El fallo de CrowdStrike afectó a menos del 1% de los equipos Windows que hay en el mundo, pero fue suficiente para desatar el caos

Pasajeros haciendo cola en los mostradores del aeropuerto internacional de Hong Kong, en el que la caída del sistema informático interrumpió las operaciones de las aerolíneas.
Pasajeros haciendo cola en los mostradores del aeropuerto internacional de Hong Kong, en el que la caída del sistema informático interrumpió las operaciones de las aerolíneas.

Tyrone Siu/Reuters

Hannah Getahun,

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  • Un fallo informático mundial provocado por una actualización de CrowdStrike generó interrupciones el pasado viernes en los sistemas de transporte aéreo, banca o televisión.
  • Microsoft ha afirmado ahora que se vieron afectados alrededor de 8,5 millones de equipos Windows. Según los expertos, la interrupción podría tener un coste de miles de millones de euros en todo el mundo y tardar semanas en resolverse por completo.

Un fallo informático que tuvo lugar el pasado viernes en todo el mundo por culpa de una actualización publicada por la empresa de ciberseguridad CrowdStrike provocó interrupciones generalizadas en el transporte aéreo, los servicios bancarios e incluso las retransmisiones de televisión.

Microsoft anunció este sábado que la interrupción afectó a menos del 1% —alrededor de 8,5 millones— de los equipos que utilizan Windows en todo el mundo.

En un artículo publicado en su blog oficial, la compañía ha asegurado que el efecto que tuvo la interrupción en organizaciones de todo el mundo refleja "el uso de CrowdStrike por parte de empresas que administran muchos servicios fundamentales". 

Tal y como apuntaba Business Insider el pasado viernes, este suceso también deja ver hasta qué punto compañías como Microsoft y CrowdStrike dominan el mercado

Ejecutivos de CrowdStrike.

Los datos de Statista muestran que Windows tenía el pasado mes de febrero alrededor del 72% de la cuota de mercado mundial de sistemas operativos, mientras que otra estimación calcula que la cuota de mercado de CrowdStrike en la categoría de seguridad de "protección de puntos finales" se sitúa en torno al 24%.

"Este incidente pone de manifiesto la naturaleza interconectada de nuestro amplio ecosistema: proveedores globales de la nube, plataformas de software, proveedores de seguridad y otros proveedores de software, y clientes", ha expresado Microsoft. "También es un recordatorio de lo importante que es para todos nosotros en todo el ecosistema tecnológico dar prioridad a operar con un despliegue seguro y la recuperación de catástrofes utilizando los mecanismos existentes".

El pasado viernes, CrowdStrike publicó una actualización defectuosa del sistema, lo que dio lugar al apagón tecnológico más generalizado de la historia. La actualización afectó específicamente al software de Windows, mientras que los dispositivos que utilizaban Mac y Linux no se vieron afectados, tal y como detalló la propia empresa de ciberseguridad.

El caos resultante obligó a aerolíneas y a hoteles a volver al papel y al lápiz para poder registrar los datos personales de sus clientes, mientras que supuso la cancelación de determinados servicios médicos en algunos hospitales europeos. También aparecieron fotos de aeropuertos y de tiendas que mostraban las pantallas azules de error en ordenadores y en paneles de información de vuelos.

 

El mismo día en el que se produjo el apagón, el director ejecutivo de CrowdStrike, George Kurtz, declaró que el problema había sido "identificado, aislado" y que se había "desplegado una solución". Dicha solución supuso, entre otras cosas, la eliminación manual del archivo de actualización en los ordenadores afectados.

Aunque la corrección parecía sencilla, algunos expertos señalaron a este medio de comunicación que las compañías que contasen con menos personal de tecnología podían tardar semanas en resolver la "pantalla azul de la muerte" en todos sus dispositivos, lo que significa que algunas industrias todavía podían sufrir los efectos del fallo informático durante algún tiempo.

Andrew Peck, experto en ciberseguridad de la Universidad británica de Loughborough, declaró a la CNN que solucionar el problema en múltiples organizaciones de todo el mundo podía llegar a costar miles de millones de euros.

Business Insider ha tratado de ponerse en contacto con CrowdStrike y Microsoft, pero por el momento no ha obtenido respuesta. 

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