Shein ultima su salida a bolsa: estos son los retos a los que tendrá que hacer frente

Shein

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Tasmin Lockwood,

Riddhi Kanetkar

| Traducido por: 
  • El gigante de la moda rápida Shein prepara su salida a bolsa, prevista para este año.
  • Valorado en 100.000 millones de dólares en su momento más álgido, la empresa china ha utilizado la inteligencia artificial y la tecnología para ampliar su presencia.
  • Sin embargo, su camino bursátil podría verse obstaculizado por culpa de varios escollos regulatorios y empresariales. 

El gigante chino Shein tiene por delante toda una serie de desafíos por delante sobre su operativa mientras avanza en su salida a bolsa.

El fenómeno de la moda rápida avanza y lo hace atravesando países pero también con grandes polémicas. En su momento, alcanzó una valoración de 100.000 millones de dólares (más de 92.000 millones de euros), para convertirse en la tercera startup más valiosa del mundo, solo detrás de ByteDance, propietaria de TikTok, y SpaceX, de Elon Musk. 

Luego llegaron algunas correcciones que redujeron un tercio su valor, hasta alcanzar, en mayo de 2023, los 66.000 millones de dólares.

El fundador de Shein, Sky Xu, también conocido por Yangtian Xu o por su nombre en inglés, Chris, lanzó la empresa en China en 2008 como ZZKKO, una web de comercio electrónico que vendía vestidos de novia. Ahora, la compañía atrapa a clientes de más de 150 países vendiendo ropa, zapatos y joyas, todos ellos diseñados para responder a tendencias fugaces.

Sus números, al menos por el momento, son un misterio. Reuters informó de que la empresa alcanzó unos ingresos de unos 30.000 millones de dólares anuales en 2023, aunque el consejero delegado de la empresa de gestión de marcas Authentic Brands Group, asociada a Shein, ha asegurado que los ingresos son mucho mayores.

La empresa, que ahora tiene su sede en Singapur, ha recaudado 3.660 millones de dólares (unos 3.100 millones de euros) en total a nivel de inversión, según los datos de PitchBook, incluyendo dinero de firmas de primera línea como HongShan, anteriormente Sequoia China. 

A pesar de su popularidad entre los consumidores, Shein ha sido criticada por activistas laborales y medioambientales por explotar a los trabajadores, plagiar a los diseñadores, vender prendas que contienen sustancias químicas peligrosas y contribuir a la crisis climática.

Ahora su inminente salto bursátil le obliga a tener unos requisitos de información mucho más estrictos que los que puede tener una empresa (como una startup) que no cotiza en bolsa. ntes de cualquier oferta pública inicial, la empresa que ha mantenido sus cartas ocultas pronto tendrá que ponerlas sobre la mesa.

Sin embargo, a pesar de las controversias y de la competencia, los inversores están ansiosos por invertir en esta compañía en expansión, según ha declarado un analista a BI.

Una portavoz de Shein no ha querido hacer comentarios para este artículo.

Quién es quién en el universo textil: Shein, el desconocido gigante chino que ha atrapado a la generación Z y ahora debe redefinir la fórmula que le ha llevado al éxito

Preparándose para salir a bolsa

Aún se desconocen los detalles básicos sobre la esperada salida a bolsa de Shein: cuándo, dónde y por cuánto podría salir a bolsa.

En noviembre, la CNBC informó de que la empresa había presentado una solicitud confidencial para salir a bolsa en Estados Unidos. Pero, en febrero, Bloomberg dijo que podría cotizar en Londres, Hong Kong o Singapur, tras las preocupaciones de los políticos estadounidenses sobre la transparencia de Shein en torno a sus operaciones en China.

Shein podría trasladar su sede a Estados Unidos para apaciguar a los legisladores. Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha considerado a otras empresas que han hecho lo mismo como si fueran compañías chinas, explica a BI David Swartz, analista de Morningstar que cubre empresas de la industria textil.

Las estimaciones sitúan la valoración de la OPV de Shein en torno a los 90.000 millones de dólares, según informó Bloomberg el año pasado. Swartz afirma que los inversores están dispuestos a apostar por esta joven empresa de "crecimiento extremadamente alto".

Los inversores no conocerán las cifras reales de Shein hasta las últimas fases del proceso de salida a bolsa. Sin embargo, sus números —ninguno confirmado por la compañía— indican que su valoración estimada de 90.000 millones de dólares sería tres veces sus ingresos por ventas en 2023.

"Eso es agresivo para una empresa de ropa, pero hemos visto a Lululemon cotizando a seis veces sus ventas. Esto demuestra que es posible", afirma Swartz. Lululemon tiene unas ventas anuales de 10.000 millones de dólares, un tercio de las ventas declaradas por Shein.

Moda low cost.

El gigante de la distribución debe hacer frente a una buena dosis de polémicas

Shein se ha visto muy cuestionada por historias que cuestionan el impacto medioambiental de la empresa.

Según un informe de Zurich Insurance Group, la industria de la moda es responsable de más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En Europa desecha 5 millones de toneladas de ropa anualmente. 

Shein, de hecho, se ha enfrentado a críticas generalizadas sobre su huella medioambiental, en parte gracias a su precio medio de 14 dólares por prenda, que, según los críticos, fomenta una cultura de usar y tirar. La empresa crea hasta 10.000 nuevos artículos al día y sólo el 6% de los productos se almacenan durante más de 90 días, según un artículo de 2022 publicado en The Guardian.

El auge de los #SheinHauls han aumentado el escrutinio sobre lo que ocurre cuando los clientes devuelven artículos. No es ningún secreto que muchas devoluciones de la moda rápida acaban en vertederos.

Un trabajador confecciona prendas en una fábrica de ropa que suministra a Shein.
Un trabajador confecciona prendas en una fábrica de ropa que suministra a Shein.

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No obstante, hay movimientos para intentar crear otro Shein. De hecho, se ha aliado con la neoyorquina Queen of Raw para obtener materiales de las existencias de otras empresas. Con ellos ha gestado su primera colección circular. "Se trataría que de otro modo irían a parar al vertedero o a la incineración", explica Stephanie Benedetto, cofundadora y consejera delegada. 

Benedetto explica que su material de desecho está cerca de la cadena de producción local de Shein en China. "Podemos añadir más ubicaciones a medida que crezca su cadena de suministro, pero estamos lo más cerca posible de donde está la planta de producción", cuenta Benedetto.

Aunque el esfuerzo es un hecho lo cierto es que Shein no vende sus propias existencias muertas o devoluciones a través de Queen of Raw, ni la empresa revela públicamente su proceso de devoluciones.

En 2022, Shein dijo que se había comprometido a destinar 15 millones de dólares a mejorar su operativa medioambiental en 300 de sus socios en los próximos 4 años, incluido el nombramiento de un líder ESG en 2021, según documentos obtenidos por BI.

Para saber qué ocurre con algunos artículos de Shein una vez devueltos, los reporteros de BI en el Reino Unido colocaron dos AirTag en prendas de Shein y las devolvieron.

El AirTag estaba pegado dentro de un bolsillo de esta chaqueta.
El AirTag estaba pegado dentro de un bolsillo de esta chaqueta.

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Los artículos llegaron a un depósito cerca de Canary Wharf (Londres) y luego fueron enviados a un almacén a las afueras del aeropuerto de Coventry y de ahí a Walsall, noroeste de Birmingham. A continuación, los pantalones fueron transportados a un lugar de Irlanda del Norte, que parecía ser una dirección residencial. El AirTag actualizó esta ubicación por última vez en mayo de 2024.

Se desconoce si estas ubicaciones son el punto final del proceso de devoluciones de Shein, o si los artículos han sido revendidos o desechados.

Un reportaje anterior de Rest of World, que rastreó algunas de las devoluciones de Shein en Estados Unidos en 2022, descubrió que los artículos también se devolvían a lugares que parecían ser direcciones residenciales. No está claro si estos artículos fueron revendidos a los consumidores, o si terminaron cerca de estos lugares antes de que los localizadores pudieran detectar su próximo destino.

En 2022, Shein puso en marcha un sistema de reventa entre particulares en Estados Unidos para "prolongar la vida útil" de las prendas, según su informe de sostenibilidad e impacto de 2022, que ya no se encuentra disponible en internet.

La opaca cadena de suministro de Shein se ha convertido en un obstáculo clave para sus ambiciones de salir a bolsa en Estados Unidos. Según recientes informaciones, los congresistas de Washington reclaman más transparencia sobre la procedencia del algodón que utiliza el gigante del consumo. Según la legislación estadounidense, las importaciones de Xinjiang están prohibidas, pero Shein no ha revelado si su producción de algodón procede de la región ni en qué medida.

La información sobre las credenciales de sostenibilidad de Shein es algo que los posibles inversores y los reguladores financieros quieren tener en cuenta.

"Hay gestores de inversiones que no pueden comprar petróleo o tabaco, por ejemplo", dice Swartz de Morningstar. "Eso es potencialmente un problema para Shein que podría afectar a su valoración, eliminando a algunos posibles inversores".

Swartz afirma que Shein podría meterse en un buen lío si las polémicas existentes se convirtieran en un problema mayor y supusieran un riesgo financiero para la empresa.

Cada año se tiran millones de toneladas de ropa que se acumulan en los vertederos de todo el mundo.

La competencia gana terreno

Mientras Shein se prepara para cotizar en bolsa, los inversores también tendrán en cuenta cómo la plataforma de comercio electrónico rival Temu está ganando impulso. Según Bloomberg, el gasto en Temu, con sede en Dublín, superó al de Shein en junio de 2023.

Temu tiene un modelo de negocio diferente, ya que vende una gama más amplia de productos como intermediario entre la producción china y los consumidores. Shein participa más directamente en la producción y se centra en la ropa, pero la popularidad de Temu "podría afectar a la valoración", sostiene Swartz.

También podrían surgir tensiones geopolíticas si Shein pretende cotizar en Estados Unidos. A pesar de haber solicitado confidencialmente la salida a bolsa a la SEC, The Wall Street Journal informó en enero de que el regulador se mostraba reacia a aceptar un caso con carga política. Por ello, nació la idea de mirar hacia Londres para su desembarco bursátil.

Ahí no acaba todo. Shein se ha enfrentado al escrutinio del Comité Selecto de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por sus vínculos con el Partido Comunista Chino. En una declaración de noviembre tras la noticia de la salida a bolsa de Shein, su presidente Mike Gallagher instó a los inversores y a los bancos que suscribieran la operación a "examinar cuidadosamente los programas de regulación y compliance de Shein". La comisión sigue investigando a la empresa.

"Eso no detendrá a Shein. Pero podría afectar a la valoración, porque podría haber algunos bancos de inversión e inversores que se mantengan al margen porque no están seguros de lo que ocurrirá a nivel de regulación", explica Swartz.

Aunque Swartz señala que las OPV del sector textil en Estados Unidos han sido escasas en los últimos años, casos notables como el de Allbirds "han sido un desastre". Las ventas de la empresa de zapatillas cayeron un 15% el año pasado, y las acciones se desplomaron un 97% desde su debut en bolsa.

Shein, por otro lado "será única en su clase" si consigue cotizar a la valoración deseada o cerca de ella. Ha sido objeto de un hype sin precedentes por parte de los inversores porque es "una empresa joven con un crecimiento extremadamente alto", explica Swartz a BI.

"La gente está dispuesta a pagar grandes múltiplos por ello", afirma. "No se puede comparar con empresas como Nike o Adidas, porque no tienen el mismo potencial de crecimiento".

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