Marta Nogueras, directora general de Lanzadera: "Al emprender, lo más difícil es aprender a decir que no a las oportunidades que van surgiendo"

Llevan ya un tiempo, y el plan es seguir con la estrategia que han tenido hasta ahora. Lanzadera, la aceleradora e incubadora de startups situada en la Marina de Empresas, la iniciativa de Juan Roig para apoyar a los emprendedores, ha cumplido 11 años, y lo ha hecho con un cambio en la cúpula, aunque no de rumbo.

Desde el pasado mes de marzo, Marta Nogueras es la nueva directora general de Lanzadera, una iniciativa a la que ha estado vinculada desde 2015. Asumió el cargo en sustitución de Javier Jiménez, y por ahora no están previstos grandes giros.

"Siempre nos vamos a mantener agnósticos en cuanto a sector o modelo de negocio. No vamos a hacer grandes cambios porque tenemos asesoradas ya más de 1.400 startups y entendemos muy bien cómo tratar con ellas. Creo que es lo que nos hace diferentes", explica Nogueras a Business Insider España.

Ellos no cambiarán, pero su entorno sí lo hace. Para empezar, porque el propio Juan Roig se comprometió hace meses a invertir 15 millones de euros en ampliar la propia Marina de Empresas, el ecosistema valenciano que permite crecer a las startups asesoradas por Lanzadera. 

La apuesta tiene su punto contracultural después de que, especialmente después de que en los años posteriores a la pandemia se haya discutido largo y tendido sobre presencialidad, sobre la necesidad o no de seguir participando en este tipo de espacios cuando hoy en día es posible, en apenas unos minutos, conectar con gente que puede estar en otro continente.

En Lanzadera lo tienen claro: aunque internet puede ayudar, la suya es una apuesta presencial, física, de verse, tocarse y conocerse. "Nosotros sabemos acelerar startups en presencial. Sabemos dinamizar mucho una comunidad y sabemos que es en los lugares concretos donde se generan sinergias. Ese es nuestro modelo, y nosotros lo que sabemos es hacerlo bien desde Valencia". 

Para Nogueras, no hay color: "La presencialidad agiliza la solución de problemas y conflictos. Eso es gracias a que uno puede encontrar quien le escuche. Esos cinco minutos de: 'Tengo una consulta'. Ese momento de tomar un café, de quedar para comer. Eso pasa todos los días y pasa muchas veces. Entonces, tenemos un espacio que está preparado para eso".

"Al final, y esto es muy importante, el emprendedor lo que pide es una red de contactos que le ayude a mitigar toda esa gestión del riesgo. Ese aprendizaje, esa inteligencia que hay de otros compañeros, ese aprendizaje del acierto y el error. Compartir eso es clave", añade la directora general.

Por esa razón el espacio será todavía más grande: "Habrá más redes de socios y de corporaciones que quieran estar allí formando parte. Esto tiene que ser un hub de emprendimiento, de innovación. Y Valencia es un sitio especial, tenemos muy buenas condiciones", promete Nogueras.

Esto, en un contexto en el que también ha cambiado el propio emprendedor. Desde aquellos primeros jóvenes que ella conoció en Lanzadera en 2015 a lo que se encuentran hoy en muchos casos media un abismo.

"En 2015 llegaban sobre todo más jóvenes. Eran grupos de amigos que se habían conocido y se habían juntado, pero de una forma muy desordenada. Y luego generalmente había muchos más conflictos. Ahora vemos que el emprendedor se piensa mucho más con quién emprende, a veces incluso prefiere ir solo. Se ha profesionalizado", detalla.

En resumen, saben más y quieren más: "Hay más experiencia profesional. Muchos proyectos salen de tesis doctorales, y los profesionales están muchas veces más cerca de los 40 que de los 20. Estamos intentando identificar además un perfil de emprendedor que viene a lo mejor con su segunda startup, o que ya ha participado en otra, conoce el ecosistema, ha aprendido de sus errores. Son también más demandantes con lo que necesitan".

También han cambiado los propios proyectos: "Estamos hablando de más empresas, mucho más software, mucha más base tecnológica. La inteligencia artificial, por ejemplo, está formando parte del core de las de las startups, y es también una herramienta".

Nogueras reconoce que el ecosistema está ante una explosión de la IA, una tecnología que, definitivamente, ha venido para quedarse. Pero en Lanzadera no quieren que esta nueva tendencia los ciegue.

"No queremos perdernos oportunidades en otros tipos de negocios más orientados a modelos de marketplaces o incluso a negocios físicos, que es algo que siempre hemos tenido. Todo el mundo tiene que entender que si tienen una propuesta de valor y esta tiene un punto de innovación, este puede ser su espacio".  

Emprender incluso en tiempos de sequía

Una vez dentro, explica Nogueras, empieza el trabajo formativo de Lanzadera: "Aquí trabajamos mucho sobre todo en darles un modelo de gestión empresarial".

"Nosotros a los emprendedores los tratamos como empresarios. Tenemos más del 75% de tasa de supervivencia, y hay empresas que empezaron en 2013 y siguen. ¿Cómo?  Hemos hablado mucho de eficiencia en capital. Creemos que se hace un buen trabajo de concienciación en temas de gestión de caja, que entienden que la clave de todo está en los clientes".

Y prosigue: "La educación financiera es fundamental. El emprendedor normalmente tiene un perfil más técnico, sabe mucho más del sector, del producto, de la tecnología. Entonces, los tienes que llevar a un entorno más de negocio, de venta, de finanzas".

A ello, en Lanzadera añaden un segundo factor, muy importante además en estos tiempos de sequía inversora: "Estamos conectados a una sociedad de inversión, Angels Capital, que invierte en startups que pasan por Lanzadera. Ellos han dado un paso al frente con tickets desde 50.000 euros".

Una vez conseguido esto, lo más difícil, explica Nogueras, es asumir que la startup tiene que tener foco: "Lo más difícil es aprender a decir que no. Cuando estamos desarrollando un negocio, nos llegan muchas propuestas, y es muy fácil ir a buscar todas las oportunidades que haya, pero hay que aprender a canalizarlas y ver cuáles te ayudan de verdad".

"Nosotros lo que les decimos es que tienen que identificar a quién o a qué quieren aportar valor", comenta Nogueras. El objetivo es que, cuando Lanzadera organice su investor day, el encuentro anual entre sus proyectos con cerca de 300 inversores, la empresa tenga muy claro lo que quiere y hacia dónde va. 

Ejemplos de éxito hay ya unos cuantos. Nogueras se acuerda con especial cariño de algunos: "Por ejemplo, Quibim, una participada de Angels. Ofrecen soluciones tecnológicas en el ámbito del diagnóstico por radiología. Era un proyecto muy complejo. Pero tú escuchas a su CEO, Álgel Alberich, un tipo fantástico, y él ha ido convenciendo a inversores, a médicos, a todos. Hoy son una empresa que tracciona".

Pero para encontrar estos casos no hay que irse necesariamente a tecnologías punteras: "Otro ejemplo es Sepiia. En el sector retail es muy difícil innovar, y ellos llegaron con un tejido que no se mancha y no se arruga. Bueno, pues ya tienen varias tiendas físicas, un ecommerce, está creciendo y le estamos viendo un recorrido de gran marca de moda inteligente, y eso es una pasada". 

Por todo esto Nogueras es una convencida de que el trabajo que se lleva a cabo desde Lanzadera compensa a las startups y también a quienes participan en la aceleradora.

"Lo bonito es ver que sigan los años y que tú los veas crecer y que ellos te lo cuenten. Muchos emprendedores que han estado aquí siguen viniendo Marina de Empresas y es bonito tener ese vínculo. Emprender es una montaña rusa, pero si la persona lo tiene claro, tiene la visión clara y la persigue, nosotros siempre decimos lo mismo: que te traten como loco, que luego ya dirán que desde el principio sabían que eras un genio". 

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