He estado en más de 110 cruceros: hay una opción a bordo que odio y evito a toda costa

Ilustración comida

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Robert L. Willett,

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  • He estado en 110 cruceros. No me gustan las cenas flexibles a bordo, en las que puedes comer cuando quieras.
  • La cena tradicional es una forma estupenda de hacer nuevos amigos y disfrutar del mar.
  • La flexibilidad es buena para algunos, pero no es infalible. Espero que no se convierta en la única opción.

Hice mi primer crucero en 1977 y desde entonces he estado en más de 110 barcos.Tengo más de 90 años y me sigue encantando viajar así.

Es estupendo que cada vez más gente joven se suba a bordo de los cruceros, cuya popularidad va en aumento. Pero algunas tendencias nuevas me desconciertan.

Por encima de todo, no me convence la comida flexible, que también recibe nombres como "comida a mi hora", "comida de estilo libre" y "comida a cualquier hora". Son solo una forma de decir que los pasajeros pueden comer cuando quieran y sentarse en un sitio nuevo con camareros diferentes cada noche.

Se trata de un cambio con respecto a las cenas tradicionales de los cruceros, en las que los pasajeros eligen de antemano la hora a la que cenarán durante todo el crucero. Se les asigna la misma mesa y el mismo camarero para todo el viaje.

Las cenas flexibles parecen ideales para quienes prefieren seguir su propio ritmo.

Pero creo que es mejor en teoría que en la práctica y que acaba con parte de la magia de los cruceros tradicionales.

Cenar en un barco cuando uno quiere no es infalible

Cena crucero

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A Norweigan Cruise Line se le atribuye la creación de esta modalidad de comida a bordo, que denomina freestyle dining.

Con ella, los pasajeros se presentan en uno de sus restaurantes durante las horas de funcionamiento y esperan a que su grupo sea conducido a una mesa. Pero aunque la gente pueda comer cuando quiera, eso no significa que lo haga.

Los pasajeros tienen rutinas que trasladan al barco, y los restaurantes pueden estar abarrotados entre las 18:00 y las 19:30 horas.

Hace años, mi mujer y yo lo vivimos en primera persona mientras cenábamos en el Norwegian Wind. Después de dos noches haciendo largas colas para intentar cenar a las 18:00, empezamos a llegar más tarde para evitar las aglomeraciones. Ojalá hubiéramos podido fijar la hora a la que queríamos cenar, pero NCL no ofrece cenas tradicionales.

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Hace unas semanas, volví a probar las cenas flexibles en otra compañía de cruceros mientras navegaba con mi hijo, que pensé que apreciaría la falta de horarios.

La primera noche, a las 19:00, nos encontramos con varias colas en el comedor principal. Nos preguntaron si teníamos reserva. Desconcertados, explicamos que no la necesitábamos porque íbamos a optar por la modalidad de cena flexible.

Nos dirigieron a otra cola para personas sin reserva. En el camino, pasamos por la cola notablemente más corta para pasajeros con horarios de cena asignados.

Esperamos unos 20 minutos para sentarnos. Después de comer, reservamos mesa para el resto del viaje.

Las cenas flexibles pueden hacer difícil entablar nuevas relaciones

Copas de vino

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Mientras cenábamos por libre en el Norwegian Wind, mi difunta esposa y yo pedimos que nos sentaran con otras personas cada noche para poder ver caras nuevas. Pero eso nunca ocurrió: durante los ocho días que pasamos en el Norwegian Wind, solo comimos el uno con el otro.

Aunque me encantaba cenar con mi mujer, eso lo hacíamos ya todas las noches en casa. En el mar, queríamos ampliar nuestro mundo.

Echaba de menos compartir mesa con desconocidos, lo habitual en las cenas tradicionales (a menos que viajes con un grupo grande). Compartíamos conversaciones significativas con desconocidos que se habían convertido en amigos.

Las cenas flexibles te impiden establecer este tipo de contactos. Puedes pedir sentarte con desconocidos, como hicimos nosotros, pero no siempre sucede, y es poco probable que vuelvas a coincidir con las mismas personas.

Si no se repiten los asientos y los horarios de las comidas, también es difícil entablar una relación real o una conexión personal con el personal del comedor.

En los viejos tiempos, los camareros que habían estado en nuestra mesa durante todo el viaje nos contaban historias de su vida en el extranjero y recordaban nuestros nombres y preferencias a la hora de pedir.

Cuando llegaba el momento de dejar propina al final del crucero, pagábamos con gusto las propinas sugeridas, a menudo más.

Espero que las tradiciones de más formalidad en los comedores no se pierdan para los futuros cruceristas

A mucha gente le encanta la flexibilidad en los comedores por la libertad que puede proporcionar en un crucero, pero creo que es mejor reservarla para el desayuno y el almuerzo.

En cuanto a la cena, me gustan las tradiciones que han hecho tan populares a los cruceros.

Afortunadamente, las grandes líneas como Royal Caribbean, Carnival y Princess Cruises que ofrecen alguna versión de cenas flexibles todavía tienen opciones de cenas tradicionales.

Si se te da la opción en tu próximo crucero, considera mantener tus cenas al estilo clásico, con una hora y una mesa fijas. Puede que hagas un nuevo amigo, evites una larga espera y disfrutes de la comodidad.

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