Así puedes perder el derecho a la baja médica

Cuando un trabajador se enferma puede no acudir a su trabajo y sí al médico para tratarse. Sin embargo, puede darse el caso de que se produzca una baja que sea mayor de cuatro días. En ese caso, se está ante una incapacidad temporal. 

Esta incapacidad temporal hace que el trabajador, durante un periodo de tiempo, no pueda realizar las actividades que requiere su puesto de trabajo. Y, a cambio, recibe una prestación por parte de la Seguridad Social en compensación por la pérdida de ingresos que se produce. 

La baja, en la mayoría de los casos, la da el médico de cabecera una vez es consciente de lo que le pasa. Pero eso no quiere decir que siempre sea él; de hecho, en caso de accidente suele ser la mutua colaboradora de la Seguridad Social, o incluso los propios médicos de la empresa, si se dispone de este servicio, los que la tramitan. 

Las obligaciones de una persona de baja

En el momento en que se está de baja las citas médicas son habituales. Estas se realizan sobre todo para llevar a cabo un reconocimiento médico a fin de conocer la evolución de la enfermedad o accidente y saber si ya se ha repuesto para volver al trabajo. 

Este reconocimiento médico es llevado no solo por el médico de cabecera o especialista; sino que también las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social citan a los trabajadores de baja para hacer un doble seguimiento. 

Estas citas deben darse siempre con cuatro días hábiles de antelación como mínimo. Y la no asistencia a ellas puede hacer que se suspenda la prestación por incapacidad temporal. Además, si no hay justificación de ello en un plazo de 10 días hábiles, eso hará que el derecho a la prestación se extinga, y con ello el derecho a la baja laboral. 

Este no es el único caso en el que una persona puede perder su baja y pasar, automáticamente, a estar dado de alta. Existe otro supuesto, en el que la baja se haya producido por un accidente laboral o enfermedad profesional, y estén siendo gestionadas por la propia mutua. En este caso, será la mutua colaboradora quien decida cuándo se debe incorporar de nuevo el trabajador a su puesto.

Las mutuas no pueden dar el alta siempre

Muchas personas que pasan por las mutuas para el reconocimiento de la dolencia que ha producido la baja habrán escuchado de los profesionales frases que les instan a darse de alta. Sin embargo, la realidad es que las mutuas no pueden dar el alta médica, sólo proponerla, en el caso de que esta sea por contingencias comunes. 

Esta es enviada a la Unidad de Inspección Médica del Servicio Público de Salud que, a su vez, la remite a los facultativos (médicos de familia) para que sean ellos quienes tomen la decisión final. Es decir, aceptar la decisión y dar el alta, o confirmar la baja médica. 

Aun así, si hay una discrepancia entre la decisión del facultativo y la de la inspección médica, también puede producirse un alta en caso de que así lo determine la inspección. 

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