Por qué la mitad de los españoles se plantea gastar más a pesar de la inflación

La época inflacionaria persiste, tras el último dato de España, que se sitúa en el 3,5%, la segunda más alta este mes de la Unión Europea. Sin embargo, al menos la mitad de los españoles es optimista y espera poder gastar más en el futuro, lo que indica que esperan que les vaya mejor y, por tanto, tener más capacidad de consumo. ¿Cuáles son las razones de esta aparente contradicción?

Así lo corrobora un reciente estudio de la consultora global de estrategia y marketing Simon-Kucher revela que, a pesar de este escenario, el 50% de los españoles se plantea gastar más en el próximo año. Este fenómeno tiene explicaciones fundamentadas en diversos factores económicos y sociales.

La positividad de los jóvenes y el impacto del SMI

Los jóvenes son los más optimistas respecto al futuro del mercado laboral. Este optimismo se ve reflejado en sus hábitos de consumo, ya que han sido los principales beneficiados por la reforma laboral y las subidas periódicas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). 

La mejora en sus ingresos y la mentalidad YOLO (You Only Live Once), o "solo se vive una vez", impulsa a este grupo a planificar un mayor gasto en los próximos meses, especialmente en sectores como el ocio, turismo y restauración.

La reforma laboral ha jugado un papel crucial en este escenario. Las subidas del SMI han mejorado las condiciones salariales de muchos jóvenes, otorgándoles una mayor capacidad adquisitiva. Este incremento en el salario no solo les permite ahorrar, sino también invertir en experiencias y bienes de consumo que anteriormente no estaban a su alcance.

Las perspectivas laborales y la inflación

La estabilidad en el empleo es otro factor determinante en la decisión de gastar más. Aunque solo el 40% de los españoles que planean aumentar su consumo cree que tendrá un incremento en sus ingresos, la percepción de estabilidad laboral brinda la confianza necesaria para asumir mayores gastos.

La inflación, por otro lado, tiene un efecto dual. Por un lado, aumenta el costo de vida, pero por otro, también puede inducir a los consumidores a gastar más en el presente ante el temor de que los precios continúen subiendo en el futuro. Este comportamiento es especialmente evidente en la compra de bienes duraderos y productos de primera necesidad.

Diversidad de realidades de consumo

Dentro del grupo de españoles que se plantean gastar más, se pueden identificar tres perfiles distintos:

• "Quiero y puedo": este grupo está compuesto principalmente por jóvenes que, gracias a su mayor capacidad adquisitiva y mentalidad positiva, planean un aumento significativo en su consumo. Los sectores más beneficiados serán aquellos relacionados con el ocio y el entretenimiento.
• "Quiero y no puedo": aquí encontramos a los adultos mayores que anticipan un incremento en el gasto debido a la inflación. Aunque no han visto un aumento proporcional en sus ingresos, están dispuestos a utilizar sus ahorros para mantener su nivel de vida. Este grupo se enfocará en productos esenciales como alimentos y artículos de primera necesidad.
• "No quiero porque no puedo": este segmento incluye principalmente a personas mayores con ingresos bajos, quienes planean reducir su consumo debido a la disminución de su poder adquisitivo. Esta situación impactará negativamente en la compra de productos no esenciales.

La mentalidad ante el gasto

La mentalidad con la que se aborda el gasto es un factor crucial. Mientras algunos españoles ven la situación económica actual como una oportunidad para disfrutar más del presente, otros la perciben como un momento para ser cautelosos y ahorrar. Esta dualidad refleja la diversidad de percepciones y realidades económicas en el país.

La confianza en el sistema financiero y en la recuperación económica también juega un papel importante. La disposición a gastar más puede estar influenciada por la creencia en una pronta recuperación económica y en la eficacia de las políticas gubernamentales para controlar la inflación y promover el crecimiento.

Como ves, la psicología financiera es fundamental para comprender aparentes contradicciones, porque depende la situación personal de cada trabajador y consumidor, del optimismo con que vea el futuro y de las pequeñas mejoras que haya visto en su día a día, aunque la situación económica general sea peor. 

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Etiquetas: ahorro, IPC, Inflación, Finanzas personales, Consumo