Quién debería evitar los productos altos en proteína

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  • Tomar muchas proteínas no es algo malo, sobre todo si lo haces durante un periodo de tiempo corto.
  • Sin embargo a la larga pueden ocurrir muchos problemas de salud, sobre todo si tienes afecciones previas relacionadas con el riñón.

Las dietas altas en proteínas llevan tiempo entre las más populares. Han seducido a muchos consumidores ya que son fáciles de seguir, incluyen alimentos deliciosos y además de construir músculo adelgazan al saciar. Todo ventajas.

Planes como la Atkins o la Keto imponen un consumo mayor del habitual de este nutriente esencial. Se puede hacer a través de alimentos, y hay quien tira de suplementos (hola batidos de proteínas). Lo que ha llevado a que en el supermercado aparezcan todo tipo de productos enriquecidos. Ahora puedes comprar casi cualquier cosa enriquecida con proteínas, desde galletas hasta café proteico. Incluso los alimentos que son naturalmente ricos, como el yogur, se venden en versiones con porcentajes más altos.

Pero ¿todos son ventajas y deberías lanzarte a comer proteínas como si no hubiera mañana o hay gato encerrado? Como con casi todo hay matices.

¿Hay riesgos en comer demasiadas proteínas?

Son los nutrientes que realizan mayor número de funciones en las células. Forman parte de la estructura de los tejidos y debes obtenerlas a través de la alimentación porque tu cuerpo no las sintetiza.

Su porcentaje en la dieta debe situarse, según las necesidades, entre un 15% y un 35% de las calorías diarias. Lo que significa entre 0,81-1 gramos por kilo de peso. Es decir, una persona de 60 kg debería consumir entre 48 y 60 gramos de proteínas al día. Aunque esta cantidad varía en función de factores, entre ellos la edad o la cantidad de ejercicio.

Pero existe un reverso oscuro de las dietas demasiado proteicas. En exceso la proteína animal de la carne puede significar un consumo elevado de grasas saturadas, vinculadas a un mayor riesgo de colesterol, obesidad o cáncer. 

Como enfatiza la Mayo Clinic, algunas dietas altas en proteínas limitan tanto el consumo de carbohidratos que posiblemente no se obtengan los nutrientes ni las fibras necesarias. Esto puede causar problemas como mal aliento, dolor de cabeza y estreñimiento.

Los productos altos en proteínas, como los yogures, "no son recomendables en cualquier patología que se deba limitar el consumo de proteínas  como en la insuficiencia renal o hepática, o personas con valores de ácido úrico alto, como la gota, y en personas con síndrome metabólico", explica a Business Insider la Dra. María José Miró Echevarne, especializada en medicina general, dietética y nutrición de Clinicum.

"Todas las personas con enfermedad renal avanzada probablemente deberían evitar consumir grandes cantidades de proteína y deben consultar a su médico para recibir asesoramiento", añade. 

Esto se debe a que consumir dietas muy proteínicas supone un mayor riesgo de sufrir cálculos renales, según Harvard y puede afectar al funcionamiento de los riñones en personas con enfermedad renal, incide la Mayo Clinic. "Pues es posible que el cuerpo no pueda eliminar todos los desechos de las proteínas descompuestas".

¿Cuánto es demasiado? Si bien no hay una cifra exacta, las directrices de Harvard indican que para la persona promedio —que no es un atleta de élite ni culturista— probablemente sea mejor apuntar a no más de 2 g/kg.

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Etiquetas: Alimentación, Salud, Dietas, Vida sana