¿Habrá agua para todos? Así está la situación de los embalses en España de cara al verano

Como cada año por estas fechas te preguntarás si los embalses están preparados para enfrentarse a la demanda de agua durante el verano, más aún con las pocas precipitaciones que suele tener la Península en estos meses y la llegada masiva de turistas. 

Los embalses para consumo humano y agricultura están al 54,9% de su capacidad, según los datos del último informe semanal del Boletín Hidrológico, publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), mientras que los embalses peninsulares en su conjunto se encuentran al 64,7%, un nivel ligeramente superior a la media de los últimos diez años, que se encuentra en un 63,6%. 

Cuál es la situación actual de los embalses en España

España cuenta con casi 400 embalses que se distribuyen por todas las comunidades autónomas, cada una con características climáticas y geográficas distintas. El volumen de agua almacenada varía considerablemente entre ellas, influyendo directamente en la disponibilidad de recursos hídricos. Este un resumen de la situación actual de los embalses por regiones, que no por cuencas, según los últimos datos oficiales:

Esta tabla muestra una capacidad promedio de llenado en torno al 65%, con variaciones regionales que pueden influir en la gestión del agua de cada zona. Fuente: EpData.

Embalses para la producción de energía eléctrica

Los embalses destinados a la producción de energía eléctrica han experimentado una reducción de dos puntos respecto a la última semana, situándose al 86,6% de su capacidad.

Distribución geográfica de las reservas de agua

El nivel de agua en los embalses varía significativamente según la región. Las cuencas con menores niveles de agua son:

• Cuenca del Segura: 22%.
• Guadalete-Barbate: 28,5%.
• Cuenca Mediterránea Andaluza: 31,3%.
• Cuencas internas de Cataluña: 32,8%.

En contraste, las cuencas septentrionales, como las Cuencas Internas del País Vasco, Miño-Sil y Galicia Costa, están de media casi a plena capacidad:

• Miño-Sil: 94,5%.
• Galicia Costa: 93,7%.
• Cantábrico Occidental: 93,5%.
• Duero: 88,6%.
• Cantábrico Oriental: 87,7%. 

Qué factores afectan a los niveles de los embalses

El cambio climático es un factor, según los expertos, que afecta los niveles de agua en los embalses. Las alteraciones en los patrones de precipitación y el aumento de las temperaturas medias han provocado periodos de sequía más intensos y prolongados. Estos cambios impactan directamente en la capacidad de los embalses para retener agua y en la disponibilidad del recurso durante todo el año.

Según los últimos datos del Miteco, el 9,2% de la superficie peninsular está en situación de sequía prolongada. Las áreas más afectadas incluyen: Cataluña, Andalucía y Castilla-La Mancha.

El uso del agua en agricultura, industria y consumo humano es otro factor determinante. En regiones con una alta demanda de agua para riego, como Andalucía y Castilla-La Mancha, los niveles de los embalses pueden verse significativamente reducidos. El equilibrio entre la oferta y la demanda de agua es esencial para mantener niveles adecuados en los embalses.

Evolución histórica de los embalses

Desde 1988, se ha recopilado una extensa base de datos sobre la evolución de los niveles de agua en los embalses españoles. Esta información revela que los niveles máximos de capacidad, alrededor del 85%, alcanzados en la primavera de 2013 y 2014, no se han vuelto a registrar en años recientes. La tendencia general muestra un descenso en las reservas, especialmente en las cuencas de los ríos Guadiana, Guadalete-Barbate y Guadalquivir.

Medidas para garantizar el abastecimiento

La gestión sostenible del agua implica la implementación de políticas y prácticas que aseguren el uso eficiente y responsable del recurso. Esto incluye la modernización de infraestructuras para reducir pérdidas, la promoción de tecnologías de riego más eficientes y la concienciación de la población sobre la importancia del ahorro de agua.

La innovación tecnológica también juega un papel fundamental en la optimización del uso del agua. Desde sistemas de riego inteligentes hasta tecnologías de desalación y reciclaje de aguas residuales, la adopción de nuevas tecnologías puede mejorar significativamente la gestión de los recursos hídricos y reducir la presión sobre los embalses.

Por último, las políticas de conservación y la regulación estricta del uso del agua son esenciales para asegurar la sostenibilidad de los embalses. Esto incluye la implementación de normas más estrictas sobre la extracción de agua, el fomento de prácticas agrícolas sostenibles y la protección de las cuencas hidrográficas.

24 consejos para ahorrar agua cuando hay sequía

¿El tiempo ayudará este verano?

La gran pregunta es si será un verano seco como casi cada año. Las previsiones climáticas no son buenas, ya que indican que podría haber un verano más cálido de lo habitual y en la media de escasez de precipitaciones, lo que incrementaría la evaporación y, en consecuencia, reduciría los niveles de los embalses. 

De dónde venimos: las precipitaciones y su impacto en las reservas de agua

El año hidrológico 2022-2023 cerró con precipitaciones acumuladas que se encuentran un 2% por encima de la media histórica. A pesar de esto, las lluvias han sido distribuidas de manera desigual, beneficiando principalmente a la mitad oeste e interior de la península y dejando zonas como el tercio Este, con precipitaciones por debajo de los valores normales. Este desequilibrio agrava la situación en regiones ya afectadas por la sequía, como Murcia y Almería.

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Etiquetas: Sequía, Cambio climático, Big data