Estos son los empleos que están de moda para la generación Z

¿Para quién te gustaría trabajar de mayor? Esa es la pregunta que la National Society of High School Scholars, una sociedad de honor para estudiantes de alto rendimiento en EEUU, hace a sus miembros en una encuesta cada dos años aproximadamente. 

Como era de esperar, la clasificación tiende a inclinarse hacia el tipo de empresas más conocidas por los niños (entre las 100 primeras figura Disney). Pero más allá de las grandes marcas, la encuesta ofrece una instantánea de las aspiraciones de los adolescentes más ambiciosos de Estados Unidos, estudiantes que pronto se convertirán en la próxima generación de profesionales de élite.

Durante años, los primeros puestos de la encuesta han estado dominados por gigantes tecnológicos. En 2017, por ejemplo, el empleador al que más aspiraban era Google. 

Pero la clasificación de este año, basada en las respuestas de más de 10.000 jóvenes de la generación Z, refleja un orden mundial cambiante. Google cae al nº 7 de la lista; Amazon, al nº 8; y Tesla, al nº 33. Instagram se situa en el puesto 48, y Facebook apenas pasa el corte, cayendo por debajo de Dow Chemical y 3M hasta el puesto 94. Parece que el atractivo de la tecnología está cayendo en picado entre los mejores y más brillantes estudiantes de secundaria.

El dominio de Silicon Valley se desvanece

Entre las principales opciones de empleo de la Generación Z, el atractivo de las grandes tecnológicas está cayendo en picado.

¿Por qué la tecnología ha caído repentinamente en desgracia entre los estudiantes? Supongo que en parte se debe a un simple razonamiento que tiene que ver con quién está contratando ahora. Silicon Valley ha despedido a decenas de miles de trabajadores, por lo que es casi imposible encontrar trabajo en el sector tecnológico. 

En una encuesta realizada por Handshake, un sitio de empleo para estudiantes universitarios, la promoción de 2024 considera que la estabilidad laboral es su principal prioridad a la hora de decidir dónde solicitar trabajo. Y en la búsqueda de un empleo estable, el porcentaje de solicitudes que han presentado a empresas tecnológicas ha descendido un 19% en comparación con la promoción de 2022.

Los estudiantes también dicen que una consideración importante a la hora de solicitar un empleo es la reputación de la empresa como un buen sitio en el que trabajar. "Buscan un empleador que cuide de ellos y sea amable con sus empleados", afirma Christine Cruzvergara, directora de estrategia educativa de Handshake. Y el sector tecnológico no se ha hecho ningún favor a sí mismo con la dureza con la que ha llevado a cabo su reciente oleada de despidos. "Se ha visto a gente en las redes sociales contando cómo fue su experiencia de despido y cómo les trató la empresa", dice Cruzvergara.

Pero las cifras sugieren que el rechazo de la generación Z a la tecnología es algo más que un razonamiento interesado. 

Durante más de una década, la tecnología ha disfrutado de un monopolio casi total sobre los trabajadores jóvenes más inteligentes del país. Los millennials creían que se dirigían a Silicon Valley al servicio de una noble misión. Se les dijo que la tecnología iba a democratizar los datos, creando un puente digital hacia un mundo mejor y más equitativo. 

En cambio, las empresas tecnológicas han sido responsables de difundir información errónea, alimentar el discurso del odio, sembrar la adicción digital y exacerbar una epidemia de enfermedades mentales entre los adolescentes. 

Para la generación Z, la tecnología ya no parece una fuerza del bien. En la encuesta realizada este año en los institutos, son más los estudiantes que creen que la inteligencia artificial tendrá un efecto negativo en la sociedad que los que afirman que tendrá uno positivo.

Ya hemos visto esto antes. Hace dos décadas, cuando estaba en la universidad, los estudiantes más inteligentes de mi clase querían dedicarse a las finanzas. Entonces, en el semestre de otoño de nuestro último curso, Lehman Brothers se hundió y se llevó por delante al resto de la economía. La brusca contracción de la banca —combinada con la nueva imagen de Wall Street como el mal personificado— espoleó a los estudiantes a empezar a buscar empleo en otra parte. 

Fue entonces cuando aparecieron Google y Facebook, ofreciendo generosas opciones sobre acciones, comidas gratis, oficinas con mesas de ping-pong y la oportunidad de crear productos que cambiarían el mundo. La tecnología no tardó en desbancar a las finanzas como el trabajo soñado por excelencia.

Ahora, el decreciente interés por las grandes tecnológicas podría suponer una amenaza a largo plazo para su futuro. Al fin y al cabo, el ascenso de la industria se vio impulsado por algo más que sus algoritmos. Parte de lo que hizo que Silicon Valley fuera tan dominante fue la interminable cantera de brillantes licenciados universitarios que proporcionaban a las jóvenes empresas las ideas frescas y las montañas de código que necesitaban para convertirse en los gigantes que son hoy. Si las grandes tecnológicas han perdido los corazones y las mentes de los estudiantes de hoy, han perdido su mayor ventaja competitiva.

Si Silicon Valley está dejando de estar de moda, ¿quién ocupará su lugar como próximo gran destino

Uno de los candidatos, según la última encuesta realizada en institutos, parece ser la sanidad. Jude Children's Research Hospital ocupa el primer puesto. La Clínica Mayo ocupa el 2º puesto. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que ni siquiera estaban entre los 100 primeros en 2018, fueron el 14. 

Si la pandemia enseñó algo a la generación Z, es que no hay trabajos más importantes que los del personal de primera línea que arriesga su propia vida para salvar la de los demás. (Los estudiantes clasificaron su hospital local en el puesto número 4). Y con el sector sanitario enfrentándose a una grave escasez de personal, necesitamos que los jóvenes se dediquen a carreras profesionales relacionadas con la medicina y la enfermería mucho más de lo que los necesitamos para optimizar anuncios en Internet.

Los próximos empleos de moda

En la actualidad, las empresas en las que la generación Z más desea trabajar se encuentran en dos nuevos sectores: la atención sanitaria y el gobierno.

Otro aspirante a ocupar el lugar de la tecnología puede ser, ironía de las ironías, el gobierno. La Administración pública no tiene el sueldo ni el glamour de los empleos tecnológicos, pero ofrece la estabilidad que los estudiantes universitarios dicen desear. 

Quizá por eso la proporción de solicitudes de empleo en la administración pública en Handshake este año casi se ha duplicado con respecto a 2022. Y en la encuesta de estudiantes de secundaria, el FBI, la NASA, la CIA y el CDC se han clasificado entre los 20 primeros. Puede que los grandes titanes de la tecnología aborrezcan Washington, pero los adolescentes más inteligentes de hoy lo ven como una fuente de trabajo significativo y empleo estable.

Pero mientras reflexiono sobre esta cuestión, me pregunto si el nuevo trabajo soñado por los jóvenes no es un trabajo en absoluto, al menos no del tipo en el que trabajan para otra persona. En la encuesta de Handshake, tres cuartas partes de los encuestados afirman estar interesados en emprender en algún momento de su carrera. 

Muchos, de hecho, ya han incursionado en una variedad de actividades paralelas, adquiriendo el gusto de trabajar para sí mismos. Cuando hablo con estudiantes universitarios, me sorprende que no sean tan ingenuos como yo cuando tenía su edad. Ya saben que la única empresa de la que no te pueden despedir es aquella de la que eres el dueño.

Eso no significa que piensen independizarse de inmediato. Eso sería lo contrario a la estabilidad que desean, y hablamos de una generación más práctica. En lugar de eso, siguen solicitando trabajos normales de nivel básico para poder mantenerse mientras crean su propio negocio. "Utilizan su trabajo a tiempo completo como red de seguridad para asegurarse unos ingresos estables, poder pagar las facturas y ahorrar", dice Cruzvergara. 

"Entonces, si las cosas van bien, pueden hacer esa transición y no se siente tan idealista y aterradora". Puede que los estudiantes de hoy no sean tan diferentes a los profesionales de generaciones anteriores. Pero su estrella polar ya no es convertirse en vicepresidente senior de otra empresa.

Sea lo que sea lo que acabe convirtiéndose en la próxima carrera de moda —sanidad, administración pública, emprendimiento u otra cosa—, es probable que el menguante dominio de las grandes tecnológicas sea positivo para el resto de la economía. 

Muchos sectores han languidecido durante años, incapaces de competir por las brillantes mentes jóvenes que Silicon Valley ha acaparado durante tanto tiempo. Ahora, al igual que la tecnología y las finanzas antes que ella, tendrá por fin la oportunidad de contratar a la generación que impulsará la innovación del futuro.

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