David Hatchwell, sobre "Malinche, el Musical" tras ganar el premio a mejor musical y mejor escenografía: "Es un homenaje a la diversidad y a la búsqueda de lo que nos une”
- Malinche, el Musical es uno de los shows más atractivos que hay ahora mismo en la capital, con música de Nacho Cano y una propuesta gastronómica increíble.
- Tras el espectáculo, se encuentra David Hatchwell como productor ejecutivo, para quien “es un orgullo” participar en el musical.
- El musical se ha alzado con dos galardones en los Premios del Teatro Musical de este año: el de mejor musical y el de mejor escenografía.
Mucho se ha dicho de La Malinche, una de las figuras más fascinantes de la historia de América y, probablemente, del mundo. Quizás, de lo poco que faltaba por hacer era plasmar la apasionante historia de la madre del mestizaje y del nuevo mundo en un musical.
Por eso, cuando hace más de una década Nacho Cano empezó a componer las primeras notas de lo que es hoy el evento que ya ha cautivado a más de 190.000 personas, el interés y la expectación ya estaban garantizados.
David Hatchwell Altaras es una de las personas que está detrás de Malinche, el Musical. Este empresario español de origen israelí pronto se contagió del espíritu histórico y apasionado de este mito, y del talento y la sensibilidad de una de las figuras más importantes de la música de nuestro país, como es Nacho Cano. Este mix le ha valido al show los galardones al mejor musical y a la mejor escenografía, concedidos por la Asociación Premios del Teatro Musical.
“Producir Malinche es un orgullo”, explica Hatchwell. “Me uní a este proyecto hace 7 años tomando el relevo de mis buenos amigos Leandro Sigman y Steve Dzialowski”, quienes aportaron las claves “para llegar a donde estamos”. Donde están es precisamente en el horizonte cultural de Madrid, una de las ciudades más vibrantes de Europa, ofreciendo desde IFEMA un show inmersivo que combina música, espectáculo y gastronomía en una experiencia única.
“Sorprende la calidad del teatro, la oferta gastronómica, la fiesta y, por supuesto, la música única de la factoría ‘Nacho Cano’ que, con escenas geniales, queda grabada en la retina", explica Hatchwell. Todo, en un emplazamiento inolvidable, ya que el teatro Malinche cuenta con un aforo de 1.066 butacas y uno de los escenarios más grandes de Europa con una boca de escenario de más de 30 metros. "Tenemos el equipamiento audiovisual más avanzado y una escenografía única. Hacemos escenas de agua y vuelos al más puro estilo de Las Vegas", apunta el productor.
Un balcón con vistas a la historia que nos une
Malinche, el Musical nace de la inspiración de Cano que, hace 12 años, observaba desde el balcón de su piso en Miami el Cayo Vizcaíno y, más allá, la inmensidad del océano Atlántico. Desde ahí, el músico se imaginaba la llegada de unos españoles que, cargados de valentía y esperanza, habían cruzado medio mundo para descubrir uno completamente nuevo, cuyo legado se mantiene hasta nuestros días.
Y es que Malinche es la historia del nacimiento del mestizaje, de la unión de dos culturas a través de una historia de amor que encumbra a sus protagonistas: por un lado, al conquistador español Hernán Cortés y, por otro, a Malintzin, una mujer nahua que sirvió de enlace entre dos pueblos y que es madre, junto a Cortés, del primer mestizo de nuestro mundo, Martín Cortés.
“Es fundamental que recordemos que la historia de la humanidad ha sido una constante de violencia, egoísmo y conquistas, en la que también ha habido momentos de descubrimientos, amor y generosidad: es la condición humana”, explica el productor del musical. “Celebramos en Malinche la hermandad entre los pueblos y honramos a una niña esclava que tuvo la sabiduría de navegar las dificultades que le tocaron vivir para convertirse en la mujer más importante de la historia de America”, añade.
Por eso, con todos estos ingredientes, Malinche “es ante todo una celebración de la amistad, y especialmente de la amistad entre pueblos y personas”, comenta Hatchwell, para quien además la obra sirve de “homenaje a la diversidad y a la búsqueda de lo que nos une”.
Un proyecto ‘a fuego lento’ durante más de una década
La “complejidad y la dimensión” del show, junto a otras “vicisitudes inesperadas como la COVID-19”, han hecho que la puesta en marcha del proyecto haya durado más de una década; a cambio, se ha conseguido un resultado excepcional, forjado al detalle “y con la obsesión del buen hacer” de Nacho Cano, como explica su productor.
“Trabajar con Nacho a diario es un privilegio, ya que es ante todo una persona excepcional. Es por supuesto un genio de la música, pero además es aún mejor persona”, elogia Hatchwell. Además de su atención por el detalle y por el respeto que le debe a su público, el empresario destaca de Cano “la sabiduría de alguien que lleva explorando el mundo de las emociones desde los 16 años y tiene un optimismo y una vitalidad fuera de lo común”.
Por todo esto, durante estos 12 años, Malinche, el Musical ha ido macerándose “a fuego lento”, y se ha nutrido de la inspiración y la cultura de diferentes ciudades del mundo, mezclando estilos musicales tan diferentes como el flamenco y el hip-hop.
Una eclosión de ritmos que garantiza una experiencia para todos los sentidos. Por un lado, la música juega un papel fundamental en este espectáculo único e innovador; por otro, la propuesta gastronómica que ofrece El Templo Canalla y las terrazas; y, por último, la conmemoración de un pasado del que sentirnos orgullosos. Y es que, como apunta Hatchwell, no son pocos “los mexicanos que vienen y nos dicen que se les puso la piel de chinitas”.
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