Así debes acabar cualquier entrevista de trabajo, según un experto de LinkedIn
Reuters
- Además de practicar cómo responder o qué preguntas hacer a la hora de verte con un reclutador, debes saber terminarla para causar una buena impresión.
- Debes demostrar que quieres ese trabajo y que eres el candidato perfecto, pero no basta solo con decirlo.
La mayoría de las personas se ponen nerviosas ante una entrevista de trabajo: una conversación que puede determinar si tienes un nuevo empleo y, por tanto, un cambio de vida, o no.
Es normal, pero necesitas evitar que esos nervios te jueguen una mala pasada, para lo que es fundamental aprender a comunicarse de manera efectiva, tal y como recomienda el experto en desarrollo profesional de LinkedIn, Andrew McCaskill.
La clave está en practicar y practicar, de modo que cuando llegues a la entrevista, habrás ensayado tanto que podrás hablar con fluidez sobre cualquier cuestión. Lo bueno es que muchas entrevistas se limitan a las mismas preguntas, por lo que puedes prepararte las respuestas.
Hablar en voz alta, delante de familiares o amigos o incluso mirando a la pantalla, como si fuera una videollamada, te puede ayudar a conseguir cierta fluidez.
Dependiendo del puesto de trabajo del que se trate, el reclutador buscará en ti unas habilidades u otras, sin embargo, hay aspectos que son comunes a cualquier sector.
La productividad, la resolución de problemas, la gestión del tiempo o el trabajo en equipo son algunas de las habilidades más demandadas actualmente y no son fáciles de encontrar, así que aprovecha la entrevista para demostrar que las tienes.
McCaskill cuenta con una amplia experiencia y tiene claro cómo se debe terminar una entrevista. Como comenta en CNBC, debes acabar recalcando lo mucho que quieres ese trabajo, reivindicando que tus habilidades y experiencias son perfectas para ello y que podrías tener un impacto gran impacto en el equipo.
Pero esa afirmación no basta. Una vez termines la frase, debes comenzar a argumentar las razones por las que verdaderamente crees que eso es real, dando ejemplos concretos que lo demuestren, como experiencias pasadas. No hace falta que sea una gran lista. Al contrario, es mejor que sea breve, pero muy precisa y reveladora.
Es una manera ideal para cerrar la entrevista, asegurándote de que el reclutador no dudará sobre tus capacidades al acabar, porque las pones de manifiesto.
Además, debes demostrar entusiasmo, porque verdaderamente quieres ese trabajo y te interesa; y confianza, un rasgo que la mayoría de la gente suele admirar —aunque sin parecer egocéntrico—.
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