Alimentos morados: potencia tu sistema inmunológico y mejora tu memoria
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- Las hortalizas y tubérculos deben formar parte de tu dieta si quieres una buena salud y evitar enfermedades, pero especialmente los morados, por varios motivos.
- Sus propiedades son beneficiosas para evitar dolencias o disminuirlas, pero además los investigadores han descubierto otra más relacionada con la diabetes tipo 2.
Los especialistas recomiendan en cualquier dieta y rutina alimentaria para una salud de hierro y longevidad, tomar mucha fruta y verdura. Pero luego cada una tiene más o menos beneficios para según qué, y por eso se investiga continuamente en las propiedades de cada elemento de la familia. En este caso la ciencia ha llegado a conclusiones tras estudiar hortalizas y tubérculos pero morados.
El grupo morado
¿Qué alimentos se engloban en este grupo? Las patatas moradas, los boniatos morados, los rábanos, las zanahorias moradas y las coles rojas, que contienen una gran cantidad de antocianinas aciladas, así como los arándanos y las moras, ricos en antocianinas no aciladas.
Las antocianinas, que son pigmentos rojos, morados y azules que se encuentran en frutas, verduras y tubérculos, tienen propiedades que reducen el riesgo de diabetes tipo 2, según una revisión de estudios realizada por la Unidad de Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Turku, en Finlandia. Pero antes necesitas saber qué son las antocianinas.
Qué son las antiocianinas
Bajo este nombre extraño se esconde un flavonoide que, además de este nuevo beneficio, previene problemas del sistema cardiovascular y del aparato digestivo, protege de algunos tipos de cáncer, mejora la memoria, el funcionamiento del sistema urinario y ayuda a retrasar el envejecimiento.
Según un estudio de la Universidad de Harvard, también puede ser un buen aliado contra la disfunción eréctil.
Un compuesto contra la diabetes
Según los hallazgos del estudio, publicados en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry, las antocianinas, pueden reducir el riesgo de diabetes al afectar al metabolismo energético, la microbiota intestinal y la inflamación.
En el estudio se comparan los resultados de las investigaciones sobre el tema, muestra que el efecto beneficioso de las antocianinas sobre la diabetes de tipo 2 aumenta si la antocianina está acilada, es decir, que se añade un grupo acilo a las fracciones de azúcar de la antocianina.
Kang Chen, uno de los responsables de la investigación, explicó que "los estudios han demostrado que, además de cambiar las propiedades físicas y químicas, la acilación afecta al modo en que las antocianinas se absorben y metabolizan".
Una mejor que otra
Las antocianinas aciladas son antioxidantes más eficaces que las no aciladas, y también pueden mejorar la barrera intestinal que permite la absorción de los nutrientes necesarios. Además, las antocianinas aciladas mantienen la homeostasis de la microbiota intestinal, suprimen las vías proinflamatorias y modulan los metabolismos de la glucosa y los lípidos.
"El genotipo de la planta define qué tipo de antocianinas produce. En general, los vegetales morados contienen muchas antocianinas aciladas. Además, las patatas moradas, especialmente la variedad finlandesa llamada Synkeä Sakari, es abundante en antocianinas aciladas", apunta Chen.
Las antocianinas aciladas se absorben mal en la digestión, pero tienen propiedades probióticas y reducen el riesgo de diabetes con más eficacia que las antocianinas no aciladas.
Más conclusiones del estudio
Los transportadores de glucosa intervienen en la absorción de las antocianinas, pero son distintos los responsables de la absorción de las antocianinas aciladas y no aciladas. Las antocianinas aciladas y no aciladas también tienen diferentes efectos sobre las enzimas implicadas en el metabolismo.
Ahora que las tienes, no las pierdas
Y es que las antocianinas y sus propiedades se pueden perder fácilmente al ser termolábiles, salvo la vitamina K. Significa que desaparecen al exponerse a altas temperaturas.
Así que no te excedas en el tiempo de cocción u opta mejor por cocinarlas al vapor o a la plancha, añadiendo un poco de bicarbonato o de vinagre de manzana justo antes de que empiecen a hervir. De esta forma mantienen su color y, por tanto, su cantidad de vitamina intacta.
Otra buena opción es beber o triturar las verduras púrpuras en el caldo de cocción, que es donde se quedan la mayor parte de las antocianinas.
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Etiquetas: Alimentación, Dietas, Consumo