Patrones de sueño que pueden debilitar seriamente tu salud a largo plazo: el insomnio pero también las siestas
- Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU) afirman que hay 4 patrones de sueño que siguen las personas y que estos pueden ayudar a predecir la salud a largo plazo.
- Las personas que dormían con insomnio se asociaban con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión durante un período de 10 años. Pero otras formas de descanso también conllevaron riesgos.
Todo el mundo necesita dormir. Pero no todos lo hacen de la misma manera. Es algo a veces difícil de cambiar, pero que merece la pena, ya que ciertos patrones de sueño parecen tener un impacto serio en la salud de los durmientes a la larga.
Las alteraciones de sueño, —que conlleva no dormir cada noche entre 7 y 8 horas de sueño ininterrumpido que pase por todas las fases necesarias— implican dificultad para concilarlo, despertares frecuentes o descanso poco profundo.
Solo una noche de mal descanso ya se deja notar en el humor y la concentración. A la larga se ha relacionado con mayor riesgo de demencia, afecciones cardiovasculares, diabetes o peor salud en general.
La Dra. Soomi Lee, profesora asociada de Desarrollo Humano y Estudios Familiares en Penn State lleva décadas estudiando la relación entre salud y hábitos nocturnos. Su último trabajo ahonda en cómo comprender esto es primordial porque permite considerar el sueño como un factor modificable para futuras estrategias de prevención de enfermedades.
"La investigación, incluyendo nuestros propios hallazgos, consistentemente vincula el sueño pobre a una miríada de resultados adversos para la salud, que van desde mayores riesgos de depresión, dolor crónico, enfermedades cardiovasculares, a la disminución cognitiva", explica a Medical News Today.
4 Patrones de sueño
Para este estudio, publicado en Psychosomatic Medicine, Lee y su equipo utilizaron datos de unos 3.700 participantes del estudio Midlife in the United States (MIDUS). Los investigadores tuvieron acceso a los hábitos de sueño de cada participante y a datos sobre su salud crónica en 2 momentos distintos con 10 años de diferencia.
Basándose en esto los científicos pudieron identificar 4 patrones de sueño diferentes:
- Buenos durmientes: que tienen los mejores hábitos de sueño en todos los puntos de datos.
- Dormilones: en su mayoría duermen bien, pero duermen siestas diurnas con frecuencia.
- Dormilones de fin de semana: tienen un sueño irregular entre semana y duermen más los fines de semana y las vacaciones.
- Insomnes: aquellos que tienen problemas de sueño, como tardar mucho en dormirse, sueño de corta duración y mayor cansancio durante el día.
"Los resultados revelaron una prevalencia preocupante de insomnes o dormilones entre los participantes, lo que subraya la importancia de abordar la salud del sueño incluso entre poblaciones aparentemente sanas", explica Lee.
Mayor riesgo de enfermedades crónicas
A través de los modelos de patrones, aquellos clasificados como durmientes con insomnio tenían un 81% más de probabilidades de desarrollar condiciones de salud crónicas, incluidas enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.
"Es importante señalar que la identificación del fenotipo del durmiente con insomnio se basó en las características del sueño autoinformadas y no en el diagnóstico clínico", señala Lee. "Sin embargo, estas características se alinean estrechamente con los síntomas clínicos del insomnio, que incluyen una duración corta del sueño, un cansancio elevado durante el día y un inicio prolongado del sueño".
Por ello la especialista aconseja que las personas que experimenten estos síntomas consulten con un profesional sanitario "para recibir una evaluación y un tratamiento adecuados", enfatiza la especialista.
El patrón vinculado al insomnio no solo incrementó significativamente el riesgo de desarrollar múltiples enfermedades crónicas. Además "mostraron una probabilidad reducida de realizar la transición a otros patrones de sueño durante la década, lo que sugiere un desafío persistente para regresar a un sueño óptimo", continua Lee.
Dormir la siesta en cualquier momento también se relacionó con una peor salud en la próxima década. Estaba relacionado con un mayor riesgo de diabetes, cáncer y fragilidad. Dormir hasta tarde los fines de semana no se asoció con enfermedades crónicas.
"Me sorprendió que los que dormían la siesta tuvieran un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas porque se describía que dormían 'casi siempre bien, pero con frecuentes siestas diurnas'", confiesa al medio Monique May, médico de familia y miembro de la Junta Asesora del Sueño de Aeroflow, quien no participó en el estudio.
"Dormir la siesta, cuando se hace correctamente, puede ser muy beneficioso, pero según este estudio, puede que tengamos que replantearnos las recomendaciones al respecto", añadió.
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