Rechacé un trabajo en Google y luego me echaron de Amazon: no me arrepiento de mis decisiones

Matan Gans dice que está feliz con la elección que hizo, no tomando el camino fácil.
Matan Gans dice que está feliz con la elección que hizo, no tomando el camino fácil.

Matan Gans

Beatrice Nolan,

| Traducido por: 
  • Matan Gans es un antiguo ingeniero de desarrollo de software en AWS.
  • El joven ha sido víctima de los despidos masivos de las grandes tecnológicas desde que se graduó en la universidad.

Este artículo se basa en una conversación con Matan Gans, antiguo ingeniero de desarrollo de software en AWS y fundador de una startup. La transcripción se ha editado por razones de extensión y claridad.

Cuando me gradué en la Universidad de Brown en 2022, estaba sopesando dos interesantes ofertas de trabajo: una de Google y otra de Coinbase.

Trabajar en Google era como un sueño para mí, pero el trabajo era presencial y aceptarlo conllevaba dejar mi vida en Boston y mudarme a California.

También tenía una oferta para entrar en la empresa en la que hice mis últimas prácticas en verano en Amazon Web Services, que decidí no aceptar porque su sede estaba en Seattle.

El trabajo en Coinbase era completamente en remoto, así que me enfrenté a la difícil decisión de quedarme en la Costa Este o trasladarme al otro extremo de Estados Unidos, en la Costa Oeste.

Al final decidí quedarme en Boston y aceptar la oferta de Coinbase. Estaba un poco indeciso porque, aunque la criptomoneda estaba experimentando un gran auge en ese momento, me entusiasmaba la idea de entrar en el mundo de la tecnología y tener un trabajo estable.

Fue difícil decirle que no a Google, pero todo se redujo a la oportunidad de trabajar a distancia.

Pero una semana después de graduarme recibí un correo electrónico de Coinbase en el que me decían que rescindían mi oferta por culpa de una ronda generalizada de despidos.

Un gran aluvión de apoyo

Evidentemente, fue decepcionante y terriblemente chocante: me había ilusionado con el trabajo en Coinbase.

Tardé un tiempo en superar el shock inicial. Decidí publicarlo en LinkedIn porque vi que otros lo estaban haciendo.

La respuesta fue increíble: mi bandeja de entrada de LinkedIn se llenó de reclutadores y recibí un montón de apoyo de gente del sector tecnológico. Incluso conseguí entrar por la vía rápida en la última ronda de entrevistas de una empresa que buscaba empleados despedidos de Coinbase.

Mi jefe de unas prácticas de verano en Amazon también se puso en contacto conmigo. Me ofreció un trabajo en el mismo equipo en el que había hecho mis prácticas. Aunque el equipo tenía su sede en Seattle, me dijo que la empresa tenía una opción de teletrabajo que me permitiría trabajar desde Boston.

Aunque tenía otra oferta sobre la mesa, acepté el trabajo de Amazon.

Pensé que tenía el trabajo de mis sueños en Amazon.

Me pareció la opción más segura porque era una gran empresa tecnológica y ya conocía al equipo.

Empecé a trabajar como ingeniero de desarrollo de software en Amazon Web Services (AWS) en agosto de 2022. El trabajo resultó ser fantástico y aprendí mucho.

Despidos en Amazon

Cuando Amazon empezó a recortar puestos de trabajo, fue un gran shock.

Evidentemente, los despidos masivos eran preocupantes, puesto que yo ya había pasado por una situación similar unos meses antes.

En la empresa existía la sensación de que los despidos no alcanzarían a AWS porque era un departamento rentable. Sobreviví a las dos primeras rondas de recortes a principios de 2023 y poco a poco empecé a sentirme más seguro en mi trabajo otra vez.

Pero, en febrero de 2023, Amazon anunció una política de vuelta a la oficina.

Esto me dejó en alerta máxima, ya que la razón principal por la que acepté el trabajo fue por la opción de trabajar en remoto. Vivía con mi pareja en Providence, Rhode Island, por lo que el desplazamiento a la oficina desde Boston habría sido demasiado para mí.

No solo eso, sino que mi equipo seguía teniendo su sede en Seattle.

Podría haberme trasladado a la oficina de Boston, pero mi jefe empezó a darme la impresión de que preferían que me quedara en Seattle. Les dije que si tenía que trasladarme lo haría, pero que prefería quedarme donde estaba.

Mis jefes intentaron trasladarme a otro equipo situado en Boston y nunca insinuaron que mi puesto estuviera en peligro.

Pero entonces, un martes por la mañana cualquiera, entré en mi ordenador y descubrí que había perdido el acceso al Slack de la empresa. Efectivamente, cuando abrí mi correo electrónico descubrí que me habían despedido.

Las otras dos personas despedidas de mi equipo eran trabajadores en remoto. No sé por qué me despidieron. Intenté buscar una razón, pero la empresa me dijo que era una mezcla de motivos y no solo porque trabajaba a distancia.

despidos

La nueva normalidad

Volví a publicar en LinkedIn después de que me despidieran de Amazon, pero esta vez no se hizo tan viral.

No recibí el flujo de respuestas que había recibido tras la rescisión de mi oferta de Coinbase.

Parecía que todas las empresas tecnológicas estaban realizando despidos masivos. Solicité algunos puestos de trabajo y recibí algunos rechazos automáticos, pero cada día veía a más gente despedida.

Al principio me arrepentí de no haber aceptado el trabajo en Google. Aunque Google realizó algunos despidos, proporcionalmente no suprimió tantos puestos como Coinbase.

Con el tiempo, he aprendido a no arrepentirme de mi decisión.

Creo que mi experiencia laboral en Google habría sido muy similar a la de Amazon. Incluso podría haber sido peor para mí porque habría estado muy lejos de casa y me habría alejado de mis seres queridos de la Costa Este.

La vida después del despido

Desde que me despidieron de Amazon, lo que más he hecho ha sido trabajar en mi propia start-up.

Además, doy clases en un programa que ofrece a los estudiantes cursos extracurriculares de codificación e investigación en inteligencia artificial, y trabajo como voluntario en otro programa como instructor de codificación.

También he trabajado como ingeniero de software de contacto en empresas emergentes en fase muy inicial. Me atraía el espíritu emprendedor después de haber experimentado lo que era estar en una gran tecnológica y probar en estos trabajos me inspiró a crear mi propia empresa.

Lo más importante que aprendí cuando me despidieron es lo difícil que puede ser reconfigurar mentalmente tu vida.

Mi reacción inmediata durante varios meses fue de desilusión con las Big Tech, pero ahora me siento feliz y satisfecho con mis experiencias. Me parece que estoy en el momento ideal en la vida para no tomar un camino más directo.

También hay un lado positivo en los despidos, me permitieron tomarme un tiempo, encontrarme a mí mismo y descubrir lo que me gusta.

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Etiquetas: Teletrabajo, Amazon, Trabajo, Google