Qué debes considerar antes de decidir sobre una inversión

Qué valorar antes de invertir
  • A la hora de elegir una inversión es importante tener en cuenta tu situación financiera, tu grado de aversión al riesgo y el tiempo que puedes mantenerte en un activo.
  • Lo ideal es que inviertas el excedente entre tus ingresos y tus gastos comunes.
  • Es importante evitar apostar por productos financieros cuyo funcionamiento no comprendes.

Elegir una u otra inversión no es un tema menor. De hecho, la mera maniobra de movilizar los ahorros ya es toda una decisión en sí misma. Dar el paso o no y, después, determinar qué camino es el más conveniente. Pero antes de saber adónde quieres ir, lo primero es tener claro en qué situación te encuentras.

Te contamos qué debes considerar antes de decidir sobre una inversión.

Estas son las preguntas que debes hacerte antes de invertir

De forma previa a mover un céntimo debes establecer tu perfil de inversor. En términos genéricos, hay inversores arriesgados, que controlan el mundo financiero y buscan altas rentabilidades a pesar de los riesgos; conservadores, cuya prioridad es mantener el capital invertido aunque así ganen menos; o moderados, situados a medio camino entre los dos primeros.

De manera más concreta, para determinar tu propio perfil de inversor debes tener en cuenta las siguientes cuestiones:

  • ¿Dónde estás, cuál es tu situación financiera actual? En este aspecto hay que incluir la edad y el escenario socioeconómico y familiar, así como la capacidad de generación de ahorro y el capital acumulado que puedes dedicar a la inversión. Recuerda, eso sí, sólo debes destinar a la inversión el excedente entre tus ingresos y tus gastos comunes.
  • ¿Cuáles son tus metas financieras? Definir el objetivo de tu ahorro, lo que implica, entre otras cuestiones, determinar el plazo de la inversión y el riesgo que deseas asumir.
  • ¿En qué horizonte temporal puedes desenvolverte? Es convenienteelegir un producto que sea adecuado para el tiempo de inversión que puedas resistir, sea a corto, a medio o a largo plazo.
  • ¿Qué grado de riesgo estás dispuesto a asumir? Todos los productos financieros conllevan cierta dosis de riesgo (baja, media, alta o muy alta), de la que debes ser consciente cuando tomas la decisión de invertir en ellos. Aquí te mostramos una guía para elegir los mejores productos de inversión según tu perfil de riesgo.
  • ¿En qué rentabilidad te sentirías cómodo? En ese sentido, es preciso subrayar que la incertidumbre sobre el resultado es una característica asociada a cualquier inversión. En mayor o menor medida, pero así es, a pesar de que en algunos productos es más fácil prever el rendimiento. Recuerda que las expectativas de ganancia van siempre en función del peligro que se asume: a mayor rentabilidad esperada, mayor riesgo.
  • ¿Quieres viajar solo o prefieres que te lleven? Es decir, si quieres invertir por tu cuenta o de la mano de un profesional.

Elegir un producto de inversión

La parte positiva del panorama presente es que la creciente gama de productos financieros proporciona alternativas prácticamente para cualquier perfil de inversión. No obstante, resulta imprescindible comprender las características y los riesgos del activo antes de su adquisición.

En ningún caso es aconsejable que inviertas en activos que no entiendes, dado que el grado de complejidad de los productos financieros suele ir en paralelo al riesgo que conllevan, según explican desde el Banco de España. En ese punto es en el que entra el lado negativo del mercado actual: la sofisticación de ciertos activos es tal que los riesgos se multiplican. Por ejemplo, aquí puedes saber cómo dar tus primeros pasos al invertir en materias primas.

Por su parte, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), recomiendan tomarse todo el tiempo que sea necesario para valorar y realizar una inversión añadiendo el siguiente ejemplo.

Leer más: Cómo invertir en bolsa desde cero gracias a 12 consejos para principiantes

Cuando compras un bien defectuoso o que no se ajusta a tus necesidades sueles tener la opción de devolverlo, pero las cosas no funcionan así con los productos financieros. Siempre es mejor elegir bien desde el principio, así que no te apresures. Dar marcha atrás en una inversión puede ser complicado y costoso.

Recuerda, asimismo, que puedes contratar productos financieros de forma directa —una vía más apropiada al gestionar activos sencillos— o a través de un intermediario, por ejemplo, un banco. En el caso de los productos complejos el asesoramiento profesional resulta mucho más recomendable.

Cómo elegir tus inversiones

La clave en la inversión es diversificar

Aunque es un consejo de lo más manido, no por ello deja de ser importante. La diversificación es la regla de oro para todo inversor. El dicho popular que asegura que "no conviene poner todos los huevos en la misma cesta" sigue plenamente vigente en el ámbito de la inversión. Así que lo ideal es que no pierdas de vista esta perspectiva antes de invertir.

Esa diversificación puede darse mezclando diversas categorías de activos (combinando renta variable, renta fija y activos del mercado monetario en unas proporciones que te parezcan aceptables según tu aversión al riesgo), diferentes títulos en riesgo, rentabilidad y liquidez (acciones de varias empresas, bonos y obligaciones de distintos emisores y vencimientos, unos u otros tipos de fondos de inversión, etc.), así como por sectores. Lo importante es que la cartera corresponda a tu perfil de inversión.

Comisiones y gastos añadidos

La rentabilidad es clave en toda inversión, de éso no hay duda. Sin embargo, hay tener también muy presentes los costes agregados. Por ello, debes comparar al detalle las tarifas y las comisiones de cada producto y entidad.

Como es lógico, esos gastos inciden sobre el rendimiento final de tu inversión. Si se trata de un depósito, la TAE te dará la clave para ver el rendimiento real.

No te olvides de los impuestos

Algo similar ocurre con los impuestos. A pesar de que las cuentas con la Agencia Tributaria se pasan generalmente al final de una operación, debes considerar cada producto financiero con una cierta perspectiva fiscal, porque el gravamen supone una disminución directa de la rentabilidad y, por lo tanto, un factor fundamental.

En último lugar, ten en cuenta que "nadie regala duros a pesetas". Si alguien te ofrece una inversión demasiado buena para ser verdad, lo más probable es que sea un fraude.

Te recomendamos, además, que no confíes en desconocidos que te dan consejos sobre inversiones que tú no has pedido. Si tienes duda, puedes consultar la lista de sociedades de la CNMV que operan legalmente.

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