Menos gasto y licencias de terceros: así es el plan de ajuste que Apple tiene en mente para la oferta de contenidos de Apple TV+

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  • A pesar de haber protagonizado en los últimos años una fuerte inversión, Apple TV, la plataforma de streaming del gigante tecnológico, sigue siendo residual.
  • Como respuesta, la empresa de la manzana va a replantear su estrategia para abrirse a vender y comprar contenidos a terceros y contener el gasto en sus producciones originales.

Parece que Apple se ha cansado de gastar dinero a espuertas en contenido original para su plataforma. 

En sus casi cinco años de historia, Apple TV+, que aloja algunas de las series mejor valoradas por los usuarios, no ha logrado una audiencia significativa que justifique tantísimos recursos. La compañía está decidida a realizar un cambio de estrategia que implicará una mayor austeridad en el gasto y abrir la puerta al contenido de terceros. 

Un problema de eficiencia 

Apple tiene un problema de eficiencia con la inversión en contenidos. Los 20.000 millones de dólares que ha destinado hasta la fecha a producciones de gran calidad no se ha traducido en una cuota de mercado significativa.  

Según datos de la consultora MoffetNathanson LLC recogidos por Bloomberg, tan solo el 11% de los hogares estadounidenses tienen contratada Apple TV+, en comparación con el 55% de cuota que ostenta Netflix. 

Ni la apuesta estratégica que iniciaron el año pasado con producciones cinematográficas de primer nivel ni las buenas valoraciones de crítica y público han logrado enmascarar la cruda realidad: el uso Apple TV+ sigue siendo residual.

El escaso volumen de oferta y el precio de la plataforma (similar al de otros servicios que duplican el tamaño de su catálogo) son los principales motivos que ayudan a explicar esta situación. 

A pesar de que la venta de hardware vaya viento en popa, Apple está impulsando un cambio de estrategia que ponga el foco en la rentabilidad. Según este mismo medio, entre las medidas inmediatas se encuentran un abaratamiento en los pagos por adelantado por contenidos y una mayor agilidad en las cancelaciones de programas que no alcancen un umbral mínimo de visionados. 

Además, quieren pedir a los estudios con los que colaboran en sus producciones que asuman más carga cuando se supere el presupuesto inicialmente pactado. 

El contenido de terceros 

Sin duda uno de los cambios más importantes es la decisión de licenciar programación a terceros. Esto supondrá acabar con la que, hasta ahora, era la principal seña de identidad de Apple TV+: ser una plataforma de suscripción en la que solo había contenido original. 

Frente al planteamiento de la competencia, basado en catálogos amplios con muchas referencias compartidas, Apple decidió apostar por la creación propia como estrategia de diferenciación. 

Para hacer frente a las debilidades de una oferta muy modesta, se utilizó el precio como estrategia de captación (lanzaron el servicio a 4,99 euros al mes, sin publicidad) y con un programa que incluía un año de suscripción gratuita para todo aquel que comprase un dispositivo de Apple. 

Esta política comercial no tardó en cambiar. Rápidamente se redujo el tiempo de prueba gratis a tres meses y subieron precios (primero a 6,99 y poco después a los actuales 9,99 euros). 

El problema es que un servicio con tan poco contenido, por bueno que sea, no justifica pagar la plataforma todo el año. Retener clientes es, de hecho, el principal talón de Aquiles de Apple TV+. 

Ni siquiera su bundle Apple One, que aglutina distintos servicios (como almacenamiento en la nube o videojuegos) mediante el pago de una tarifa única más barata que la contratación por separado ha logrado que ganasen tracción, especialmente entre el nicho de audiencia en el que son fuertes: audiencia de nivel cultural alto dispuesta a pagar un poco más por tener a su alcance televisión de prestigio. 

La incorporación de contenidos de terceros a su suscripción podría solventar este problema. De un lado, refuerza su propuesta de valor, convirtiéndose en alternativa real a otras plataformas al tener un catálogo más solvente, con originales de calidad que impulsen las altas y catálogo que anime a la gente a quedarse. De otro, les permite cubrir nichos menos atendidos. 

Apple pelea en un estanque, el del streaming, que en la actualidad está muy saturado. Hasta ahora lo suyo era una oferta delicatessen que le ha colgado el sambenito de plataforma menor. Más allá de todos los beneficios intangibles, relacionados con el prestigio y la percepción de valor, Apple necesita rentabilizar Apple TV+. Y gastando menos y de forma inteligente podría conseguirlo. 

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