Los medicamentos contra la obesidad moverán 150.000 millones de dólares en el 2030: ¿cómo atenderán a los 20 millones de pacientes que se esperan?

Los medicamentos contra la obesidad son un gran negocio. En 2023, las estimaciones apuntaban a que el sector alcanzaría los 100.000 millones de dólares para 2030. Así lo veía Goldman Sachs Research y JP Morgan Research. —Para hacerse una idea de la magnitud de la cifra en ese año, es decir 2023, el mercado mundial se posicionó en los 6.000 millones de dólares—.

Un posible uso más amplio,  un número cada vez mayor de potenciales rivales  y un mundo cada vez más obeso, ha llevado a que en solo un año, algunos expertos eleven las previsiones hasta los 150.000 millones de dólares para esa década.

Los grandes protagonistas sin duda son la danesa Novo Nordisk —que produce Ozempic y Wegovy—, y la estadounidense Eli Lilly, —fabricante de Mounjaro y Zepbound—. Pero aunque acaparen todos los titulares están lejos de ser los únicos desarrolladores de este tipo de fármacos. 

Pfizer avanza con una versión oral. En China, donde la población de personas con problemas de sobrepeso supera ya el 50% de los adultos, existe una jugosa oportunidad para los grupos farmacéuticos locales, y más de 100 fármacos de este estilo están en desarrollo. 

Según las estimaciones de Nomura, el mercado chino de GLP-1 podría crecer a un ritmo del 23% anual desde 2023 hasta alcanzar los 81.000 millones de yuanes (11.400 millones de dólares) en 2033. Para entonces, los fabricantes chinos podrían controlar el 20%.

Optimismo desbordado

Razones para el optimismo parecen sobrar. La obesidad es hoy el quinto factor de riesgo citado por la Organización Mundial para la Salud (OMS) como causa principal de muerte a nivel mundial. Las cifras se han triplicado en todo el mundo desde 1975 y seguirán al alza. Por algo desde hace tiempo se le conoce como la pandemia silenciosa.

Según las tendencias actuales, más de la mitad de la población mundial tendrá sobrepeso u obesidad en 2035, en comparación con el 38 % en 2020, pronosticó el Atlas Mundial de la Obesidad 2023. Lo que claramente hace presuponer una demanda cada vez mayor en el uso de estos medicamentos. 

Los llamados agonistas del receptor GLP-1 son una clase de fármacos que comenzaron como tratamiento para la diabetes. Pero ha sido su impacto en el peso el que los ha hecho ganarse el sobrenombre de revolucionarios. La semaglutida, el activo que utilizan Ozempic y Wegovy, ha mostrado en ensayos clínicos una pérdida de peso de alrededor del 15%. La tirzepatida, que se vende bajo los nombres de Mounjaro y Zepbound, se coloca por encima del 20%. Sus efectos sobre los antojos podrían amplificar sus usos.

Las ventas de estos fármacos rondarán los 80 millones de dólares o más para 2030 según Bloomberg, lo que indica que más de 20 millones de pacientes recibirán un medicamento GLP-1 para entonces, un aumento de más de diez veces en relación con los niveles actuales. Hoy uno de cada ocho estadounidenses los han usado ya.

Los efectos de este seísmo se han dejado notar. Hasta ahora la gran ganadora, Novo Nordisk  que llegó a superar puntualmente a la empresa de lujo LVMH colocándose como la compañía más valiosa en bolsa. En el último año, la cotización del gigante farmacéutico danés se ha disparado un 80%. El lanzamiento y la venta de su medicamento estrella Ozempic es una de las principales razones por las que los ingresos de la empresa aumentaron un 64% sólo en los últimos tres años, alcanzando recientemente los 35.500 millones de dólares.

El efecto es tal que la empresa se coloca como el principal motor de la economía danesa. El crecimiento del PIB de Dinamarca hasta un 2% al cierre de 2023, su mejor cifra desde 2021, se debió en buena parte a la farmacéutica.

El reto de producir

Es lo que se denomina morir de éxito. Puede que eso sea extremo pero todo apunta a que las compañías no estaban preparadas para asumir ventas récord.

Si bien Eli Lilly y Novo Nordisk están trabajando intensamente para aumentar la capacidad de fabricación, el suministro de fármacos GLP-1 ha sido un problema en muchos de los países en los que cuentan con autorización, incluyendo España. 

Para solventar el problema, la estadounidense gastará 5.300 millones de dólares para ampliar un centro de producción de Indiana. Junto con la financiación que había comprometido previamente, Lilly invertirá un total de 9.000 millones de dólares en la nueva planta, "la mayor inversión en fabricación de su historia", informó The Wall Street Journal.

La explosión de las ventas de Wegovy se multiplicaron por diez entre el tercer trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2023. Estas cifras récord hicieron que Novo Nordisk llegase a reconocer entonces que tendría problemas intermitentes de escasez hasta 2024, mientras trabajaba en la expansión de la capacidad de fabricación interna y externa. 

En febrero la empresa tomó medidas drásticas al invertir 11.000 millones de dólares en la compra de plantas para ampliar su fabricación en Europa y Estados Unidos. Solo unos meses después anunciaría la inversión de 6.000 millones de dólares para ampliar su planta de fabricación actual en Dinamarca. En junio la farmacéutica dio a conocer que el grifo sigue abierto, con otra inversión de 4.000 millones de dólares para ampliar la producción en EEUU.

Pero sus esfuerzos podrían ser escasos para atender a los 20 millones de pacientes que se espera que haya en el mercado con soluciones inyectables en menos de siete años.

Una posible solución podría llegar con la próxima generación de tratamientos para la pérdida de peso en forma de pastilla. Tanto Lilly como Novo Nordisk o Pfizer están enfrascados en crear un tratamiento oral  similarmente eficaz a la inyección subcutánea.

Los tratamientos orales también serían agonistas del GLP-1, y su consumo incluso más cómodo. Pero lo interesantes es que su producción sería mucho más sencilla y económica. Con el potencial de ingresos que estiman los analistas, parece probable que pongan todo de su parte para satisfacer la demanda lo más rápido posible.

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Etiquetas: Medicina, Ozempic