Los yogures de sabores no existen: ¿qué compramos entonces en los supermercados de España?

Yogurt para hacer dieta

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  • El sabor es una percepción causada por tres sistemas sensitivos diferentes: olfato, gusto y quemoestesis (tacto y olor).
  • La principal razón detrás del uso de sabores artificiales es el coste. Es mucho más barato y eficiente.

Muchos de los sabores de yogures que encontramos en los supermercados de España no existen en la naturaleza. 

La industria alimentaria ha creado sabores artificiales que imitan a frutas y otros ingredientes, engañando al paladar de los consumidores.

Sabores artificiales en los yogures

La mayoría de los yogures saborizados que se comercializan en España utilizan compuestos químicos para replicar el sabor de frutas y otros ingredientes. Estos sabores artificiales son creados en laboratorios y, aunque son seguros para el consumo, no provienen de la fuente natural que sugieren.

Por ejemplo, el sabor de "fresa" en muchos yogures no contiene ni una pizca de fruta real. En su lugar, se utilizan mezclas de compuestos como el etil butirato y el acetato de amilo, que juntos producen un sabor similar al de la fresa. Este fenómeno no se limita solo a los yogures de fresa, sabores como mango, piña y frutos del bosque también suelen ser productos de una combinación de químicos.

¿Por qué se utilizan sabores artificiales?

La principal razón detrás del uso de sabores artificiales es el coste. Es mucho más barato y eficiente producir grandes cantidades de un compuesto químico que replicar el sabor de una fruta, que cultivar, cosechar y procesar la fruta real. 

Además, los sabores artificiales tienen una vida útil más larga y son más estables, lo que facilita su almacenamiento y transporte.

Impacto en la salud y la percepción del consumidor

Si bien estos sabores artificiales son aprobados por las autoridades sanitarias y se consideran seguros para el consumo, la realidad es que no aportan los mismos beneficios nutricionales que los ingredientes naturales. Los consumidores que creen estar comprando productos saludables y naturales pueden sentirse engañados al descubrir que muchos de estos sabores son fabricados.

Además, el uso de sabores artificiales puede influir en la percepción del gusto, haciendo que las personas se acostumbren a sabores más intensos y artificiales, lo que podría afectar su apreciación de los sabores naturales de los alimentos.

Regulaciones y etiquetado

Las regulaciones sobre el etiquetado de alimentos exigen que las empresas informen si un producto contiene sabores artificiales, pero la realidad es que muchos consumidores no prestan atención a esta información. 

La etiqueta puede incluir términos como "saborizantes artificiales" o "aroma idéntico al natural", pero sin un entendimiento claro de lo que esto implica, el consumidor medio puede no estar completamente informado sobre lo que está comprando.

Los yogures con sabores artificiales van a seguir siendo populares por su conveniencia y precio, pero es importante que los compradores comprendan lo que realmente están consumiendo. Optar por productos que utilicen ingredientes naturales, aunque a menudo más caros, puede ser una manera de asegurar una alimentación más saludable y auténtica.

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