El inesperado efecto que la ciencia acaba de descubrir sobre las experiencias fuera del cuerpo

Experiencia fuera del cuerpo

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  • Un nuevo estudio publicado en Neuroscience & Behavioral Reviews revela que las experiencias extracorporales o experiencias fuera del cuerpo incrementan los sentimientos de empatía y conducen a la disolución del ego.
  • Este fenómeno diluye el sentido de identidad de las personas, que se sienten más conectadas con el Universo y los seres vivos que las rodean.

Según una encuesta realizada por Susan Blackmore, una de cada diez personas ha experimentado una o más veces una experiencia fuera del cuerpo a lo largo de su vida. Un estudio de 1982 detectó que el 15% de los participantes vivió al menos una a lo largo de su vida.

El término EFC —experiencia fuera del cuerpo; en inglés OBE o a veces OOBE: out-of-body experience— fue introducido en 1943 por George NM Tyrrell en su libro Apariciones,
y adoptado por investigadores como Celia Green y Robert Monroe

Este fenómeno consiste en la sensación de flotar en el aire y estar proyectado fuera del cuerpo, pudiendo experimentar la autoscopia —ver el cuerpo desde fuera— o sensación de desdoblamiento de la conciencia o proyección astral —separación del cuerpo físico y proyección en otros lugares—.

 

Puede ocurrir de manera espontánea o asociarse con traumas físicos —como ahogamientos, accidentes o cirugías—, traumas mentales, abuso sexual, estados de coma, deshidratación, o situaciones de peligro que generan un pico intenso de estrés, privación o sobrecarga sensorial —tanques de flotación o ruido rosa—.

También surgen a partir de experiencias cercanas a la muerte, estados de ensoñación como los sueños lúcidos, sueño profundo, cansancio extremo, hipnosis, uso de drogas —fundamentalmente disociativas alucinógenas— o técnicas de relajación, meditación y visualización, así como el uso de ondas binaurales de 4 hercios para sincronizar las ondas cerebrales.

Las experiencias fuera del cuerpo pueden ser inducidas a través de la estimulación eléctrica del cerebro —en especial de la unión temporoparietal—. Hay personas capaces de inducirlas a voluntad, mientras que otras las viven por accidente o durante episodios como la parálisis del sueño. También aparecen en actividades como maratones o escalada a gran altitud.

El nuevo descubrimiento: las EFC conducen a la muerte del ego

Tal y como recoge Science Alert, un nuevo estudio arroja luz sobre un efecto de las experiencias extracorporales. La investigación, publicada en Neuroscience & Behavioral Reviews, señala que estos fenómenos provocan una impresión significativa y duradera en quienes las atraviesan, propiciando la disolución del ego y aumentando los sentimientos de empatía hacia los demás.

No es la primera vez que se relacionan las experiencias fuera del cuerpo con una mayor empatía, pero en este caso, los científicos de la Universidad de Virginia analizaron la relación entre ambas y los mecanismos cerebrales responsables de las mismas.

Pudieron observar la disolución o muerte del ego, cuando el sentido de la identidad se esfuma y la persona se siente más conectada con el resto de seres vivos y el universo que las rodea. "Fomenta un sentido profundamente arraigado de unidad e interconexión con los demás", escribe el equipo dirigido por la neurocientífica Marine Weiler.

El efecto de estas experiencias es transformador: un 55% de las personas reconocen haber cambiado profundamente, mientras que el 40% las categoriza como la experiencia más relevante de su vida. Después de que suceda, los sujetos reconocen mayor paciencia y consciencia de las necesidades de los demás.

Precisamente el sentimiento de descorporeidad y alejamiento del reino físico es el que lleva a la disolución del ego y fortalece las relaciones con otras personas: el sentido del yo empieza a percibirse como un proceso y no como una entidad separada. El fenómeno puede ser parecido al efecto de una droga psicodélica, como el DMT.

La región implicada del cerebro

Los científicos señalan la unión temporoparietal (TPJ) como una región del cerebro que podría estar involucrada: esta área es responsable del procesamiento visoespacial y de las sensaciones que percibimos a través de los sentidos.

La red en la que está involucrada —conocida como la red de modo predeterminado— maneja la autorreflexión y la narrativa interna, se vincula al ego y puede interrumpirse durante y después de la experiencia extracorporal. 

Este estudio se amparó en otros anteriores, sin realizar experimentos propios. Investigaciones futuras podrían explorarlas mediante experiencias autoinducidas o tecnologías como la realidad virtual. "Es una vía apasionante con implicaciones potencialmente profundas para los individuos y la sociedad en general", escriben los autores en su artículo.

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