Tesla será el debutante del S&P 500 más grande de toda la historia: sus acciones se disparan un 13% tras confirmarse su entrada al índice
- Tesla entrará en el índice S&P 500 a partir del 21 de diciembre, dos meses después de haberse quedado fuera del selectivo, y será la compañía de mayor capitalización que ingresa en la historia, con sus casi 390.000 millones de dólares (329.000 millones de euros).
- El anuncio de Dow Jones S&P impulsó la cotización de la empresa de Elon Musk un 13% tras el cierre del mercado.
- El crecimiento de la cotización del fabricante de vehículos eléctricos, que ha multiplicado por cinco su valor pese a haber hecho un split en septiembre, le permite entrar en este selecto club, después de haber encadenado cinco trimestres con beneficios.
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Tesla estará en el índice S&P 500 a partir del 21 de diciembre. Dos meses después de quedarse fuera del selectivo que agrupa a las principales 500 firmas cotizadas norteamericanas, la empresa fundada y dirigida por Elon Musk entrará a formar parte de este selecto club, tras el anuncio realizado por S&P Dow Jones este lunes, en el que no se aclara a qué compañía sustituirá la empresa de vehículos eléctricos, que protagoniza la mayor entrada de la historia, con su capitalización de casi 390.000 millones de dólares (329.000 millones de euros).
El impacto del anuncio no se hizo esperar, ya que el fabricante de coches eléctricos pasó de cerrar el periodo de mercado con una valoración de 408,29 dólares por acción (344,5 euros) a subir un 13% en la cotización posterior al cierre, hasta los 461,92 dólares (389,8 euros).
El volumen de la empresa de Musk —un gigante que ha multiplicado su valor en el último año por cinco, de los 89 dólares por título con los que partió en enero a los más de 460 actuales— ha provocado que la compañía que regula el selectivo, S&P Dow Jones, ha lanzado una consulta a los inversores para decidir cómo se incluirá a Tesla: si en una operación con todas sus acciones, o en dos tandas, el 14 y el 21 de diciembre, dividiendo sus acciones en diferentes proporciones.
La noticia no solo ha generado un impacto positivo en la cotización de Tesla, también en los inversores. "Que Tesla no estuviera en el S&P 500 era algo que no tenía sentido", aseguró a Bloombergel inversor Ross Gerber, responsable de Gerber Kawasaki Inc, que cuenta con más de 130.000 acciones de la compañía.
"Su trayectoria de beneficios sostenidos en el tiempo permite a Tesla finalmente entrar dentro de este esquivo club, después de mucho ruido en el parqué", consideró a la CNBC el analista de Wedbush Securities, Dan Ives.
El rally bursátil de Tesla y su impulso en la producción le llevan al selecto club del S&P 500
Reuters/Aly Song
La empresa de Elon Musk logra así situarse en el selectivo de referencia del mercado estadounidense, después de protagonizar un rally bursátil en el que llegó a ponerse en por encima de los 1.300 dólares por acción en agosto, justo antes de anunciar un split por el que dividió cada uno de sus títulos en cinco nuevas participaciones, que nada más dividirse remontaron hasta los casi 500 dólares.
No obstante, el crecimiento de Tesla no solo es una cuestión de expectativas del mercado. En el tercer trimestre de 2020 batió su récord de producción al entregar 139.300 vehículos entre julio y septiembre —un 53% más que el trimestre anterior— y cumplió su quinto trimestre consecutivo generando beneficios, ya que ganó 0,76 dólares por acción (0,64 euros) después de haber conseguido en septiembre unos ingresos trimestrales de 8.770 millones de dólares (7.390 millones de euros).
Musk mantiene que serán capaces de alcanzar las 500.000 entregas que prometieron para este año, pese a que la pandemia de coronavirus detuviera su producción durante más de dos meses. Para lograrlo, tendría que entregar más de 180.000 unidades entre octubre y diciembre, algo que los analistas ven complicado.
Su entrada en el S&P 500 generará seguramente cierta volatilidad en la acción, debido a la entrada de los inversores y fondos que están ligados a las compañías recogidas en el selectivo y la posibilidad de que quienes tenían acciones decidan aprovechar esa necesidad de comprar para vender sus acciones, pero no es algo nuevo para la empresa de Musk, que ha vivido con la volatilidad como compañera desde que comenzó a cotizar en 2010.
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