Airbnb tiene un gran problema, y va más allá de que la gente gaste menos: están perdiendo viajeros a favor de los hoteles

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iStock; Rebecca Zisser/BI

Dan Latu,

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  • Las acciones de Airbnb cayeron un 14% en un día después de que la empresa predijera una ralentización de la demanda.
  • Algunos de los que antes eran incondicionales de Airbnb afirman que ahora prefieren la consistencia de los hoteles.
  • Airbnb también ha afirmado que podría en algún momento permitir a los viajeros reservar habitaciones de hotel a través de su plataforma.

Duane Brown viaja a destinos internacionales siete u ocho veces al año.

Tras alojarse en su primer airbnb en Londres en 2011, este profesional del marketing digital de 42 años quedó tan enamorado del concepto que se convirtió él mismo en anfitrión. Recibió huéspedes en su apartamento de dos dormitorios en el centro de Toronto durante un año y medio.

Sin embargo, Brown explica a Business Insider que las últimas experiencias decepcionantes con los alquileres de corta duración le han hecho cambiar de opinión.

En un viaje a Budapest en 2019, Brown reservó un airbnb en el que las fotos del anuncio estaban tomadas en ángulos estratégicos que ocultaban un baño en mal estado y paredes dañadas. Brown afirma que ahora se aloja en hoteles, que cree que tienen un "estándar de cuidado" más consistente.

"Si no hubiera hoteles independientes ni Marriott, entonces tal vez recurriría a Airbnb, pero siempre ha habido al menos uno de ellos en las ciudades a las que voy", señala.

Brown es solo un viajero, pero en la presentación de resultados de la semana pasada, Airbnb advirtió a los inversores que moderaran las expectativas para el tercer trimestre debido a la disminución de la demanda de los clientes. Incluso después de anunciar un crecimiento de las reservas, el gigante del alquiler a corto plazo rebajó sus previsiones de beneficios para el tercer trimestre a entre 3.670 y 3.730 millones de dólares (entre 3.355 y 3.410 euros), por debajo de los 3.800 millones (3.475 millones) que esperaban los analistas.

Wall Street se estremeció y las acciones de Airbnb se desplomaron la semana pasada, cayendo un 14% en un día. La empresa también advirtió de una disminución global de la antelación con la que los viajeros reservan sus estancias, señal de una demanda menos entusiasta.

Esta situación dista mucho de la demanda récord que experimentó Airbnb inmediatamente después de los confinamientos del COVID-19, cuando los viajeros buscaban casas privadas y grandes espacios al aire libre. Los nuevos datos muestran que la demanda de alquileres a corto plazo se está estancando o disminuyendo en algunas partes de EEUU y para ciertos tipos de alojamiento. Junto con las quejas de algunos consumidores por las elevadas tasas de limpieza, las listas de tareas que hay que realizar al dejar el apartamento, el aumento de los precios y la falta de control de calidad, el gigante del alquiler a corto plazo tiene que convencer a sus clientes fieles.

Parte del problema es que ha cambiado la percepción de los viajeros sobre lo que es una buena oferta de viaje. Airbnb solía tener una mayor ventaja para los turistas preocupados por el presupuesto. En 2019, los hoteles costaban de media un 49% más por noche en las grandes ciudades, según datos de marzo de la compañía de análisis de alquileres a corto plazo AirDNA. Esa brecha se redujo a solo el 26% en 2022, según AirDNA.

En la presentación de resultados a los inversores la semana pasada, el consejero delegado Brian Chesky mencionó que competir con los hoteles es fundamental para la estrategia de la empresa. Chesky bromeó con una posible expansión de habitaciones de hotel disponibles para reservar en Airbnb, ligada a que la empresa es propietaria de la plataforma de alojamiento de última hora HotelTonight.com. El mes pasado, un ejecutivo de Airbnb insinuó que los huéspedes de Airbnb pronto podrían añadir a sus estancias extras similares a los de un hotel, como tratamientos de spa y chefs personales.

"Seguimos invirtiendo en hoteles", afirmó Chesky en la presentación de resultados, explicando que hay oportunidades en el futuro para "vender cosas nuevas, incluidos hoteles".

Los hoteles están ganando viajeros en algunas zonas

La demanda de airbnbs se está estancando o disminuyendo en algunas categorías en las que los hoteles son competitivos, según AirDNA.

En las ciudades y zonas suburbanas, la demanda de airbnbs y vrbos por parte de los viajeros ya no está aumentando rápidamente como inmediatamente después de 2020. En cambio, la proporción de la demanda de alquileres a corto plazo en los mercados suburbanos se ha mantenido estable durante el último año, en torno al 9%, en comparación con el año pasado por estas fechas. En los mercados urbanos, el porcentaje de demanda de alquileres a corto plazo sigue rondando el 7%.

AirDNA analizó un grupo de cinco populares destinos vacacionales de Florida, entre ellos Daytona Beach y Sarasota, y descubrió que la demanda de alquileres a corto plazo era más débil en las categorías con más probabilidades de competir con las habitaciones de hotel individuales.

La demanda de alquileres a corto plazo de una habitación en los cinco mercados de Florida creció solo un 1% de 2023 a 2024, y la demanda de habitaciones privadas dentro de casas compartidas en realidad cayó un 8,7% en comparación con el año pasado.

El economista jefe de AirDNA, Jamie Lane, indica que las tarifas asociadas a los alquileres a corto plazo pueden ser más una carga para algunos viajeros que reservan estancias cortas o con grupos más pequeños.

"Puede resultar más económico alojarse en un hotel, dependiendo de lo elevadas que sean las tarifas hoteleras", apunta Lane.

Un portavoz de Airbnb señala que la empresa cree que sus productos ofrecen una experiencia superior.

"Los alojamientos de Airbnb ofrecen a los viajeros servicios que pueden aportar valor y comodidad adicionales: habitaciones para todos, una cocina para preparar la comida, un espacio para trabajar, un patio trasero para socializar y jugar con las mascotas y mucho más, a diferencia de la mayoría de los alojamientos tradicionales", afirma un portavoz de la empresa en declaraciones a Business Insider.

Algunos viajeros se están desenamorando de Airbnb

El fundador de una startup con sede en Seattle, Adam Burgh, de 40 años, reservó su primer airbnb en Río de Janeiro en la Nochevieja de 2012. Durante siete años, viajó por Sudamérica, sobre todo alojándose en airbnbs.

Sin embargo, Burgh comenta que una reciente experiencia con los gastos de limpieza le ha desanimado por completo.

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A principios de verano, estaba pensando en hacer una escapada con su familia a la isla de Whidbey, situada a poca distancia en ferry de Seattle. Se trataba de un viaje de última hora, así que consultó los alojamientos de Airbnb disponibles y se quedó boquiabierto cuando vio anuncios en los que los gastos de limpieza ascendían a 200 dólares (183 euros) por una estancia de dos noches.

"¿Qué haces con 200 dólares de limpieza? Es imposible que cueste tanto", señala Burgh a Business Insider.

En lugar de eso, renunció al viaje y decidió invertir el dinero en unas vacaciones más largas este mismo año.

Burgh afirma que últimamente prefiere canjear sus puntos de fidelidad por estancias en Marriott. Antes, habría preferido reservar en Airbnb. Ahora, se lo piensa dos veces.

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