¿Adiós a los atascos gracias a la IA? Están en ello

Si tienes coche, sobre todo si lo usas para ir al trabajo, y te preguntan uno de tus deseos vitales, incluirías el no sufrir atascos, junto a tener salud o que te toque la lotería. Pocas cosas hay que estresen y enfaden más, pero, como parece va a pasar con casi todo, llega la inteligencia artificial (IA) para solucionarlo. ¿Adiós a los atascos gracias a la IA? Están en ello, sobre todo desde Google, que cree haber encontrado la solución.

La frustración de los atascos en la vida cotidiana

Conducir en una ciudad grande es una tarea agotadora. Las mañanas suelen comenzar con una lucha interminable contra el tráfico denso, y lo mismo ocurre durante las horas pico y las operaciones salidas en vacaciones. Los accidentes, desvíos por obras y otras interrupciones no hacen más que empeorar la situación. 

Aunque herramientas como Google Maps, Waze o Apple Maps te informan sobre los atascos y sugieren rutas alternativas, estas soluciones muchas veces no son suficientes para evitar la pérdida de tiempo. La necesidad de una solución más eficaz es evidente, y aquí es donde entra en juego la IA, que como con la medicina, no iría a curar, sino a evitar la enfermedad, en este caso no a librarse del atasco con una solución alternativa, sino acabar con ellos, que no se creen. 

Green Light: el proyecto revolucionario de Google

Google Research ha lanzado un proyecto denominado Green Light (Luz Verde) con el objetivo de conseguir un tráfico más fluido y reducir los atascos. Este proyecto no solo busca aliviar la molestia de los atascos, sino también reducir las emisiones contaminantes producidas por los vehículos detenidos continuamente.

¿Cómo funciona Green Light? 

A diferencia de los sistemas de control de semáforos tradicionales, que se ajustan manualmente basándose en cálculos de flujo de tráfico, Green Light utiliza la IA para analizar miles de datos en tiempo real. Esto permite coordinar los semáforos de manera más eficiente, adaptándose a las condiciones cambiantes del tráfico.

Lo más impresionante de este sistema es que no requiere la instalación de nuevos semáforos ni infraestructura adicional. Green Light se conecta con los datos en tiempo real de Google Maps, permitiendo a la IA ajustar el momento exacto en que cambian las luces de los semáforos. Este ajuste se realiza en función de las horas punta, las zonas más transitadas y las áreas más problemáticas.

Los prometedores resultados en pruebas piloto

Green Light ya se ha probado en 14 ciudades distintas, incluyendo Manchester, Hamburgo, Río de Janeiro, Abu Dhabi y Budapest. Los resultados han sido prometedores, logrando reducir las paradas de los vehículos en un 30%. 

Esto no solo mejora el flujo del tráfico, sino que también reduce las emisiones de gases contaminantes, otra consecuencia positiva y objetivo de la investigación. Menos paradas y arranques en los semáforos significan menos emisiones de dióxido de carbono y otros contaminantes, contribuyendo a una mejor calidad del aire en las ciudades.

También el ahorro de tiempo y de problemas como el estrés y la ansiedad. Con un tráfico más fluido, puedes llegar a tus destinos más rápido, lo que se traduce en un ahorro significativo de tiempo y de salud mental. Este tiempo extra puede ser utilizado de manera más productiva, mejorando tu calidad y evitando imprevistos y problemas derivados del retraso.

Google anima al resto

Google ha diseñado Green Light para que sea escalable y accesible. La compañía está alentando a las ciudades y a otros desarrolladores a utilizar esta tecnología de manera libre, siempre que tengan acceso a la base de datos de Google. Esto significa que más ciudades en todo el mundo pueden beneficiarse de esta solución innovadora.

En otras palabras: Google no tiene la exclusividad de esta tecnología, lo que abre la puerta a una colaboración más amplia y a una adopción más rápida de soluciones basadas en IA para el tráfico en distintas partes del mundo.

El futuro de la gestión del tráfico con IA también tiene "pegas"

Aunque los resultados iniciales de Green Light son alentadores, la implementación masiva de esta tecnología se enfrenta a varios desafíos. La integración de la IA en los sistemas de tráfico existentes requiere una inversión significativa y la cooperación de múltiples entidades, incluyendo gobiernos municipales y empresas privadas.

Sin embargo, a medida que más ciudades adopten esta tecnología, se espera una mejora continua en los algoritmos y la eficiencia de la IA. Con el tiempo, podríamos ver una reducción significativa de los atascos en todo el mundo, transformando la manera de desplazarse en las áreas urbanas.