Los costes ocultos de vivir en una autocaravana: así ahorran estos españoles que camperizaron su furgoneta

Sergio y Paula comenzaron su aventura por las carreteras europeas en septiembre y desde entonces han recorrido un largo camino lleno de aprendizajes y sorpresas de la mano de su Peugeot Boxer, una antigua furgoneta de paquetería que decidieron camperizar ellos mismos.

Esta pareja de veinteañeros no tenía ninguna experiencia previa en el mundo de las autocaravanas, pero se dieron cuenta de que había mucha gente viviendo largas temporadas en campers y que este estilo de vida no era no muy caro, por lo que se lanzaron a probarlo.

En una entrevista para Business Insider España, los jóvenes comentan que ahorraron durante tres años tanto para pagar el proceso de camperización como para poder vivir sobre ruedas algo más de un año sin tener que trabajar. Pese a ello, explican, han optado por teletrabajar algunas horas del día —ya sea impartiendo clases online como con trabajos de ilustración— para seguir generando dinero.

Tras ponerse manos a la obra y trabajar duro durante diez largos meses —un proceso que documentaron en sus perfiles de Instagram y TikTok—, la pareja cuenta que la inversión inicial de 14.000 euros fue solo el principio de este nuevo estilo de vida.

Probé la vida en autocaravana durante dos semanas y un aspecto del viaje me hizo preguntarme si estoy hecha para ese estilo de vida

Esos 14.000 euros incluyen elementos esenciales para ellos como un frigorífico a dos voltios, una cocina con horno, ducha con agua caliente, calefacción, tanque, placas solares o gas GLP.

En qué se va el dinero una vez comienza el viaje

Los jóvenes madrileños avisan de que tienes que calcular dentro de tu presupuesto la posibilidad de que haya piezas mecánicas que necesitarán reparación, como les ocurrió a ellos con la pantalla de la calefacción.

"Lo bueno de haberla camperizado es que sabemos arreglar las cosas. Si no, no nos hubiéramos atrevido y hubiéramos ido a un taller", señala Sergio.

Pero no solo los imprevistos suponen un desembolso: el día a día genera gastos que van más allá de la gasolina.

Por ejemplo, y aunque ellos optasen por la instalación de placas solares, comentan que con el tiempo han aprendido ciertos trucos para no gastar cuando el sol decide no asomarse: "Si está nublado, no produces electricidad y el frigorífico nos consume mucho. Aunque al principio no lo veíamos como una opción, hemos aprendido que si está nublado y hace frío, lo apagamos y tenemos electricidad suficiente, porque si no tienes que buscar dónde enchufarte".

Conectarte a la red supone el pago de un camping, algo que intentan evitar porque los precios pueden estar por las nubes dependiendo del destino en el que se encuentren. "Hay campings que no bajan de los 30 euros, como en Croacia en temporada baja", asegura Paula.

Pero hay una excepción que hace que pagar por el camping merezca la pena: la lavandería.

"La última vez optamos por quedarnos en el camping porque este tenía lavadora gratis y nos costaba lo mismo pagar una lavandería que alojarnos en el camping que ya contaba con lavadora y ducha. Si hay lavadora nos ahorramos unos 16 euros, que es lo que solemos gastar en hacer la colada", apunta Paula.

La joven ingeniera cuenta que lavan la ropa cada dos o tres semanas, cuando aprovechan para poner dos lavadoras a unos cinco euros cada una, sin contar con la secadora que es necesaria en la mayoría de ocasiones por la falta de espacio para tender. 

"Empiezas a meter monedas en la secadora  cuando piensas que ya llevas demasiado gastado, paras", comenta entre risas y asegura que es uno de los mayores gastos que les ha pillado "algo desprevenidos".

Sin embargo, se han librado de otro de los grandes gastos que sufren muchos otros viajeros: la falta de ducha y aseo en su casa sobre ruedas. Aquellos que no cuentan con ducha o baño dentro de su autocaravana tienen que bien pagar o consumir en un sitio para usar sus servicios, o bien pasar la noche en un camping.

"Hay lugares con fuentes donde te dejan libremente llenar los tanques de agua, como ocurre con algunas gasolineras", añade Paula, refiriéndose a otro de los gastos que se acumulan en este estilo de vida.

Así calcularon el presupuesto para vivir en su autocaravana

Antes de comenzar esta aventura —para la que aseguran no tener fecha de regreso—, calcularon un presupuesto para el tipo de viaje y ruta que quería hacer, lo que resultó en unos 900 euros al mes entre los dos. 

"Vamos cumpliendo con el presupuesto e incluso lo mejoramos", afirman.

Su presupuesto incluye un seguro de furgoneta, un seguro médico europeo, gastos de viajes, de camping, de supermercados y también una parte de ocio como pueden ser restaurantes o visitas culturales. 

"Ahora sabemos que si quieres ahorrar, lo único tienes que hacer es quedarte más tiempo en un sitio. Gastas poco en gasolina, que es uno de los mayores gastos que tienes", apuntan. La pareja señala que un 25% de su presupuesto va para gasolina. 

En definitiva, todo aquel que esté pensando en embarcarse en una aventura así debe tener en cuenta todos estos precios que pueden encarecer rápidamente lo que parece un estilo de vida económico. 

Lo mismo se aplica a todos aquellos que optan por su alquiler para pasar las vacaciones e idealizan el plan pensando que no tendrán muchos más gastos aparte del propio alquiler y la gasolina. Hay gastos inevitables y otros pequeños que pueden sumarse rápidamente, pero los que se han lanzado a esta aventura aseguran que todos ellos merecen la pena.

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