Los fabricantes de coches europeos se enfrentan a una posición "cada vez más precaria" en China

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  • Los fabricantes europeos siguen teniendo dificultades para competir con las marcas chinas en su propio país y ni siquiera los aranceles las detienen.
  • Si las marcas europeas no cambian, las chinas acapararán un tercio del mercado automovilístico mundial.

La guerra entre Europa y China ya ha empezado y los fabricantes están empezando a pagar las consecuencias. En concreto, y tal y como ellos anunciaron, son las marcas europeas las que están viendo peligrar todo lo que tenían construido. 

Según los datos de la consultora AlixPartners que publica CNBC, los nuevos aranceles sobre los coches eléctricos chinos no bastan para ayudar a los fabricantes europeos a seguir siendo competitivos, especialmente en el lucrativo mercado chino, ya que es el mayor mercado automovilístico del mundo.

Lo cierto es que, mientras que los coches eléctricos chinos son líderes de ventas en el país, los extranjeros van muy retrasados. Según Stephen Dyer, codirector y responsable del departamento de automoción de AlixPartners en Asia, muchas empresas extranjeras aún no han encontrado la forma de que sus productos destaquen en el mercado chino de coches eléctricos.

"A menos que las marcas europeas cambien su mentalidad de desarrollo y fabricación de coches por otra más dispuesta a asumir riesgos y a considerar cómo diseñar y fabricar un coche desde los llamados primeros principios, su posición será cada vez más precaria", afirmó Dyer.

Un ejemplo de esto es Porsche, que ya han señalado que las ventas en China se desplomaron un tercio en el primer semestre del año. La empresa lo achacó a que los consumidores "se centran en ventas orientadas al valor".

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Por su parte, las marcas chinas, como BYD o Nio, ya han empezado su expansión por Europa, lo que ha hecho que la UE haya instaurado unos aranceles para tratar de proteger su negocio. Algo que no parece que les vaya a perjudicar, ya que seguirán obteniendo un beneficio del 20%, según Dyer, que señaló que el margen de beneficio sería el mismo que si se vendieran en el mercado chino.

Además, las marcas chinas pueden esquivar estos aranceles empezando a traer nuevas fábricas a suelo europeo. Por ejemplo, BYD va a abrir una fábrica en Hungría y ya está buscando nuevas localizaciones para otras plantas.

Según AlixPartners, la producción de coches eléctricos chinos cuesta actualmente un 35% menos que la de vehículos comparables de fabricantes extranjeros.

Ante esta realidad, las marcas europeas están buscando una solución para no perder comba. Algunas empresas extranjeras intentan entrar en el mercado chino asociándose con marcas locales.  Esto es lo que ha hecho Volkswagen con Xpeng para lanzar un SUV. El año pasado, el fabricante alemán compró casi el 5% de Xpeng por 700 millones de dólares

Otras, sin embargo, se lanza a las rebajas. A principios de este mes, el fabricante alemán BMW lanzó un nuevo Mini-Cooper EV en China a través de su empresa conjunta con Great Wall Motor. Según los precios en China, el precio de venta al público del modelo es de 26.140 dólares, casi un 5% menos que el Mini Cooper 3 puertas de gasolina, que cuesta unos 27.520 dólares.

Aún así no pueden competir con BYD, que vende su modelo eléctrico Seagull a un precio muy inferior de 9.700 dólares.

Aunque las colaboraciones son "racionales" para alcanzar cuota de mercado, Dyer afirma que es difícil permanecer en el mercado chino a largo plazo si los fabricantes extranjeros no cambian las cosas.

 

El mes pasado, un analista del Bank of America afirmó que los fabricantes de automóviles estadounidenses con sede en Detroit deberían salir de China "lo antes posible", porque estaban en el lado perdedor frente a los gigantes chinos.

Según un estudio de AlixPartners, los fabricantes chinos de coches eléctricos han reducido a 20 meses el tiempo de desarrollo de sus nuevos modelos, la mitad de los 40 meses que necesitan las marcas tradicionales. 

Además, las marcas chinas lanzan nuevos modelos mucho más rápido que las marcas no chinas, según la empresa de investigación, señalando que los coches vienen con especificaciones de tecnología y baterías que están entre dos y tres años por delante de lo que las empresas extranjeras han planeado.

Con ese empuje, AlixPartners espera que las marcas chinas se hagan con más del 70% del mercado de los vehículos eléctricos nuevos en China de aquí a 2030 y acaparen un tercio del mercado automovilístico mundial, es decir, 9 millones de coches al año.

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