Un banco menos no va a impedir la opa de BBVA sobre Sabadell: por qué el movimiento de Bankinter no tendrá un efecto sobre la competencia

Oficina de Bankinter.

Bankinter

  • Bankinter ha decidido absorber su filial Evo Banco en medio de la opa de BBVA sobre Sabadell, pero no va a tener ningún efecto significativo sobre la competencia. 
  • Las operaciones no son comparables, pero comparten un objetivo.

La banca española se ha concentrado significativamente en los últimos 15 años.

De las 55 entidades que había en 2009, sólo quedan 10 grandes bancas españolas dominando el mercado. Sin duda, el sector ha vivido un proceso de consolidación —y de concentración—. Las últimas fusiones que se han producido son las de Bankia con Caixabank y Liberbank con Unicaja

"Es cierto que hemos asistido en España a un proceso de concentración a lo largo de los últimos años por varios motivos: resolver el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera global y la española. Ahí hemos asistido a un proceso de consolidación y nos hemos quedado con 10 grandes entidades en una década", describe la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado.

Pero el mercado de las entidades financieras parece que vuelve a revolverse: primero, con el movimiento de BBVA sobre Sabadell —una opa hostil que no se veía desde hace 40 años— y, ahora, la absorción de Evo Banco, una filial íntegramente participada por Bankinter —que busca aumentar su tamaño para lo que le espera al sector en el siguiente ciclo económico—. 

Aunque también ha acaparado titulares sobre los posibles efectos secundarios que tiene esta consolidación. El Gobierno sospecha de sus capacidades para competir, porque en la última subida de tipos, al contrario de lo que cabría esperar, los depósitos a plazo de los españoles no se han remunerado al mismo ritmo —ni respecto a la media europea—.

Sin embargo, Competencia, el Banco de España, la principal patronal de la banca en España, y los expertos que ha entrevistado Business Insider España coinciden en una máxima

"Menos bancos no significa que haya menos competencia"

"No se trata de que haya menos números de entidades, sino de la capacidad de ofrecer productos a los clientes. Es decir, que también podría haber 100 entidades y que no haya mucha diferencia en ofertas entre unas y otras. Ese número no tiene por qué mejorar la competencia", explica el profesor de OBS Business School, Carlos Balado, director de Eurocofín.

El escenario para los bancos en el próximo año es el siguiente: menos margen de intereses con la bajada de tipos, más exigencias de capital a nivel nacional y europeo y muchas necesidades de inversión —propias, en tecnología, y de terceros, sobre todo de Europa—.

"En todas las discusiones se ve que Europa se tiene que posicionar en un mundo complejo, multipolar, con tensiones geopolíticas, tensiones comerciales (sobre todo entre Estados Unidos y China) y que tiene que buscar su sitio. Todo apunta a que Europa tiene que invertir billones en muchas necesidades. Y la banca va a estar en el centro", advierte la presidenta de la AEB Alejandra Kindelán.

"Los bancos van a necesitar aún más capital durante los próximos años cinco años, controlar el impacto para su negocio de los riesgos climáticos, fortalecerse ante los ciberataques, financiar a empresas y particulares para seguir creciendo con tipos de interés que tienden a la baja y mejorar la atención a sus clientes ante la presión que ejerce el Banco de España sobre su conducta", añade Balado.

La patronal de la banca y el Banco de España defienden también que en España ya hay una gran competencia, que se refleja en la variedad de productos y servicios que hay a disposición de los clientes —a pesar de lo que recientemente ha pasado con los depósitos a plazo—.

Sin embargo, la propia presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Cani Fernández, reconoce que, en este contexto, bancos más grandes pueden competir de mejor manera.

"En ese difícil contexto, el mercado no favorece a los bancos pequeños, como queda reflejado en el descuento que se aplica a su precio sobre valor en libros. La fusión es un arma que tienen las empresas para conducir su propio destino y cuando este es incierto, es todo un lujo no utilizarla", señalaba el profesor en el momento del anuncio de la opa de BBVA sobre Sabadell.  

"Lo que puede mejorar la competencia es que esas entidades ofrezcan a los clientes mejores condiciones que otras. Y para hacer eso, a veces tienes que tener forzosamente más tamaño, sobre todo en el sistema financiero actual, con las exigencias de capital y regulatorias o la predilección de los clientes por los diferentes canales en los que operar", añade ahora. 

El tamaño en la banca sí que importa

Para poder cumplir con las exigencias de capital de los reguladores, en un contexto de bajada de tipos, reducción y margen y rentabilidad, los bancos van a tener que: emitir nuevas acciones, buscar socios estratégicos que inyecten capital, capitalizar sus reservas —no retribuir a sus accionistas— o mejorar su eficiencia operativa —pero no se puede conseguir de la noche a la mañana—. 

Es decir, en la mayoría de los escenarios tienen que crecer, tienen que tener más volumen.

¿Por qué? El banco va a tener que acumular en sus cuentas activos líquidos (dinero en efectivo, por ejemplo) en un entorno en el que su precio está muy bajo. Por este tipo de activos genera menos ingresos por intereses. Y si, además, tiene que vender en un contexto no favorable activos menos líquidos (propiedades), podría no hacerlo a un buen precio o con pérdidas. 

A cambio, mejora la estabilidad financiera del banco, reduciendo el riesgo de insolvencia y mejorando la confianza de los depositantes e inversores. Sin embargo, si bien parece que mejora su imagen de cara al mercado, esto a largo plazo puede afectar a su valor en libros —que el mercado crea que tiene que pagar menos por sus cuentas de lo que valen porque no van a sacar mucha rentabilidad—.  

Es precisamente lo que sucede entre la banca europea y la norteamericana. 

"Las exigencias de capital de los bancos americanos son inferiores a los de los bancos europeos. Cuando vas a mirar el precio de valor en libros de un banco europeo está cotizando con descuento. Es decir, que hoy un banco en Europa está por debajo de valor en libros —salvo BBVA y Bankinter, que su valor en libros coincide con su valor de mercado—", cuenta Balado. 

"Como el dinero no conoce fronteras, cualquier inversor que decida invertir en un banco, ¿dónde va a invertir? Evidentemente, en un banco americano, cuyo precio está al nivel de valor en libro y tiene un retorno que no tienen los bancos europeos. Esto es una asimetría competitiva", critica. 

"Evidentemente, en un negocio con márgenes muy reducidos como es el que tiene la banca ahora, la rentabilidad que vas a obtener va a ser menor que la que has tenido este año. ¿Cómo lo solucionas? Siendo un banco más grande, que pueda tener más capital y al mismo tiempo pueda seguir prestando. Para eso necesitas tamaño, necesitas volumen", insiste el experto.

BBVA busca crear el tercer mayor banco de Europa y el segundo de España y defiende que, son tal los ahorros en tecnología que se acometerían, que saldrían ganando si permiten la compra pero no la fusión. Bankinter, por su parte, ya dejó claro en su anuncio que lo hacía en busca de rentabilidad y eficiencia. 

Ahora bien, las operaciones no son comparables, porque una es la absorción de una filial íntegramente participada y la otra es la compra de una entidad cotizada. Pero, dado que la competencia no es lo que más preocupa a los actores ni a los supervisores, un banco menos no va a impedir la opa de BBVA sobre Sabadell. Aunque el Gobierno quizás se queda con menos opciones para frenar la fusión.

La preocupación sobre la competencia igualmente persistirá, más con el caso de los depósitos y dado el impacto que estas fusiones pueden tener en algunos territorios

Cuando se analizó la operación de Caixa y Bankia, Competencia tuvo que hacer un estudio código postal a código postal, porque algunas poblaciones podrían haberse quedado sin banco en ese momento. Luego, se comprobó en Unicaja y LiberBank.

"En nuestro análisis contamos con algunos precedentes: Caixa y Bankia o Unicaja y LiberBank. En la de Caixa y Bankia ase perfiló una metodología de análisis y la que se había aplicado en procedimientos de hace 15 años, en la primera ola de concentraciones bancarias desde 2008", explica la presidenta de la CNMC. 

"Siempre se había hecho el análisis desde una perspectiva nacional. Pero en Caixa y Bankia vimos que los problemas podrían afectar más allá del nivel nacional. Por eso analizamos código postal a código postal para ver cómo podría afectar. Esta misma metodología la confirmamos en el expediente Unicaja Liberbank", añade Fernández. 

Según Fernández, los compromisos se están cumpliendo y también los programas de inclusión.

Luego se tendrá que analizar si esos bancos que necesitan tanto tamaño ya son muy grandes como para quebrar —too big to fail—. Entonces los supervisores tendrán otro problema.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.