La llegada de las fábricas de coches chinos a Europa pone en aprietos a los fabricantes occidentales

Planta de BYD

REUTERS/Chalinee Thirasupa

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  • Las marcas chinas están instalando sus fábricas en suelo europeo para saltarse los aranceles impuestos por la UE, pero esto solo perjudica a los fabricantes occidentales.
  • Los fabricantes chinos se están agrupando entre ellos para tratar de hacer fuerza e imponerse a las marcas europeas.

Desde que Europa anunció hace unas semanas que iba a imponer aranceles de hasta un 38,1% a los coches que lleguen desde china, las marcas asiáticas se han puesto las pilas y han comenzado a instalar sus propias fábricas en suelo europeo para esquivar este gravamen. Sin embargo, esto supone un problema para los fabricantes occidentales.

Según publica Bloomberg, la nueva generación de fabricantes chinos de coches ecológicos se está asociando con la industria local para que sus coches se consideren de fabricación nacional. Sin estas medidas, los vehículos eléctricos chinos podrían resultar miles de euros más caros para los consumidores, o no ser rentables.

La Comisión Europea aún no ha decidido cómo se aplicarán los nuevos aranceles a las empresas conjuntas que no formaban parte de su investigación antidumping. Aunque las conversaciones podrían evitar los aranceles adicionales antes de que se hagan permanentes en noviembre, China ya ha iniciado una investigación de represalia sobre el supuesto dumping de productos porcinos procedentes de la UE.

Por el momento, Chery ya ha anunciado que se instalará en las antiguas fábricas de Nissan en la Zona Franca del Barcelona. Además, ya han avanzado que están buscando más localizaciones. «Estamos decididos a seguir adelante con nuestro equipo de lanzamiento, con nuestra operación en Europa a corto, medio y largo plazo», afirmó Charlie Zhang, presidente de Chery Europa.

La planta española ensamblará coches a partir de kits que han sido parcialmente «desmontados», según Chery. Normalmente, este tipo de vehículos se fabrican en lugares más baratos, se desmontan y se vuelven a montar más cerca de donde se venden. Este proceso, habitual en la fabricación de automóviles, permitirá a Chery evitar los aranceles que la UE impone a los vehículos acabados.

Los coches eléctricos se estancan en los 20.000 euros, ¿qué supone esta barrera?

Pero no es la única. En Polonia, los coches urbanos T03 del fabricante chino Leapmotor están saliendo de una cadena de montaje propiedad del fabricante de Jeep y Fiat Stellantis NV. Mientras tanto, BYD ha anunciado planes para construir su propia fábrica en Hungría, con otra en el horizonte en Turquía, y Zeekr está sopesando centros de producción propiedad de su matriz Geely.

Para Ganyi Zhang, analista de mercado de Upply, una plataforma de logística digital, la localización de la producción en Europa «puede atraer a los fabricantes de repuestos de automóviles», lo que supone un beneficio añadido para la región.

Según señala el medio, la llegada de los fabricantes chinos de coches eléctricos supone un riesgo para los gigantes automovilísticos europeos, que no tienen más remedio que asociarse y dejar espacio a sus nuevos rivales, ya que se enfrentan al cierre de algunas de sus fábricas para adaptarse al débil crecimiento de las ventas mundiales.

Aunque quiera, Europa no puede enfrentarse más a China, ya que necesita coches eléctricos baratos para cumplir su objetivo de eliminar las ventas de coches de combustión en 2035. El ID.3 de Volkswagen, por ejemplo, cuesta unos 37.000 euros, frente al Dolphin de BYD, que se vende por unos 33.000 euros.

 

Las empresas chinas necesitan una solución a los aranceles europeos para evitar sacrificar beneficios o hacer sufrir a sus clientes. Según BloombergNEF, el margen estimado para el MG4 EV de la empresa estatal SAIC podría desplomarse del 25% a solo el 1%. Algo de esto podría evitarse si la empresa sube los precios o si los costes de las baterías siguen bajando, otro ámbito en el que las empresas chinas están superando a sus competidores de la UE.

Sin embargo, Europa no les quita ojo, en especial alguno de los gobiernos de los Países Miembros. En junio, la autoridad antimonopolio italiana multó a DR Automobiles con 6 millones de euros tras determinar que había etiquetado ilegalmente coches de fabricantes chinos, entre ellos Chery, como de fabricación italiana. DR ha dicho que piensa recurrir y que los vehículos solo se preensamblan en China en un 60-70%.

«Es lógico que países como Italia se preocupen por preservar el empleo y vigilen de cerca lo que ocurre en su mercado nacional», afirma Alexandre Marian, socio y director gerente de AlixPartners. Pero Marian aún espera que las empresas chinas sigan expandiéndose en Europa, potencialmente adquiriendo plantas que los fabricantes locales quieran cerrar o vender.

«Los fabricantes chinos son muy decididos», afirma. «Siempre encuentran la manera de sortear un problema y, una vez fijado un objetivo, encuentran la forma de alcanzarlo».

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Etiquetas: Unión Europea, China, Mobility Insider, Coche eléctrico