasado septiembre, que permite a los propietarios aparcar sus coches a distancia.

Los fabricantes de teléfonos inteligentes Huawei y Xiaomi, por su parte, se están introduciendo en el negocio de los coches eléctricos. El modelo SU7 de este último incluye cinco pantallas, integración con teléfonos inteligentes y hogares inteligentes, y el propio sistema de conducción autónoma de Xiaomi.

El Zeekr Mix es un coche eléctrico multiusos con sillas giratorias que le permiten transformarse en una pequeña habitación cuando está aparcado.
El Zeekr Mix es un coche eléctrico multiusos con sillas giratorias que le permiten transformarse en una pequeña habitación cuando está aparcado.

PEDRO PARDO/Getty Images

A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde la tecnología sigue siendo limitada y controvertida, los sistemas de conducción autónoma son bastante comunes en China, donde empresas como Xpeng, Huawei y Nio ofrecen esta función.

Es posible que pronto se les una Tesla, que está cada vez más cerca de lanzar su tecnología de conducción autónoma en China tras cerrar un acuerdo con el gigante tecnológico chino Baidu.

Incluso BYD, que ha tenido un enorme éxito vendiendo sus coches eléctricos baratos a los consumidores chinos, está sintiendo la presión de hacer sus coches más inteligentes.

El fabricante de automóviles, respaldado por Warren Buffett, anunció en enero que invertiría 100.000 millones de yuanes (13.800 millones de dólares) en funciones impulsadas por IA para sus vehículos, incluido un mejor reconocimiento de voz y aparcamiento automático.

 

"La primera parte [del juego] es la electrificación, la segunda la inteligencia", declaró entonces Wang Chuanfu, CEO de BYD.

Los expertos coinciden en que, para los fabricantes de vehículos eléctricos que quieran vender sus coches en China, las funciones inteligentes son ahora esenciales.

"Los jóvenes chinos ya no consideran los coches eléctricos solo vehículos, quieren que funcionen como teléfonos inteligentes", declaró el año pasado Cao Hua, socio de la empresa de capital riesgo Unity Asset Management, al South China Morning Post.

"Hacer que los coches sean autónomos e inteligentes puede atraer a más compradores chinos", añadió Hua.

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