Tenía un trabajo de técnico remoto en Amazon, pero llegó la política de retorno: lo dejé cuando me pidieron que me trasladara a otra ciudad

Este artículo se basa en una conversación mantenida con Gazi Jarin, ingeniera de software de 24 años. Business Insider ha verificado documentalmente su empleo en Amazon. Lo que sigue ha sido editado para solo por motivos de extensión y claridad.

Estudié informática en la universidad. Quería apuntar alto y trabajar en una gran tecnológica.

En julio de 2022, tres meses después de graduarme, empecé un trabajo de ingeniería de software a tiempo completo en Amazon tras solicitarlo y pasar una entrevista.

Formaba parte del equipo Route 53, que se encarga de la gestión de dominios, y sentía que estaba haciendo un trabajo significativo.

Estuve en Amazon casi dos años, pero decidí marcharme en mayo después de que introdujeran su política de "regreso a la oficina" (RTO, por sus siglas en inglés). Esta me obligó a trasladarme a otra ciudad para estar en la oficina con más compañeros de equipo.

Creo que los empleados deberían poder elegir desde dónde trabajar, y yo no quería que una empresa decidiera dónde vivía.

Me gustaba trabajar a distancia en Amazon

Cuando empecé en Amazon, el trabajo era totalmente remoto. La mayoría de mis compañeros estaban en Vancouver, pero yo trabajaba en Toronto. Fui a la oficina de Toronto un par de veces, pero estaba muy vacía.

Visité la oficina de Vancouver dos veces cuando la empresa me llevó en avión para eventos sociales. El alojamiento y los vuelos estaban cubiertos.

Mi estancia en Amazon fue estupenda. Tuve buenos mentores y sentí que aprendía algo nuevo cada día. Empecé como ingeniera de software principiante y me ascendieron después del primer año.

Una desventaja era que cada ocho semanas, más o menos, tenía que estar de guardia durante una semana. Si un servicio se caía y los clientes no podían acceder a él, tenía que arreglar o mitigar el problema sin importar la hora.

Tuve que levantarme a las 3 de la mañana un par de veces, pero entendí que esto formaba parte del trabajo.

Al principio me preocupaba la reputación de Amazon de que sus empleados trabajan demasiado, pero en mi equipo se respetaba el equilibrio entre la vida laboral y personal.

Toronto y Vancouver tienen husos horarios diferentes, pero nunca me preocupó que alguien me pidiera que hiciera algo después de terminar la jornada. Si me conectaba antes de tiempo, mis compañeros me decían que no lo hiciera.

Amazon empezó a pedir a sus empleados que volvieran a la oficina y, en algunos casos, que se trasladaran a otra ciudad

Me gustaba el trabajo remoto y no tener que perder tiempo en desplazamientos.

Cuando empecé a hacer prácticas en la universidad, el coronavirus ya había llegado. No sabía lo que era trabajar en una oficina antes de incorporarme a Amazon.

Alrededor de agosto de 2023, mi jefe comunicó a nuestro equipo que la empresa estaba aplicando la política de regreso a la oficina. Al principio no fue estricta, y no fui a la oficina con regularidad durante los dos primeros meses.

Luego, nos notificaron que la empresa empezaría a controlar cuántas veces veníamos, y que teníamos que ir tres veces por semana. Recuerdo cierta indulgencia en cuanto a no acudir si estabas enfermo o de vacaciones esa semana, pero mi jefe me dijo que negarse sistemáticamente a cooperar con la política podía conllevar el despido.

Fui a la oficina de Toronto, pero todas mis reuniones seguían siendo virtuales porque mi equipo estaba en Vancouver, así que no cumplía realmente con la idea de "colaborar" en la política de retorno a la oficina.

Alrededor de diciembre de 2023, mi jefe nos informó de que la empresa iba a solicitar a los empleados que tendrían que estar en el mismo lugar que los demás miembros de su equipo. Mencionó que esto ayudaría a encarnar los valores de colaboración que tiene Amazon.

Había rumores de que esto podría ocurrir, porque ya lo habían hecho en EEUU.

Para mí, en principio la mejor opción era trasladarme a Vancouver, aunque algunos miembros de nuestro equipo de backend también estaban en Seattle, con lo que, digamos, era mi otra alternativa. Si me trasladaba a Seattle, recibiría un aumento de sueldo, porque me pagarían en dólares. Además, la empresa me tramitaría el visado y habría una vía para obtener la tarjeta de residencia.

Decidí que Seattle era mejor opción que Vancouver. Al principio les dije que me trasladaría, y ellos esperaban que lo hiciera antes de finales de 2024. Finalmente, decidí quedarme en Toronto y abandonar mi trabajo.

Sabía que Seattle me brindaría oportunidades, pero toda mi vida estaba en Toronto. Quería mantener abiertas mis opciones en Toronto, así que a principios de 2024 empecé a solicitar otros trabajos aquí.

No quería tener que dar un paso atrás en mi carrera para quedarme, así que me llevó un tiempo encontrar un trabajo que ofreciera un salario y unas ventajas comparables.

En mayo, me ofrecieron un puesto de ingeniera de software en Pinterest, que acepté, dejando Amazon ese mismo mes. El salario era más alto que el de Amazon, y no tendría que irme de Toronto.

Estoy contenta con mi elección. Entrevistarme con otras empresas me hizo darme cuenta de que las empresas estadounidenses están bastante abiertas a los candidatos canadienses. Si quisiera, podría ir a EEUU en otro momento.

Prefiero ir a EEUU cuando me apetezca a que me obliguen a ir con prisas. También querría tener autonomía para elegir dónde trasladarme. No quería que Amazon decidiera por mí la ciudad o con qué frecuencia tenía que estar en la oficina.

No creo que el trabajo que hacía en Amazon me exigiera ir a la oficina o desplazarme. Principalmente, codificaba en mi ordenador. Aunque me hubiera trasladado a Seattle, muchos de los miembros de mi equipo habrían seguido en Vancouver.

Creo que el trabajo en persona es valioso si todo tu equipo está en la misma oficina, pero no debería ser un requisito indispensable para todo tipo de trabajo. Los empleados deberían poder elegir ellos mismos dónde trabajar en lugar de que las empresas decidan por nosotros.

Nota del editor: Cuando se le han pedido comentarios sobre las afirmaciones de este artículo, un portavoz de Amazon explica que no puede verificar el relato de la autora y que no tiene información suficiente para "separar la verdad de la ficción". Sin embargo, este mismo portavoz añade: "Hace más de un año, pedimos a los empleados que empezaran a venir a la oficina tres o más días a la semana porque pensábamos que daría mejores resultados a largo plazo para nuestros clientes, negocio y cultura. La gran mayoría de los trabajadores están en la oficina con más frecuencia. Ahora hay más energía, conexión y colaboración".

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