Los diversos usos del bótox: no solo en lo estético y con beneficios para tu salud

Aplicación facial de bótox en una paciente.
Aplicación facial de bótox en una paciente.
Foto del redactor Félix EstebanFoto del redactor Félix Esteban
  • El bótox lleva años en la esfera estética, y es el producto más conocido y usado para reducir arrugas y líneas de expresión, pero al margen de defensores y detractores, tiene otras aplicaciones más beneficiosas.
  • La toxina botulímica, según recientes investigaciones, no solo te mejora por fuera sino, lo que es más importante, por dentro, ya que puede reducir la depresión y mejorar el estado de ánimo. 
  • La relación entre las inyecciones de toxina botulínica y el estado de ánimo se ha estudiado a nivel cerebral, mostrando que alteran la respuesta de la amígdala. 

La toxina botulínica, popularmente conocida como bótox, se ha convertido en un nombre familiar en el mundo de la estética facial. Muchas personas recurren a estas inyecciones para suavizar las líneas finas y las arrugas en busca de una apariencia más descansada y rejuvenecida. 

Sin embargo, lo que podría sorprenderte es que las inyecciones de toxina botulínica no solo pueden transformar tu apariencia en el espejo, sino también influir positivamente en tu estado de ánimo. Investigaciones recientes han explorado los efectos de la toxina botulínica en el ánimo depresivo y la ansiedad, y los resultados son sorprendentes

Qué es la toxina botulínica

La toxina botulínica es una sustancia biológica venenosa producida por la bacteria Clostridium botulinum, que se encuentra de forma natural en el suelo, el agua y las plantas. Cuando se utiliza en forma de neurotoxina inyectable terapéutica, esta toxina paraliza temporalmente los músculos, lo que reduce o elimina las arrugas y las líneas de expresión no deseadas. 

Algunas de las marcas más conocidas que ofrecen inyecciones de toxina botulínica incluyen bótox, Dysport, Xeomin y Jeuveau. Sin embargo, igual no sabes que esta sustancia también se utiliza para tratar afecciones médicas no relacionadas con la estética, como las migrañas crónicas, la hiperhidrosis (sudoración excesiva), la distonía cervical y la vejiga hiperactiva, entre otras.

El impacto en la depresión y la ansiedad

Hoy en día, los médicos y científicos están explorando un nuevo horizonte: el impacto de la toxina botulínica en los trastornos del estado de ánimo. Aunque es importante destacar que las inyecciones de toxina botulínica no están oficialmente aprobadas para tratar la depresión o la ansiedad, las investigaciones iniciales sugieren que pueden ofrecer mejoras notables en estos síntomas.

La depresión es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Lamentablemente, no todos los pacientes responden adecuadamente a los tratamientos convencionales, como los antidepresivos. Es en estos casos donde entra en juego la investigación sobre el uso de la toxina botulínica.

Estudios prometedores

Un estudio realizado en junio de 2023 y publicado en la revista Toxins reveló que el 53% de las personas que buscaban tratamiento para la depresión y recibieron inyecciones de toxina botulínica en los músculos del entrecejo y experimentaron mejoras significativas en sus síntomas. 

Además, investigaciones anteriores sugieren que las personas con depresión que reciben estas inyecciones pueden experimentar una reducción comparable en sus síntomas en comparación con aquellos que toman antidepresivos, como la sertralina, pero con una aparición más rápida de los efectos y menos efectos secundarios.

La hipótesis de la retroalimentación facial

La hipótesis de la retroalimentación facial sugiere que la relación entre los estados emocionales internos y las expresiones faciales es bidireccional. En otras palabras, nuestras emociones pueden influir en nuestras expresiones faciales, pero también nuestras expresiones faciales pueden influir en nuestras emociones. 

Cuando experimentamos una emoción, esta se refleja en nuestra cara. Sin embargo, si nuestras expresiones faciales están alteradas o paralizadas debido a la toxina botulínica, la señal que el cerebro recibe es diferente. Esta desconexión entre la expresión facial y la emoción podría tener un efecto terapéutico en personas propensas a la depresión o la ansiedad.

Efectos profundos en el cerebro

La relación entre las inyecciones de toxina botulínica y el estado de ánimo se ha estudiado a nivel cerebral. Un estudio utilizó imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) para medir la actividad cerebral de los participantes mientras observaban rostros felices y enojados después de recibir inyecciones de toxina botulínica. 

Los resultados mostraron que estas inyecciones alteraban la respuesta de la amígdala, una parte del cerebro relacionada con las emociones, ante los rostros emocionales. Además, se ha observado que las inyecciones de toxina botulínica pueden tener efectos positivos en personas con espasmo hemifacial, un trastorno neuromuscular que a menudo causa angustia psicológica.

Ventajas y desventajas

Aunque estos hallazgos son prometedores, es esencial comprender que los efectos de las inyecciones de toxina botulínica no son permanentes y generalmente duran de tres a cuatro meses. Esto significa que las personas pueden necesitar inyecciones repetidas con el tiempo para mantener los efectos terapéuticos.

En términos de costo, las inyecciones de toxina botulínica no son económicas. Los precios varían según la cantidad de toxina utilizada, pero las inyecciones de 30 unidades pueden oscilar entre 400 y 500 euros. Sin embargo, para algunas personas, los beneficios pueden superar con creces el costo, especialmente si experimentan una mejora significativa en su estado de ánimo y bienestar emocional.

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Etiquetas: estudios, Ciencia