Las acciones de Toyota caen un 5% tras descubrirse irregularidades en la certificación de coches

La última semana ha sido un auténtico infierno para Toyota. A principios de la semana pasada, las autoridades japonesas entraron en la sede central de Toyota en el marco de una investigación del gobierno del país que también afecta a compañías como Mazda, Yamaha, Honda y Suzuki, por presuntas irregularidades en la certificación de vehículos.

En el caso concreto de Toyota, el Gobierno japonés la investiga por irregularidades en las pruebas de seguridad necesarias para obtener certificaciones gubernamentales, mientras que la investigación del gobierno nipón sobre Mazda apuntan a la falsificación de los resultados del software de control de motor por dos modelos. 

El Ministerio de Transporte informó de que llevará a cabo inspecciones in situ en las cinco empresas en las que se denunciaron conductas indebidas. 

La inspección de los fabricantes de automóviles japoneses se produce después de que la unidad Daihatsu de Toyota declarara en diciembre que detendría los envíos de todos los vehículos tanto al extranjero como a Japón. 

Esta medida se produjo después de que una investigación sobre un escándalo de seguridad detectara problemas en unos 64 modelos, 22 de ellos vendidos bajo la marca Toyota.

Daihatsu denunció en abril del año pasado que había manipulado las pruebas de seguridad de colisión lateral realizadas a 88.000 coches pequeños, la mayoría de los cuales se vendían bajo la marca Toyota.

Tras la noticia de la investigación, Toyota suspendió al día siguiente su producción y el envío de tres modelos de coches fabricados en Japón: Corolla Fielder, Corolla Axio y Yaris Cross. Sin embargo, los problemas para la marca nipona han ido mucho más allá.

El presidente de Toyota, Akio Toyoda, pidió disculpas a los clientes y partes interesadas de la empresa, reconociendo que siete de sus modelos fueron "probados con métodos que difieren de las normas definidas por las autoridades nacionales". Aunque la empresa afirmó que los conductores podrían seguir utilizando sus coches.

Según publica CNBC, en una semana sus acciones se han desplomado. En concreto, las acciones cayeron más de un 5,4% la semana pasada. El fabricante de automóviles perdió 2,45 billones de yenes japoneses (más de 14.500 millones de euros) en valor de mercado solo la semana pasada.

Por su parte, las acciones de Mazda cayeron un 7,7% en el mismo periodo, y perdieron 80.330 millones de yenes, o más de 465 millones de euros de capitalización bursátil la semana pasada.

Sin embargo, parece que las aguas están volviendo a su cauce y las acciones de todas las empresas investigadas han vuelto a subir este lunes. Toyota subió un 1,7%, Honda un 2,13% y Mazda un 1,7%. Suzuki y Yamaha también subieron ligeramente.