Así es Kamala Harris, la posible candidata a la presidencia de EEUU si Michelle Obama no lo impide

A unos ha sorprendido; para otros era algo inevitable debido a las presiones internas del propio Partido Demócrata. Joe Biden ha anunciado en una carta su renuncia a la reelección a la presidencia de los EEUU, con lo que abre la lucha por la sucesión, un caramelo envenenado a tenor de la victoria casi segura y por aplastamiento de Donald Trump, que a día de hoy gana con claridad en todos los estados decisivos, según las encuestas. Kamala Harris, vicepresidenta de EEUU, parece, por lógica y por el escrito de Biden, la próxima candidata demócrata, pero lo que parece seguro es que será cosa de mujeres, porque Michelle Obama y Hillary Clinton esperan su momento. 

Quién es Kamala Harris: una carrera de logros y desafíos

Kamala Harris nació en Oakland, California, en 1964, con lo que tiene 20 años menos que Biden. De madre india y padre jamaicano, Harris ha utilizado su herencia multicultural como una parte fundamental de su identidad política. Se graduó de la Universidad de Howard y luego obtuvo su título de abogada en la Universidad de California, Hastings College of the Law. 

Desde entonces, su carrera ha sido una serie de logros pioneros: la primera mujer de color y la primera persona de ascendencia india en servir como Fiscal General de California y como senadora de Estados Unidos por California.

Como Fiscal General de California, Harris se destacó por su enfoque progresista en temas de justicia criminal. Implementó programas destinados a reducir la reincidencia y abogó por la reforma del sistema penitenciario. Sin embargo, también enfrentó críticas por algunas de sus decisiones, como la defensa de la pena de muerte y su postura en ciertos casos de mala conducta policial.

Senadora de Estados Unidos

Harris fue elegida en 2016 senadora de Estados Unidos, donde rápidamente se hizo conocida por sus incisivas preguntas durante las audiencias del Senado. Su experiencia en la aplicación de la ley le permitió destacarse en temas de seguridad nacional y justicia social. A pesar de su impacto positivo, también ha enfrentado desafíos, incluidos cuestionamientos sobre su autenticidad y su capacidad para conectar con una amplia base de votantes.

La vicepresidencia y el futuro político

La decisión de Joe Biden de elegir a Kamala Harris como su mano derecha en 2020 fue histórica. Como vicepresidenta, Harris ha trabajado en una variedad de temas críticos, desde la crisis migratoria hasta la lucha contra la pandemia. 

Sin embargo, su mandato no ha estado exento de críticas, con algunos argumentando que no ha tenido un impacto suficientemente visible, por no decir que ha pasado totalmente desapercibida, según otros. ¿Tiene, por tanto, alguna posibilidad de ganar? Y si no la tiene, como parece, ¿lo dará por perdido el Partido Demócrata para preparar las elecciones de 2028 u optarán por otro candidato, al quedar aún cuatro meses para las elecciones?

El potencial de su candidatura presidencial

Con Joe Biden anunciando que no buscará la reelección, la posibilidad de que Harris se postule como candidata presidencial es alta y sería lo lógico, como vicepresidenta y el supuesto tirón como mujer, pero la realidad es que no engancha al electorado, ni siquiera a los militantes demócratas. Por ahora,  Harris aceptó el respaldo de Biden del domingo por la noche.

Pero también es cierto que Harris tiene una base sólida de apoyo, especialmente entre mujeres y afroamericanos. Sin embargo, algunos dentro del Partido Demócrata consideran a Michelle Obama como la contendiente ideal, dada su popularidad y el legado de su tiempo como Primera Dama, la única capaz de hacer una remontada que hoy parece imposible y batir a Trump.

En este momento, al menos, si el baremo fuera una declaración o mensaje por redes sociales, parece que la candidata será Harris. 

Michelle Obama, ¿aliada o rival?

La mera mención de Michelle Obama en la contienda presidencial genera tanto entusiasmo como especulación. Aunque Michelle Obama ha reiterado en múltiples ocasiones que no tiene interés en postularse para un cargo político, su influencia y carisma hacen que muchos dentro del partido la consideren una opción viable y muchos analistas ya apuntan que los hilos se van moviendo, con la aquiescencia de los Obama. 

Michelle Obama es una de las figuras más queridas en la política estadounidense. Su trabajo como Primera Dama, especialmente en iniciativas relacionadas con la salud y la educación, ha dejado una huella duradera. Su capacidad para movilizar a los votantes, particularmente a los jóvenes y a las mujeres, podría ser un desafío significativo para Harris si decidiera entrar en la carrera. Tiene formación, energía, facultades, carisma y lo histórico que sería pasar de Primera Dama a presidenta. 

Su relación con Kamala Harris

A pesar de las especulaciones sobre una posible rivalidad, Harris y Obama han mostrado una relación de respeto mutuo. Es probable que, en lugar de enfrentarse, puedan encontrar formas de colaborar para fortalecer el partido y asegurar una victoria demócrata en las próximas elecciones.

Para que Kamala Harris tenga éxito en una carrera presidencial, deberá abordar varios desafíos clave. Primero, necesita consolidar su imagen pública y responder a las críticas sobre su autenticidad. Además, debe delinear una plataforma política clara y convincente que resuene con una base amplia de votantes.

Una de las críticas más comunes hacia Harris es su estilo de comunicación. Para contrarrestar esto, deberá trabajar en proyectar una imagen más accesible y genuina. Utilizar plataformas de redes sociales para conectarse directamente con los votantes y participar en debates públicos puede ser una estrategia efectiva.

La opción "perdedora"

Otras voces apuntan a que podría ir creciendo la opción de Hillary Clinton, otra ex Primera Dama, pero que en este caso sí fue candidata a la presidencia, precisamente contra Trump. El problema es que las perdió, cuando era la favorita hasta el último momento, pero la cuestión es que en este caso no se la elegiría para ganar, algo que parece imposible con ella como candidata, sino para perder de nuevo, es decir, quemar ya esa opción para siempre y preparar a un candidato demócrata que gane en 2028. 

De todas formas, al menos de cara a la galería, por ahora los mismos Clinton han mostrado el apoyo a Kamala Harris con este comunicado:

Toca deshojar la margarita. Los demócratas tienen poco margen, solo unas semanas para reunirse detrás de un nuevo candidato o candidata, quién se enfrentará al expresidente Donald Trump en noviembre.

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