¿Autónomo o SL? Las 6 claves para tomar la decisión correcta

Costurera empresa

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Al crear una empresa es recomendable empezar como autónomo porque es la forma más barata y sencilla de emprender un negocio, por ejemplo, gracias a la tarifa plana. 

Además, cuando la empresa crezca, siempre puedes cambiar la forma jurídica a sociedad limitada (SL). Hay 7 consideraciones a tener en cuenta antes de pasar de autónomo a Sociedad Limitada.

Pero una de las principales ventajas de la sociedad limitada frente al autónomo es que aporta una imagen más profesional, al parecer una empresa más solvente y grande, según Infoautónomos.

Las 6 claves para elegir entre autónomo y sociedad limitada

1. Número de socios

El primer aspecto a tener en cuenta es la cantidad de socios que tendrá la empresa. Si solo hay un socio, no queda otra que darse de alta como autónomo o autónomo societario.

Asimismo, una única persona puede conformar una sociedad limitada. Esta forma jurídica abre la posibilidad de que se unan más socios para abrir la empresa o en el futuro.

En el caso de ser dos o más socios y querer mantener las ventajas del autónomo, se puede constituir una comunidad de bienes.

2. Trámites para crear la empresa

Los trámites para darse de alta como autónomo son más fáciles, rápidos y baratos que los pasos para crear una sociedad limitada desde cero.

El proceso para abrir una sociedad limitada dura entre cinco días y un mes, mientras que es posible darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en un día.

Antes de tomar una decisión, es importante saber cuántos tipos de autónomos existen, qué diferencias hay entre ellos y en cuál encaja tu perfil.

3. Gastos como sociedad limitada y autónomo

La inversión inicial de una sociedad limitada es mayor. Mientras que el autónomo no tiene que aportar un capital mínimo, la SL debe depositar como mínimo 1 euro en el banco como capital social.

Su constitución supone un coste de notaría y de inscribirse en el registro mercantil, que no hay que pagar para ser autónomo. Estos son todos los pasos para crear una sociedad limitada.

A estos gastos hay que añadir el coste de la gestoría, que también debe asumir el autónomo. La contabilidad de una SL es más compleja y, por tanto, la gestoría es más cara. 

Por otra parte, el autónomo tiene que pagar una cuota de autónomos mensual, pero en los últimos años cuentan con la ventaja de abonar una tarifa plana durante el primer año, que ronda los 80 euros mensuales. 

Cabe destacar que, si bien emprender una sociedad limitada es más caro que convertirse en autónomo, el coste de crear una SL es asumible. Eso sí, el autónomo que trabaja desde casa puede deducir gastos como luz, agua, gas e internet.

4. Responsabilidad limitada o ilimitada

Un aspecto muy importante antes de elegir entre autónomo y sociedad limitada es la responsabilidad que suponen ambas formas jurídicas. 

El autónomo tiene responsabilidad ilimitada, lo que significa que respondería con su patrimonio personal ante deudas. Se trata de la mayor desventaja de ser autónomo.

Respecto a la SL, el empresario tiene responsabilidad limitada, es decir, solo responde con el patrimonio de la compañía. 

La excepción es si se avala personalmente un préstamo a la sociedad limitada o en casa de un delito en su gestión. Estas son las deudas de la SL que afectan al patrimonio personal.

5. Impuestos a pagar

El autónomo tiene que pagar el impuesto sobre la renta a las personas físicas (IRPF) y tributa a través del mismo. Algunos autónomos están exentos de pagar el impuesto de valor añadido (IVA).

La desventaja es que el IRPF aumenta de forma paralela a los beneficios para un autónomo, pero una sociedad limitada tributa por medio del impuesto sobre sociedades con tipos fijos, es decir, un porcentaje fijo.

Sin embargo, esta ventaja solo se aplica en los beneficios que se reinvertirán en la empresa. Si todo el beneficio va para gastos personales, hay que tributar mediante los dividendos o la nómina.

6. Financiación bancaria

Por lo general, una SL tiene facilidad para optar a financiación bancaria debido a que la contabilidad de esta forma jurídica es más precisa y transparente. 

En otras palabras, una sociedad limitada aporta más confianza que un autónomo de cara al banco. Pero lo fundamental para ambas empresas es contar con una garantía o un aval a la hora de solicitar un crédito bancario. 

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Etiquetas: Impuestos, Emprendimiento, Autónomos, Empresa